Las afirmaciones del pasado guerrillero de Gustavo Petro en su mayoría son más ciertas que falsas.
En Kwai circula un video donde una persona hace afirmaciones sobre la historia que Gustavo Petro, candidato presidencial del Pacto Histórico, cuenta en su libro autobiográfico “Una vida, muchas vidas”.
Como usuarios nos pidieron verificar esa información, le pasamos el Detector de Mentiras y encontramos que la mayoría de las afirmaciones verificables que hace la persona del video son ciertas, pero están fuera de contexto.
Así se ve el video que circula:

En el video, la persona que habla da su opinión sobre el libro y hace su propia interpretación, pero también hace algunas afirmaciones verificables. La Silla las verificó una a una:
1. “El libro omite episodios violentos (que cometió el M-19) que impactaron al país como el asesinato del líder sindical José Raquel Mercado”: cierto, pero
Como verificamos aquí, Mercado era un líder sindical y fue presidente de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC). El 15 de febrero de 1976 fue secuestrado por el M-19 y el 19 de abril su cadáver fue encontrado en inmediaciones del Parque el Salitre, en Bogotá.
Dos meses antes del crimen, los comandos “Simón Bolívar” y “Camilo Torres Restrepo” del M-19 anunciaron que habían “detenido” a Mercado y que lo habían “puesto en prisión” para someterlo a un “juicio popular”, como reportó Pacifista.
El M-19 anunció que Mercado había sido condenado a muerte por un “tribunal del pueblo”, por traicionar las luchas por la reivindicación de los derechos de los obreros.
En el libro Petro no cuenta ese episodio. Sin embargo, él no estuvo relacionado con ese secuestro porque, se unió al M-19 en 1978, dos años después del asesinato.
2. “También (omite) el secuestro, violación y asesinato de la líder cívica Gloria Lara, por parte del M1-9”: falso
En su libro Petro sí habla del secuestro de Gloria Lara, aunque no ahonda en él. En el capítulo “El Congreso” dice que un amigo suyo, Enán Lora, fue “injustamente acusado” de ese secuestro. Esa es la única mención que hace sobre ese caso.
El hombre del video que circula dice que el M-19 fue responsable del secuestro y muerte de Lara, algo falso.
Como ya verificamos aquí, Gloria Lara fue una abogada, embajadora de Colombia ante las Naciones Unidas entre 1975 y 1976, y directora nacional de Acción Comunal y Asuntos Indígenas (hoy Dirección de Asuntos Indígenas, ROM y Minorías) del Ministerio de Gobierno entre 1978 y 1982.
En 1982, cuando era funcionaria del Ministerio, fue abordada por hombres armados y secuestrada cerca a su residencia en el barrio Teusaquillo, de Bogotá. En un principio la prensa atribuyó el secuestro a el M-19, pero esa guerrilla negó estar involucrada y pidió dar la cara a quienes sí estaban detrás.
Cinco meses después de su secuestro, el cuerpo de Lara fue encontrado en la entrada de la iglesia San Silvestre, del barrio Bonanza, en el noroccidente de Bogotá. Su cuerpo estaba envuelto con una bandera de la Organización Revolucionaria del Pueblo (ORP), un grupo armado (hoy desaparecido), disidente de la antigua Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Auc).
Las investigaciones judiciales atribuyeron el secuestro y muerte de Lara a esa organización, ninguna apuntó al M-19. El fue cerrado sin que se haya dado una condena.
Según reportaron en su momento Semana y El Tiempo, el cuerpo de Lara tenía graves signos de desnutrición, pero no hay ningún reporte que diga que tenía signos de violencia sexual, como afirma el hombre del video.
3. “En su libro Petro omite la palabra secuestro reemplazándola por retención”: más cierto que falso
En el libro Petro sí menciona la palabra “secuestro” o sus derivadas 14 veces. Sin embargo, en su gran mayoría lo hace para hacer referencia a las acciones que cometen otros grupos guerrilleros como las Farc, ELN y EPL.
Solo la relaciona con el M-19 una vez: cuando menciona el secuestro de Gloria Lara por el que fue señalado su amigo Enán Lora.
De hecho, también dice que, a diferencia de otros grupos guerrilleros, el M-19 “no dependía de esa práctica y lo hacía de forma ocasional por razones políticas”. Pero, según el Centro Nacional de Memoria Histórica, el M-19 fue responsable de al menos 557 secuestros.
En su libro Petro menciona dos secuestros que cometió el M-19: el de Martha Nieves Ochoa, hermana de narcotraficantes del Cártel de Medellín, y el de Álvaro Gómez Hurtado. En esos casos efectivamente no usa la palabra secuestro sino “retención”, como afirma el video.

Es decir, en su libro Petro sí usa la palabra “secuestros”, pero solo la usa para referirse a las acciones que cometieron otros grupos guerrilleros y en el caso del M-19 usa la palabra “retención”.
4. “No menciona el secuestro del gerente de Indupalma”: cierto, pero
En agosto de 1977 el M-19 secuestró a Hugo Ferreira Neira, quien era el gerente general de Indupalma (hoy liquidada) para juzgarlo por “opresión a los trabajadores”. Sin embargo, un mes después fue dejado en libertad.
En el libro Petro no menciona ese secuestro que, en todo caso, se dio un año antes de que Petro entrara a la guerrilla.
5. “Tampoco menciona los cerca de 50 tomas guerrilleras a sangre y fuego del M-19 donde perdieron la vida un sin número de civiles y soldados”: cierto, pero
Las “tomas guerrilleras” fueron una estrategia que usaron las guerrillas que consistía en hacer, en centros poblados, emboscadas, sabotajes, extracción de recursos y homicidios selectivos.
Según el informe de el informe “Incursiones guerrilleras en cabeceras municipales y centros poblados” del Centro Nacional para la Memoria Histórica, entre 1974 y 1990 el M-19 realizó 33 tomas y 15 ataques en el país.
Según explica el informe, las tomas M-19 empezaron en 1979 y terminaron en 1988. Los picos más altos fueron en 1981 y 1984, con 14 y 9 tomas, respectivamente.
Su primera toma fue 1979, en asocio con las Farc, en San Vicente del Caguán, en Caquetá. En ese ataque murieron dos civiles y un agente de policía. Otra de las tomas más conocidas de esa guerrilla fue la que hizo en 1981 en Mocoa, Putumayo donde murieron ocho personas: seis policías y dos civiles.
En el libro Petro menciona esa toma, aunque aclara que él no hizo parte de ella. También menciona ataques que hizo esa guerrilla como la toma del Palacio de Justicia, el robo de armas del Ejército del Cantón Norte en Bogotá y una toma de tierras que la guerrilla hizo en Zipaquirá y en la que participó Petro.
Es decir, si bien Petro no menciona las 48 tomas que hizo el M-19, sí menciona algunas de las más conocidas y otra en la que él participó.
6. “Petro, niega que la Toma del Palacio tuviera el propósito de quemar los procesos contra Pablo Escobar, como suele afirmar la historia oficial (..) es Carlos Castaño quien sostiene que la Toma del Palacio se hizo por cuenta de Escobar, quién pagó los dos millones de dólares que pidió Carlos Pizarro”: cierto
En su libro, Petro dice que la toma no se hizo con el propósito de quemar los procesos contra Pablo Escobar sino para hacer un juicio contra el presidente Belisario Betancur, porque meses atrás el Ejército había incumplido el cese al fuego.
También asegura que Escobar sí “empezó a jugar entre bastidores en la toma”, pero no del lado de esa guerrilla sino del Ejército.
Sin embargo, como verificamos aquí, el informe que la Comisión de la Verdad sobre el Palacio de Justicia entregó a la Corte Suprema indica que probablemente sí hubo una relación entre el Cartel de Medellín y el M-19 en la toma del Palacio.
“Todo indica, entonces, que hubo conexión del M-19 con el cartel de Medellín para el asalto al Palacio de Justicia”, afirma la Comisión. No obstante, no concluye de manera precisa en qué nivel se dio el apoyo de Escobar al grupo guerrillero, como contamos aquí.
La Comisión cita el testimonio del lugarteniente de Pablo Escobar, ‘Popeye’, quien aseguró que el capo pagó dos millones de dólares al M-19 por la toma. “Él (Pablo Escobar) le entregó dos millones de dólares a Iván Marino Ospina, pero esa plata fue perdida porque Iván Marino Ospina murió antes de la toma y la plata nunca la encontraron”, dijo a la Comisión.
La Comisión también cita el libro “Mi confesión” de Castaño, según el cual en mayo de 1985 Carlos Pizarro y el Cartel de Medellín acordaron la toma por iniciativa de Escobar. Según Castaño, Pizarro “cobró” un millón de dólares por eliminar al presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes, y un millón de dólares por destruir todos los archivos.
Para la Comisión, la contradicción entre los testimonios no refuta “otras deducciones”, como la humareda que salía del Palacio de Justicia antes de la primera hora de la toma, cuando el Ejército no había llegado. Eso indicaría que en ese momento se incendiaron los expedientes, aunque el informe no lo dice explícitamente.
Ese día, además, se estaba discutiendo la constitucionalidad del tratado de extradición, al que se oponían tanto los narcos como el M-19 por su ideología antiimperialista. De hecho, fue una de las proclamas que hizo el M-19 cuando tomó el Palacio.
La Comisión menciona también los testimonios de los ex guerrilleros Otty Patiño y Rosemberg Pabón, que afirmaron que sí había algún tipo de relación con los narcotraficantes, pero limitada a temas como apoyo de transporte o suministros y sin sometimiento del M-19 a la voluntad de los carteles.
Para ese grupo, la motivación de la toma era hacerle un “juicio” al presidente Betancur por el incumplimiento de los acuerdos de tregua suscritos en 1984.
En todo caso, los exmiembros del M-19 han negado ante la Comisión de la Verdad cualquier relación entre esa guerrilla y Escobar.
En suma, en su libro Gustavo Petro sí omite acciones que cometió el M-19, como el secuestro de José Raquel Mercado y Hugo Ferreira, pero esos secuestros fueron cometidos antes de que él entrara a la guerrilla. Además, aunque en sí usa la palabra “secuestro”, la reemplaza por “retención” cuando se refiere al M-19 con solo una excepción. Y la persona del video también hace otras afirmaciones sobre el libro, pero fuera de contexto. Por eso calificamos el video como cierto, pero.
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