La decisión del Procurador Alejandro Ordoñez de ordenar la destitución e inhabilidad general por 12 años al ex Gobernador de Boyacá Jorge Eduardo Londoño, recién electo senador del Partido Verde, por un asunto de términos legales, contrasta con su flexibilidad a la hora de pedirle a la Corte que aprobara el referendo reeleccionista.

La razón aducida por la Procuraduría para la sanción es que Londoño incurrió en irregularidades al adjudicar un contrato para el suministro de dotaciones para la planta docente de Boyacá. La Procuraduría explica que “los disciplinables incurrieron en irregularidades al no publicar el informe de evaluación en tiempo, esto es el 21 de julio de 2006 sino el 24 de julio y pese a ello se realizó la audiencia de adjudicación el 26 de julio conforme al cronograma establecido en los términos de referencia.” Es decir que el motivo para sacar al gobernador de la vida pública por 12 años fue que en cambio de permitir cinco días hábiles para que los oferentes leyeran la evaluación de la convocatoria pública, les dio tres días.

Esta actitud rigurosa del Procurador con los términos contrasta con la posición que él mismo asumió frente a la convocatoria irregular a extras en el Congreso para evitar que el referendo reeleccionista se hundiera. Aunque la Imprenta Nacional certificó que el llamado a la sesión extra del 17 de diciembre de 2008 se publicó después de que la plenaria de la Cámara ya había aprobado el referendo en segundo debate, Ordóñez dijo que en realidad se trataba de garantizar que las sesiones adicionales hubieran tenido la suficiente publicidad para que los congresistas asistieran. Y que esto se había dado y que por lo tanto no había una nulidad.

La aplicación de este rasero diferencial ha llevado a algunos conocedores de la política boyacense a preguntarse si en la decisión del Procurador frente a Londoño influyó que la hija de Ordoñez es novia del hijo de Alfonso Salamanca Llach, quien perdió las elecciones a la gobernación de Boyacá cuando resultó elegido Londoño. ¿Se tratará de un guiño del consuegro?