Se basa en desinformación que ha circulado desde el inicio de la pandemia.

Desde el 7 de febrero circula en Facebook un vídeo en el que un hombre llamado Reiner Fuellmich asegura que la pandemia es una farsa y que “una investigación judicial” suya demuestra que la Organización Mundial de la Salud cometió “crímenes de lesa humanidad”.

El texto que acompaña la publicación dice que comenzaron los segundos “juicios de Núremberg”, haciendo alusión a los juicios celebrados tras la Segunda Guerra Mundial contra el régimen nazi.

Como usuarios reportaron la publicación y encontramos que otros usuarios han replicado el vídeo (acá, acá y aquí), le pasamos el Detector de Mentiras y encontramos que es falso porque el “juicio” del vídeo no tiene ningún efecto jurídico y Fuellmich se basa en información falsa que ha circulado desde el inicio de la pandemia.

Así se ve el vídeo que circula:

Reiner Fuellmich es un abogado alemán que desde 2020 impulsa una “demanda de indemnización por daños relacionados con el covid” contra la Organización Mundial de la Salud (OMS) y contra el virólogo alemán Christian Drosten y su protocolo usar pruebas PCR para detectar el virus que causa la enfermedad.

El vídeo que circula lo publicó por primera vez el 5 de febrero el portal web Grand Jury.

En esa página, Fuellmich y otros abogados explican que están haciendo una investigación contra la OMS “siguiendo el modelo de los procedimientos del Gran Jurado de los Estados Unidos” pero fuera del sistema judicial porque no encontraron ningún tribunal que recibiera el caso. En su lugar crearon “un sistema alternativo” al que llamaron Tribunal Popular de la Opinión Pública. Es decir, el que llaman un “juicio” no tiene ningún efecto jurídico.

Además, en la lista de las personas que testificarán y presentarán pruebas contra la OMS están varios negacionistas del covid conocidos internacionalmente como Michael Yeadon, un exempleado de Pfizer que ha difundido desinformación sobre la pandemia y las vacunas anticovid.

En abril de 2022 verificamos un vídeo en el que Fuellmich también afirma que la pandemia es una farsa y que las vacunas contra el covid no han sido probadas “como corresponde”.

Como en este nuevo video Fuellmich hace varias afirmaciones sobre las pruebas de su “investigación judicial” y la pandemia, La Silla las verificó una a una:

     1. “El virus puede tratarse de manera segura y segura con vitamina C, D, Zinc, ivermectina e hidroxicloroquina”: falso

Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) no existe evidencia científica que muestre algún beneficio clínico de la vitamina C y D en pacientes leves y críticos con covid y los datos de los ensayos que se han hecho no son concluyentes.

La OMS también ha dicho que en la actualidad no hay ninguna evidencia que demuestre que las vitaminas C y D o el zinc, funcionan como tratamiento contra el covid.

Por otro lado, la ivermectina es una droga antiparasitaria de amplio uso en la medicina humana y veterinaria. Suele usarse para el tratamiento de infecciones intestinales causadas por bacterias, pero siempre bajo prescripción médica. También se usa para tratar otras infecciones por parásitos, infestación de piojos y sarna.

Por ahora no se ha autorizado como tratamiento general contra el covid, aunque se permite usarlo en ensayos clínicos.

Como hemos verificado, se han realizado algunos estudios que plantean la posibilidad de que la ivermectina funcione en el tratamiento contra el covid. Pero los mismos investigadores han afirmado que los estudios no presentan datos concluyentes para que la ivermectina se pueda usar como tratamiento y tampoco se ha logrado establecer el mecanismo que usa la ivermectina en respuesta al covid.

A esa misma conclusión han llegado, hasta ahora, la OMS, el Invima y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). Coinciden en que a hoy no hay estudios concluyentes que demuestren la eficacia clínica de este medicamento contra el covid y han señalado que existen riesgos si se usa de forma indiscriminada.

Con respecto a la hidroxicloroquina, un medicamento que se usa en el tratamiento de la artritis reumatoide y del lupus, la OMS asegura que aunque se ha estudiado como una posible terapia contra el covid, hasta ahora la evidencia científica indican que la hidroxicloroquina no reduce la mortalidad de los pacientes con covid y tampoco ha demostrado ayudar a las personas con síntomas leves.

     2. “Las inyecciones experimentales de ARN manipulan en ADN”: falso

Las vacunas contra el covid son de tres tipos: las de ARN mensajero, las de vectores virales y las de subunidades proteicas. Ninguna de estas hacen transgénesis, es decir, ninguna inserta nuevo material genético al ADN.

Como ya hemos explicado aquí, el ARN mensajero (ARNm) es una molécula muy parecida al ARN y al ADN, que son códigos genéticos que cargan información. Lo que se está inyectando son las “instrucciones” (ARNm) encapsuladas en “cajitas” o nanoburbujas de grasa que se fusionan con células musculares en nuestro cuerpo, y allí entregan el mensaje.

Una vez adentro, la maquinaria celular usa esta “receta” y fabrica las “proteínas de espiga del coronavirus”, las mismas que utiliza el virus para entrar a las células, como contamos aquí. Pero no quiere decir que este tipo de vacunas modifique el ADN.

Mark Lynas, profesor visitante del grupo Alianza para la Ciencia de la Universidad de Cornell, le explicó a Reuters que el ADN que se encuentra en las vacunas de ARN mensajero no se integra en el núcleo de la célula del receptor y por eso no hay una modificación genética.

     3. “Las infecciones asintomáticas no existen”: falso

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, un asintomático es una persona que tiene una afección pero no presenta síntomas de ello o se ha recuperado de una enfermedad y ya no presenta ningún síntoma.

En el caso del covid, la epidemióloga chilena Cecilia Morales Veloso, médica asesora de la dirección del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, le dijo a AFP que “una persona asintomática quiere decir exactamente eso: que no tiene síntomas, tiene el contagio (de covid) pero sin signos del mismo”.

Rocío Tirado Mendoza, académica del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM le explicó a Animal Político que toda persona que haya contraído el covid, tenga síntomas o no, es portadora del virus y puede propagarlo.

De hecho, la OMS y Centros para el Control y Prevención de los Estados Unidos (CDC) han reiterado que “independientemente de que tengan síntomas o no, las personas infectadas pueden ser contagiosas y el virus puede transmitirse de ellas a otras personas”.

Así lo explicó también Juan Carlos Cataño, infectólogo y profesor de la Universidad de Antioquia, a AFP: “los asintomáticos tienen el virus y por tanto son capaces de transmitirlo. Lo que puede pasar es que sean menos infectantes que una persona que tenga síntomas. Es simple: alguien que tose o estornuda es más infeccioso que alguien que no lo hace, pero eso no significa que si ambos tienen el virus, el que no tose o no estornuda no lo transmite, porque solo con hablar lo puede contagiar”.

     4. “El virus no es más peligroso que la gripe común”: falso

El covid y la gripe son enfermedades respiratorias contagiosas causadas por un virus (diferente) y aunque pueden resultar similares porque comparten varios síntomas y se transmiten de manera similar, hay una gran diferencia entre su mortalidad.

Según datos de la OMS, las muertes anuales por influenza están entre 290.000 y 650.000 en todo el mundo.

En cuanto al covid, de la base de datos Our World in Data de la Universidad de Oxford, durante el primer año de la pandemia, 1,8 millones de personas murieron a causa del covid. A fecha del 13 de febrero de 2022, alrededor de 5,8 millones de personas han fallecido a nivel mundial.

Además, un estudio publicado en la revista The Lancet mostró que el covid causa una enfermedad más grave que la gripe estacional.

La investigación comparó datos de más de 130.000 personas hospitalizadas y concluyó que la tasa de mortalidad entre aquellos con coronavirus fue tres veces superior a la de los pacientes con gripe estacional.

Según el análisis, la tasa de mortalidad entre los hospitalizados con covid fue tres veces mayor que el de la influenza estacional: 15.104 de 89.530 ingresados (16,9 por ciento) frente a 2.640 de los 45.819 pacientes con gripe (5,8 por ciento).

     5. “No había ningún exceso de mortalidad en ninguna parte hasta que comenzaron las inyecciones experimentales”: falso

En el vídeo Fuellmich también asegura que las vacunas anticovid ahora “están matando personas y han causado un exceso de mortalidad”.

David Leon, profesor en la Escuela de Higiene y Epidemiología de Londres, le explicó a la BBC que “el exceso de mortalidad es cuando, en una semana o período determinado, el número de muertes por cualquier causa sobrepasa a la media de fallecimientos de años anteriores en el mismo período de referencia”.

A finales de 2020 diferentes países del mundo iniciaron la vacunación masiva contra el covid. Para ese momento, según Our World in Data, el exceso de mortalidad presentó un alza en varios países del mundo. Por ejemplo, Rusia estaba en 64 por ciento, Italia en 56 y México en 57 por ciento.

A la fecha, más de un año después del inicio de la vacunación en el mundo, el exceso de mortalidad registra niveles inferiores a los de 2020.

Según la última actualización, con corte del 6 de febrero, Rusia ahora se ubica en 47 por ciento, Italia en 3 y México en 4 por ciento.

Un estudio de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) concluyó que las personas que no tienen un esquema completo de vacunación tenían un riesgo 10 veces mayor de morir por covid que aquellas que sí están totalmente vacunadas.

     6. “Casi todos los resultados de las pruebas (PCR) son falsos positivos”: falso

En el vídeo Fuellmich asegura que a principios de 2020 “no hubo casos” y que los registrados fueron “falsos positivos”. Eso es falso.

Como explicamos aquí, la prueba PCR es un examen molecular en el que se toma una muestra de secreción de la nariz o del fondo de la garganta de un paciente con un elemento llamado hisopo. Esa muestra luego se mezcla en un tubo de ensayo con reactivos que, de existir el virus Sars-CoV-2, se adhiere a este.

Lucy Gabriela Delgado, bacterióloga, doctora en en Ciencias Farmacéuticas, profesora titular de la Universidad Nacional de Colombia y directora del Laboratorio de Salud Pública de Bogotá, le explicó a La Silla que esa muestra con material genético se pasa por un número de ciclos que son necesarios para amplificar el ARN viral a un nivel detectable.

“Se monta en un termociclador y entre menos tiempo se tarde el termociclador en detectar esas partículas del genoma del virus, es porque hay mayor concentración del virus y entre más ciclos, menor es la concentración”, explicó Delgado.

Este tipo de prueba, es recomendada por la OMS y el Ministerio de Salud porque permite detectar directamente la presencia del covid en cualquier persona.

Delgado indicó que hasta el momento no se ha encontrado otra prueba que tenga más sensibilidad (que es la probabilidad de que una muestra positiva genere un resultado positivo) y más especificidad (la probabilidad de que una muestra negativa origine un resultado negativo) para el diagnóstico de covid que la PCR.

“Si alguien tiene tuberculosis, no se le aplica la prueba PCR de covid porque es tan específica que detecta el material genético específico del microorganismo que se está valorando (…) y por eso la PCR es la que menor probabilidad de falsos positivos tiene”, explicó Delgado.

Como contaron los colegas de La República de Perú, un estudio publicado en la revista British Medical Journal explica que la sensibilidad de las PCR oscila “entre el 70 y el 90 por ciento y la especificidad se sitúa por encima del 99,5 por ciento”. Esto quiere decir que la probabilidad de que se produzcan falsos positivos es de menos del 0,5 por ciento, aunque la de falsos negativos es significativa.

De hecho, un artículo académico de la Universidad de Cantabria (España), sobre la toma de pruebas PCR para diagnóstico de covid, dice:

“La técnica que ofrece una mayor sensibilidad en el diagnóstico de la infección provocada SARS-CoV-2, es la toma de muestras con hisopo de la nasofaringe para estudio mediante RT-PCR (reverse transcription polymerase chain reaction) y detección posterior del ARN viral. Su sensibilidad oscila entre el 56 y el 83 por ciento dependiendo de la fase de la enfermedad en la que sea recogida la muestra (…) por otra parte, esta técnica tiene muy pocos falsos positivos (especificidad de un 99 por ciento) Otros tipos de muestras como las de origen orofaríngeo ofrecen una sensibilidad mucho menor”.

En suma, el “juicio” que está haciendo Reiner Fuellmich no tiene ningún efecto jurídico y se basa en información falsa que ha circulado desde el inicio de la pandemia. Por eso calificamos la publicación como falsa.

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Haremos lo posible por chequearlo.

Soy fact-checker del Detector de Mentiras de La Silla Vacía. Estudié Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Pontifica Bolivariana seccional Bucaramanga. En dos ocasiones he recibido el premio de periodismo Luis Enrique Figueroa Rey, en 2019 fue a mejor trabajo de periodismo universitario...