El 8 de abril el presidente Gustavo Petro compartió en Twitter una imagen que mostraba a Colombia en el último lugar en proporción de doctores y enfermeros por cada mil habitantes en 2019, entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).

Este es el número de enfermeras y médicos por cada mil habitantes en todos los paises de la OCDE.

Ocupamos el último lugar. Aun así creen que no es necesario una reforma al sistema de salud. Los bajos salarios y el raquitismo educativo nos llevan a este último lugar. pic.twitter.com/C1xN1VOu2z

— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 8, 2023

Le pasamos el Detector de Mentiras y encontramos que es cierto que Colombia está en el último lugar de la Ocde en la suma de doctores y enfermeros por cada mil habitantes en 2019. Como dijo Petro, los bajos salarios explican parte del problema. Pero es debatible que las soluciones propuestas en la reforma a la salud a ese problema vayan a funcionar o sean suficientes, según algunos expertos consultados.

Colombia sí está de último en la Ocde en personal médico

Hicimos una búsqueda de las palabras clave que tiene la imagen compartida por Petro y encontramos que fue publicada un día antes por la cuenta de Twitter @EconomyInformal. Esta cuenta publica datos y cifras de diversos índices y reportes, incluidos los datos de la Ocde. La repostean académicos y políticos, incluido Petro (como aquí y aquí).

La fuente de la gráfica son las estadísticas de salud de la Ocde publicadas en el informe Health at Glance de 2021, que tiene indicadores sobre la salud y los sistemas sanitarios de los países miembros. Según esa información, Colombia tiene 2,3 doctores por cada mil habitantes versus 3,6 en promedio de la Ocde; y 1,4 enfermeros por cada mil habitantes contra 8,8 en promedio de esa organización (cifras de 2019, que son las últimas disponibles). 

Esta gráfica publicada por la Ocde también confirma que Colombia está en el último lugar entre los países de la Ocde en la suma de doctores y enfermeros por cada mil habitantes. 

Más allá incluso de la Ocde, donde la mayoría de países son de ingresos altos y medios- altos, Colombia también está por debajo del promedio de América Latina. Según el Banco Mundial, en 2018 (último dato disponible) los países de la región tenían en promedio 2.4 doctores por cada mil habitantes, contra 2.2 de Colombia en ese mismo año. Y el país tenía tres veces menos enfermeras y parteras, que el promedio de sus pares latinoamericanos: 4.2 frente a 1.4.

Por eso, calificamos estos datos como verdaderos. 

Los bajos salarios que dijo Petro explican parte del problema

Petro dijo en el mismo trino que “los bajos salarios y el raquitismo educativo” eran la causa de que Colombia estuviera en el último lugar en la proporción de doctores y enfermeros por habitantes, entre los países de la Ocde. No es claro a qué se refiere con “raquitismo educativo”, y preguntamos en la oficina de prensa del presidente, pero no nos dieron respuesta.

Es cierto que en Colombia los salarios para el personal de salud son bajos. Según una encuesta del Colegio Médico Colombiano (2019), y con base en una ponderación realizada por La Silla Vacía, un médico general ganaba ese año en promedio 3.784.263 pesos mensuales (13.857 USD anuales a la tasa de cambio de ese año), un médico especialista 8.504.649 pesos mensuales (31.143 dólares al año) y otros profesionales de la salud (enfermeros, por ejemplo) 2.674.707 pesos mensuales (9.794 dólares anuales).

Eso pone al país como el que peor paga a médicos y a enfermeros entre la Ocde, y como el segundo peor que le paga a especialistas, después de México.

Según datos de la Ocde, el ingreso anual promedio de los médicos generales en México era de 21.341 dólares, en Turquía de 25.359 dólares, en Costa Rica de 42.535 dólares, en Chile de 48.509 dólares, en Reino Unido de 83.856 dólares y en Países Bajos 127.127 dólares.

Para especialistas, estos datos son: México de 30.149 dólares, Turquía de 34.271 dólares, Costa Rica de 53.296 dólares, Chile de 90.940 dólares, Nueva Zelanda de 139.558 dólares, Países Bajos 175.207 dólares. Y para enfermeros, Hungría paga en promedio 15 mil dólares, México 16.401 dólares, Chile 32.262 dólares, Costa Rica 34.630 dólares, Noruega 67 mil dólares y Luxemburgo 108.787 dólares.

El costo total de la formación de un médico en Colombia es de alrededor de 80 mil dólares en una universidad privada y de 55 mil dólares en una pública, mientras que para otras carreras es de 48 mil dólares en una privada y 35 mil dólares en una pública.

El investigador de la Escuela de Salud Pública de Johns Hopkins, Andrés Vecino, le indicó a La Silla Vacía y también lo publicó en Twitter, que parte del problema de la baja oferta de personal de salud es que los salarios son bajos con respecto a la inversión que hacen esos profesionales en educación, lo que los desmotiva a estudiar esa carrera. Es algo que también reconoció en 2016 el ex ministro de Salud Alejandro Gaviria.

Además del alto costo de la educación en medicina, una investigación de 2018 publicada en la Revista Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario indica que hay una falta de oferta educativa en regiones apartadas y una desarticulación entre el número de especialidades ofertadas y las necesidades del país. “Esto ha provocado déficit de médicos en determinadas especialidades y ha fomentado una concentración de especialistas en determinadas regiones, lo que puede dificultar que los graduados de programas especializados encuentren puestos de trabajo adecuados”, dice la publicación. Esto desmejora los salarios.

La médica Maribel Arrieta, miembro de la Junta Directiva del Colegio Médico de Bogotá, anota que hay un desbalance entre regiones en el número de médicos y la calidad de los servicios, que desincentiva a los profesionales para trabajar en lugares apartados.

Vecino argumentó que parte de la razón de los bajos salarios es la baja productividad de los médicos generales, que se explica en parte por falta de entrenamiento y por restricciones administrativas. Eso ha hecho que aumente la demanda de médicos especialistas, en situaciones que podría manejar un médico general.

El investigador en Salud Pública Andrés Vecino dice que otra causa de que exista bajo personal es que aunque la oferta de personal de salud aumentó, la cobertura, la intensidad y el acceso a tratamientos lo hicieron a un ritmo más acelerado.

Luis Jorge Hernández, director de Investigaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, dice que el problema de la escasez de personal médico es que “hay un distanciamiento entre la academia y la red público privada de servicios de salud entonces muchos estudiantes en formación no son vistos como parte del sistema de salud” y hay desaprovechamiento del talento humano en salud.

Colombia sí tiene entonces salarios bajos para los médicos, especialistas y enfermeros en comparación con otros países de la Ocde, lo que hace difícil que puedan recuperar la inversión que hacen en la carrera (más costosa que el promedio), y los desestimula a estudiar. Estos bajos salarios tienen que ver con la concentración de especialistas en ciertas regiones y con la baja productividad de los médicos generales que les quita oportunidades para atender ciertos casos frente a los especialistas.

Pero también hay otras razones como el aumento del acceso a servicios de salud a una velocidad más rápida que la del volumen de profesionales.

Es debatible que la reforma a la salud solucione el problema

La reforma a la Salud que propuso la ministra, Carolina Corcho, le apuesta a la “dignificación de los trabajadores de la salud”. Según el documento, hay un 73 por ciento de trabajadores contratados por prestación de servicios en las Empresas Sociales del Estado. La idea es formalizarlos.

La reforma también busca “avanzar en el plan de formación del personal de salud” con diversos componentes: formar cinco mil promotores de salud; crear un diplomado en Salud Pública y Atención Primaria en Salud; incentivos de 22 mil millones durante el cuatrienio para las universidades para que establezcan un plan de formación pertinente; la creación de 4 mil plazas para el servicio social obligatorio, y 4 mil “becas-crédito” para el personal no médico. Sobre la escasez de profesionales en diversas áreas, la reforma menciona que “se definirá junto con el Ministerio de Educación el número de cupos que se priorizarán para el sector”.

A pesar de eso, algunos expertos tienen reparos. El investigador Andrés Vecino señaló que la propuesta es una buena idea, “pero cuesta de 5 a 7 billones y no tiene financiación”. “En teoría les da más garantías, pero al mismo tiempo cuesta más. Si cuestan más, los costos de salud suben y, si estos suben, ¿cómo hace usted para compensar esos servicios prestados?”, le dijo Vecino a La Silla.

El médico Luis Jorge Hernández dice que “el Ministerio de Salud no ha realizado una adecuada planeación del talento humano en salud que requiere el país” y la “reforma tampoco resuelve este problema”. Además de esa planeación cree que se requieren becas parecidas a “Ser Pilo Paga” y “ligarse la formación en salud con los sitios de práctica ambulatorios y hospitalarios, asignando a las facultades de salud áreas geográficas específicas para su cuidado”.

Para la médica Maribel Arrieta “hay que optimizar el ingreso a las escuelas médicas actuales: se requiere una gran capacidad instalada de los hospitales y convenios de las universidades con hospitales”. Para ella son importantes las nuevas plazas de servicio social, pero será necesario garantizar buena dotación, infraestructura y servicios en esos nuevos sitios y en los lugares remotos. Además, dice que la reforma no es específica sobre los pregrados que priorizarán, y se pregunta sobre la pertinencia de crear un diplomado teórico en salud pública y atención primaria cuando universidades como la Javeriana o la Militar tienen esos componentes en sus currículos.

La reforma también plantea crear los Centros de Atención Primaria en Salud (Caps), unas instituciones territoriales que atenderán a un máximo de 25.000 pacientes por zona y que ofrecerían servicios básicos de salud como consultas o exámenes generales. Para Vecino, eso pondría una mayor presión en la demanda del personal de salud y en su distribución.

En suma, Colombia sí es el último país de la Ocde en la proporción de médicos y enfermeros por mil habitantes y esto se explica por los malos salarios que tienen como dijo el presidente Petro. Pero aunque la reforma trae medidas para atender ese problema, hay reparos a que esas soluciones vayan a funcionar o sean suficientes, según algunos expertos consultados.

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