Este político bogotano viene de una tradicional familia conservadora de Bogotá. Estudió Derecho, como su padre, pero en la Universidad de los Andes, y heredó la vena política y periodística de sus padres.

Su abuelo fue el político conservador Luis Enrique Uribe Cualla, su padre el político, periodista y abogado laureanista Juan Pablo Uribe y su madre Elvira Vegalara, también conservadora y quien heredó la vena empresarial de su padre, Gabriel Vegalara. Los esposos Uribe Vegalara trabajaron en las campañas presidenciales de Belisario Betancur y de Álvaro Gómez, donde Juan Gabriel dio sus primeros pasos como político.

A partir de ahí, Uribe ha tenido una larga trayectoria política en el conservatismo, inicialmente de la mano de Álvaro Gómez Hurtado. Fue secretario privado de Gómez en la década de los años ochenta, después de graduado de la Universidad. En ese papel acompañó a Álvaro Leyva Durán a negociar con el M-19 la liberación de Gómez, cuando éste fue secuestrado. Luego hizo parte del Movimiento de Salvación Nacional, la escisión del conservatismo que creó Álvaro Gómez Hurtado en 1990 como partido independiente.

Fue parte de la comisión exploratoria de paz de César Gaviria, en representación del Movimiento de Salvación, y después estuvo en los diálogos de Caracas y Tlaxcala (1991-1992), como miembro de la Comisión de Orden Público de ese mismo gobierno.

En 1991 se quemó como candidato de Salvación Nacional a la Cámara, y en 1992 encabezó la lista del MSN al concejo de Bogotá, cuyo segundo renglón era Severo Correa, y con el apoyo del representante a la Cámara Roberto Camacho. Uribe obtuvo menos de 10 mil votos (cifra semejante a la del otro candidato alvarista, Ómar Mejía Báez) que le bastaron para llegar al concejo, su primer cargo de elección popular, al tiempo que el liberalismo se quedaba con la alcaldía, en cabeza de Jaime Castro.

En el Concejo formó parte, primero, de ‘los mosqueteros’ un grupo de concejales jóvenes, de diferentes bancadas y ajenos a las jerarquías  junto con liberales como Mauricio Jaramillo, Santiago Salah y, luego, María Victoria Vargas. Después, con los mosqueteros, integró una coalición minoritaria con concejales como Aída Abella, de la UP, Antonio Álvarez Lleras, Enrique Parejo y Francisco Rojas Birry. Uribe quedó en la minoría, mientras sus compañeros de bancada conservadora estaban en la coalición mayoritaria que lideraba Carlos Lemos.

En 1993 la Fiscalía capturó a varios concejales por haber entregado auxilios en el período anterior, y la coalición de Uribe quedó fortalecida. En esa mejor situación, fue candidato de la coalición minoritaria a la segunda vicepresidencia, postulado por Aída Abella. Finalmente, tras la liberación de los concejales detenidos, los acuerdos cambiaron y Uribe no fue elegido; aunque su copartidario Jaime Casabianca le ofreció compartir el período en ese cargo, Uribe rechazó el ofrecimiento.

Ese mismo año se rumoró que Severo Correa estaba esperando que le cediera su curul, pero tuvo que esperar hasta marzo de 1994, cuando Uribe renunció para meterse de lleno a la campaña presidencial de Andrés Pastrana. Después de la derrota de Pastrana volvió a ser candidato al concejo por Salvación Nacional, con la bandera de la seguridad – llamando incluso a militarizar la ciudad. Ese año fue reelegido con poco menos de 8 mil votos (Severo Correa, que lo había reemplazado, también fue elegido con 6 mil votos), en las mismas elecciones en las que Antanas Mockus llegó a la Alcaldía.

En el concejo, tuvo posiciones variables frente al alcalde: amenazó con renunciar cuando Mockus adoptó el Plan de Desarrollo por decreto, pero también sirvió como mediador entre el elcaldes y los concejales cuando hubo molestia porque aquél los convocó a extras. Esta vez sí estuvo en el grupo mayoritario y fue presidente de la Comisión de Gobierno en 1996; en 1997 se opuso a la candidatura de Carlos Ossa a la presidencial del concejo y apoyó a Iván Name.

En abril de 1997 renunció al concejo para armar una candidatura a la Alcaldía de Bogotá, y lo reemplazó Bersely Mateus. Apenas tres meses después, en julio, cambió de planes para irse como jefe de debate a la campaña presidencial de Juan Camilo Restrepo. Pero no dejó de lado la política capitalina: adhirió públicamente a la candidatura de Peñalosa pocos días antes de las elecciones.

Al irse para donde Restrepo, y ya sin Álvaro Gómez (quien había sido asesinado en 1995), el Movimiento de Salvación Nacional dijo que Uribe no era de ellos, sino de Fabio Valencia Cossio, quien se había convertido en el impulso electoral de Restrepo. Aunque Restrepo perdió frente a Pastrana en la Convención Nacional que eligió candidato en febrero de 1998, Uribe no cayó mal: terminó en la lista de Valencia al Senado, que fue la segunda más votada.

En abril de 1999 Pastrana lo nombró Consejero para la Política y en septiembre Fabio Valencia renunció a su curul, que Uribe ocupó sin dejar de asesorar al gobierno en las negociaciones de paz, que fue el tema al que dedicó sus esfuerzos durante todo el gobierno Pastrana.Fue negociador de paz, y trabajó de la mano del consejero Cmailo Gómez.

Uribe, que definitivamente si había distanciando del ala conservadora que recoge las banderas más duras de Laureano Gómez, representada por Enrique Gómez Hurtado, apoyó de nuevo la precandidatura de Juan Camilo Restrepo desde fines de 2001 cuando empezó a organizar el apoyo de los congresistas azules a Restrepo. Luego se convirtió en coordinador político y jefe de debate de Restrepo.

2002 fue un año difícil para Uribe. El proceso de paz en el que venía trabajando desde hacía más de dos años naufragó y Restrepo renunció a su candidatura ante el apoyo de las mayorías conservadoras a la candidatura de Álvaro Uribe.

Durante el gobierno de Álvaro Uribe, Juan Gabriel Uribe se mantuvo en la orilla opositora del conservatismo. Con Juan Camilo Restrepo impulsó el no al referendo de Uribe de 2003, ya convertido en un pastranista de primera línea.

Pero también se alineó con uribistas en algunos puntos, como cuando formó parte de la jefatura política de la campaña de Juan Lozano a la alcaldía de Bogotá. Y estuvo en varios sonajeros: a la alcaldía de Bogotá en 2003 , al senado en 2005 y 2006, de nuevo a la alcaldía en 2006 y 2007. Finalmente, volvió a hacer campaña con Noemí Sanín en 2010, como su jefe de debate, en la orilla opuesta a Enrique Gómez Hurtado, quien apoyaba a Andrés Felipe Arias.

En paralelo ha tenido una larga trayectoria en el periodismo, gracias a que su familia heredó el periódico de Laureano Gómez, El Siglo. En 1987, cuando Álvaro Gómez retomó la dirección del diario, lo nombró jefe de redacción y después editor general. Uribe se había convertido en la mano derecha de Gómez Hurtado en el diario.

En 1990 se cerró El Siglo pero para ser reemplazado por El Nuevo Siglo, financiado por los Uribe Vegalara, y en 1991 Juan Pablo Uribe se convirtió en su director. Uribe Vegalara regresó como editor general entre sus dos períodos de concejal y, de nuevo, al salid del concejo, pero volvió a salir tras ser nombrado por Pastrana.

Después de pasar por el Gobierno regresó a El Nuevo Siglo como director, primero compartiendo el cargo con su padre hasta la muerte de éste en 2004. Esa trayectoria le valió ganar, en 2007, el premio nacional de periodismo Simón Bolívar como periodista del año.

A través de la familia Vegalara, Uribe tiene conexión con varios negocios familiares, como las comercializadoras de carros Casa Toro y Motorysa, Computec (la empresa que maneja Datacrédito) y entidades financieras como Finandina, recientemente convertida en banco.

A pesar de no tener experiencia en temas ambientales y de haber sido cabeza de una campaña rival en la primera vuelta de 2010, en 2012 Juan Manuel Santos lo nombró Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en reemplazo de Frank Pearl, quien pasó a ser miembro de la delegación gubernamental para los diálogos de paz con las Farc en La Habana.

Uribe Vegalara ocupó esa cartera hasta el 5 de septiembre de 2013, día en que Juan Manuel Santos anunció cambios en cinco ministerios. Como ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible fue nombrada Luz Helena Sarmiento, quien antes dirigía la Agencia Nacional de Licencias Ambientales. Por su parte, Juan Gabriel Uribe ingresó el pasado 18 de septiembre de 2013 al equipo de trabajo de la Fundación Buen Gobierno, cuya misión es reelegir las políticas de Juan Manuel Santos en las elecciones de 2014. Ahí estará al frente de los temas de paz.