El dictamen forense dice que es posible que sea la causa. La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido dice que es un caso raro que no pone en riesgo la seguridad de la vacuna.
Desde la semana pasada ha estado circulando en Instagram una publicación en la que afirma que Lisa Shaw, periodista de la BBC, murió por una hemorragia cerebral tras ponerse la vacuna AstraZeneca.
El texto que acompaña la publicación dice: “La presentadora de la BBC Lisa Shaw, de 44 años, murió de una hemorragia cerebral después de las ‘complicaciones’ de la vacuna AstraZeneca, dictamina el forense. La madre sana de 44 años perdió la vida trágicamente cuando sufrió una hemorragia cerebral extremadamente rara pocas semanas después de haber sido vacunada”.
Como usuarios reportaron esta publicación como falsa, le pasamos el Detector de Mentiras y encontramos que es cierta.
Esta es la publicación:

Lisa Shaw era presentadora de radio en la BBC Newcastle, en Reino Unido y falleció a sus 44 años, el 21 de mayo, por una hemorragia cerebral.
La publicación afirma que, según el dictamen forense, esa hemorragia provino de complicaciones asociadas a la vacuna contra el covid de AstraZeneca. Encontramos que es cierto.
Según reportó la BBC, el 29 de abril Shaw recibió su primera dosis de AstraZeneca.
Dos semanas después, el 13 de mayo, fue atendida en el Hospital Universitario de North Durham porque llevaba varios días con un fuerte dolor de cabeza punzante en la frente y detrás de los ojos. Los médicos encontraron coágulos de sangre en su cerebro y fue trasladada a la unidad de especialistas en neurología del Royal Victoria Infirmary de Newcastle.
Tres días después sufrió una hemorragia en el cerebro. Recibió varios tratamientos e incluso le extirparon parte del cráneo para tratar de aliviar la presión dentro de su cabeza, pero su condición siguió empeorando y falleció el 21 de mayo.
El certificado provisional de defunción, que fue entregado 3 días días después de su muerte, incluyó a la vacuna como uno de los posibles factores. La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) inició una investigación.
En esa línea, el 26 de agosto Karen Dilks, jefe forense de Newcastle, dijo que Shaw murió debido a “complicaciones de la vacuna AstraZeneca”. Afirmó que estaba claramente establecido que la muerte se debió a una muy rara “trombocitopenia trombótica inducida por la vacuna”. No se especificó cómo se llegó dictamen.
A la misma conclusión llegó Tuomo Polvikoski, el neuropatólogo que examinó Shaw después de su muerte. Dijo que ella gozaba de muy buena salud, no tenía problemas médicos y era raro que muriera por coágulos de sangre, por lo que es muy probable que su muerte haya sido “inducida por la vacuna”.
Por su parte, la MHRA informó que iba a revisar el informe final de la investigación forense. No descartó ni certificó el diagnóstico de Dilks.
Frente a la presencia de coágulos después de la vacuna de AstraZeneca, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha dicho que “deben incluirse como un raro efecto secundario” pero a su vez reiteró que “los beneficios generales de la vacuna en la prevención de covid superan los riesgos de efectos secundarios”.
Alison Cave, directora de seguridad de la MHRA también ha dicho que “los beneficios de la vacuna AstraZeneca Covid-19 continúan superando los riesgos para la mayoría de las personas”.
De hecho, según datos de la MHRA, de 48,7 millones de dosis de AstraZeneca que se han aplicado en el Reino Unido, solo se han reportado 417 casos de coágulos en la sangre y 72 muertes.
Es decir, es posible que los coágulos que ocasionaron la muerte de Shaw hayan provenido de complicaciones por la vacuna de AstraZeneca, pero esto aún no ha sido confirmado por la MHRA.
Como Shaw sí murió tras ponerse la vacuna contra el covid, calificamos la publicación como cierta.

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