La cadena mezcla información falsa y engañosa.

Desde hace unos días está circulando en WhatsApp una cadena que muestra supuesto datos del nuevo coronavirus. Entre ellos habla de supuestos tratamientos para tratar el virus en casa. 

La cadena dice que fue diseñada por profesionales de la salud pero no muestra ningún nombre o información que demuestre esa supuesta procedencia. 

Como algunos de nuestros usuarios nos pidieron verificar la veracidad de la cadena través del WhatsApp de La Silla (+57 318 312452), le pasamos el Detector de Mentiras y encontramos que es engañosa porque mezcla datos ciertos con información falsa. 

Así se ve la cadena:

La cadena muestra información sobre el desarrollo de la enfermedad en el cuerpo y encontramos que los datos son ciertos. 

Sin embargo, es clave dejar claro que una persona infectada no presenta todos los síntomas y que incluso muchas personas son asintomáticas. 

Según la Organización Mundial de la Salud, los síntomas más habituales del covid son la fiebre, la tos seca y el cansancio. 

Otros síntomas menos frecuentes que afectan a algunos pacientes son los dolores, la congestión nasal, el dolor de cabeza, la conjuntivitis, el dolor de garganta, la diarrea, la pérdida del gusto o el olfato y las erupciones cutáneas o cambios de color en los dedos de las manos o los pies. Estos síntomas suelen ser leves y comienzan gradualmente. 

De acuerdo a la OMS, alrededor del 80 por ciento de los contagiados se recuperan sin necesidad de tratamiento hospitalario, pero los demás acaban presentando un cuadro grave y experimentan dificultades para respirar.

A pesar de que la información sobre los síntomas de covid es cierta, los datos sobre pH son falsos. 

Como contamos aquí, el pH o potencial de hidrógeno es una medida que determina que tan ácida es una sustancia y se mide en una escala de 0 (más ácido) a 14 (más alcalino). El pH de las personas usualmente está entre 7,35 y 7,45. 

Según la cadena “necesitamos consumir alimentos más alcalinos que nos ayuden a subir el nivel de pH para contrarrestar el virus”. 

Ese argumento parte de algo cierto, y es que el pH puede definir la supervivencia de un virus. 

“Todos los virus mueren en pH extremos, tanto ácidos como básicos”, explica Pepe Alcamí, virólogo del Instituto de Salud Carlos III, al portal de factchecking español Maldita

El Sars-CoV-2, igual que muchos otros virus, entra en las células de nuestro organismo utilizando un proceso llamado endocitosis, que consiste en la unión con un receptor de la célula a infectar (llamado ACE2) para así introducir en ella los llamados endosomas, vesículas o bolsitas que, estas sí, tienen un pH ácido en torno al 5,5. 

“Muchos virus se han adaptado a sobrevivir en ese pH”, explica Alcamí, y utilizan esas vesículas para llevar a cabo la parasitación de la maquinaria celular y así replicar su código genético.

“Si el pH del endosoma aumenta y se hace alcalino, entonces no se produce la fusión del virus con la membrana del endosoma, el virus no puede completar su ciclo infeccioso y muere”, continúa el virólogo. 

Por eso es que para desactivarlos en superficies usamos productos como el clórox. 

Pero una cosa es inactivar el virus en superficies, y otra dentro del organismo, porque el pH de éste no cambia a partir de lo que ingiramos más que por un rato breve y solo en el tracto digestivo.

Y eso con riesgos y efectos secundarios: “Nos sentaría mal beber cloro para inactivar al virus en la garganta, por ejemplo”, explicó Alcamí. 

Esa versión es compartida por Oyewale Tomori, profesor de virología de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien aclaró que el nuevo coronavirus no tiene “nada que ver con el estómago, entonces ¿cómo esos ‘alimentos alcalinos’, como el limón,el aguacate y el ajo van a golpear el virus?”. 

Encima, los pH que muestra la cadena tampoco son ciertos.

Por ejemplo, dice que el aguacate tiene un pH de 15,6, cuando la escala va hasta 14 y su pH está entre 6,27 y 6,58; o el limón, que dice que tiene 9,9 cuando al ser ácido, su pH no es superior a 7.

Por lo anterior, calificamos la cadena que circula en WhatsApp como engañosa. 

Soy periodista y desde 2019 hago parte del equipo del Detector de Mentiras de La Silla Vacía. También enseño sobre fact-checking y seguridad digital en la Universidad de La Sabana. Me interesa el debate sobre la regulación de las redes sociales y su incidencia en la libertad de expresión. Estudié...