Miércoles, 27 de octubre. Tengo el siguiente presentimiento: el próximo sábado, durante la jornada de los Acuerdos para la Prosperidad, el presidente Juan Manuel Santos nos revelará un nuevo secreto oculto en los computadores del extinto ‘Mono Jojoy’. El secreto estará codificado en prosa de correo electrónico y tendrá todas las claves del dogma noticioso (qué, quién, cuándo, dónde, cómo y por qué).
Miércoles, 27 de octubre. Tengo el siguiente presentimiento: el próximo sábado, durante la jornada de los Acuerdos para la Prosperidad, el presidente Juan Manuel Santos nos revelará un nuevo secreto oculto en los computadores del extinto ‘Mono Jojoy’. El secreto estará codificado en prosa de correo electrónico y tendrá todas las claves del dogma noticioso (qué, quién, cuándo, dónde, cómo y por qué).
En cuanto Santos termine de leer lo que sin duda será una espeluznante revelación, los periodistas – con la velocidad de prestidigitadores – volverán el verbo oficial una noticia de última hora.
El 25 de septiembre, el Mejor Policía del Mundo nos dijo que tomaría meses recuperar la información contenida en los computadores del guerrillero abatido. Trabajarían en la tarea 40 expertos, 24 horas al día. Sería como sacar a unos mineros – chilenos, no colombianos – de un profundo hueco. Una labor metódica y precisa.
Pero no fue así (hasta los mejores policías del Mundo se equivocan). La información empezó a fluir abundantemente, como si se tratara de grabaciones del DAS.
El 3 de octubre nos enteramos de que las Farc estaban detrás de la bomba al edificio de Caracol. “Felicitaciones a los que le movieron el piso a JMS con la pequeña bomba a la sede de Caracol”, afirma Víctor Julio – es decir, el ‘Mono Jojoy’ – en uno de los mensaje leídos por Santos.
Unos días después, el Ministro de Defensa nos contó que las Farc querían atentar contra la vida del ex presidente Uribe. No es novedad que la guerrilla quiera matar a un Presidente, pero sí lo es, como nos explicó el Gobierno y repitieron los medios, que lo quisieran envenenar. Un elemento trágico con toques de conspiración monárquica.
El 10 de octubre, Santos reveló que en otro mensaje electrónico la guerrilla contaba que los policías secuestrados José Libardo Forero y Jorge Trujillo se habían volado de su cautiverio. El mensaje es de hace un año, lo que significaba que los policías estaban deambulando por la selva o que la selva se los había tragado. Los familiares de los secuestrados, quienes tal vez habían llegado al límite del sufrimiento, entraron en una pesadilla dentro de su pesadilla. Al final el episodio se aclaró, claro que sí, gracias a otro mensaje de la prolija correspondencia del ‘Mono Jojoy’, revelada, cómo no, por nuestro Presidente y repetida por los periodistas como si siguieran el dictado de un telepronter.
Y para terminar, el fin de semana pasado, desde Caldas, Juan Manuel Santos dijo que las Farc planeaban asesinar a la hermana de un colaborador de la DEA, la periodista Olga Cecilia Vega. La trama de esto se acerca más a un episodio de la guerra fría y puede convertirse en otra entrega de la saga del Cartel de los Sapos. Vega habría aprovechado una relación con ‘Raúl Reyes’ para pasar información a la DEA y el FBI. Pero Vega dice que ella era facilitadora de una negociación para la liberación de los tres norteamericanos y no una espía.
Ahí van las revelaciones. Después de drama, acción y complots, sería interesante algo sobre corrupción. Por ejemplo, que en el correo que el Presidente va a leer el próximo sábado, y que los medios transmitirán con entusiasmo, el ‘Mono Jojoy’ nos cuente quién es el cerebro del cartel de las contrataciones en Bogotá; que nos explique algún entuerto de la compra de la reelección o se auto-incrimine por el escándalo de Agro Ingreso Seguro.
Propongo además que volvamos estas píldoras de Juan Manuel Santos una sección de los noticieros. Algo similar a la ‘Cosa Política, el ‘Uno, dos, tres’ o el ‘Código Secreto’. Podría llamarse ‘Santos y señas’. Si en realidad son tantos computadores y memorias USB los que se hallaron en el campamento de ‘Jojoy’, a razón de una nota por fin de semana no haría falta un consejo de redacción para la sección. Habría material para rato.
Actualización de la entrada. Sábado 30 de octubre, 1 pm: “Gobierno confirma que masacre de indígenas awá fue obra de las Farc”, es la noticia de último minuto del sábado en El Espectador, El Tiempo, Caracol y un largo etcétera. Adivinen la fuente de la información.
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