Se trata de hechos aislados.
Desde principios de febrero está circulando una publicación del usuario Helmuth Medina en la que recopila capturas de noticias sobre pacientes que murieron luego de recibir la vacuna contra el coronavirus.
Como la publicación ha sido reportada por tres de nuestros lectores en Facebook, decidimos pasarle el Detector de Mentiras y encontramos que algunas noticias son falsas y las otras no señalan que las muertes reportadas sean a causa de las vacunas.
Así se ve la publicación:
Helmuth Harold Medina Bolaño es un homeópata barranquillero que dice que los “medios oficialistas” no cuentan lo que estaría pasando con las vacunas, y comparte varias capturas de noticias sobre muertes de pacientes vacunados.
Medina no afirma que las vacunas son la causa de estas muertes pero lo insinúa.
Esto se hace evidente al revisar otras publicaciones suyas donde habla de los “trastornos postvacunales o vaccinosis”.
El término “vaccionosis” lo acuñó el homeópata Compton Burnett en 1884 para referirse a síntomas como neuralgias, adenitis y erupciones que a su juicio habían provocado vacunas contra la viruela antivariólica.
Este término no lo usa la comunidad científica ni médica, y por eso la OMS no tiene información al respecto. Lo que asegura es que “la mayoría de las reacciones a las vacunas son leves y temporales, tales como el dolor en el lugar de inyección o la febrícula. Los raros efectos colaterales graves notificados son investigados inmediatamente”.
Chequeamos las noticias que compartió Medina en su publicación:
1. La noticia “Alemania investiga la muerte de 10 personas cuatro días después de recibir la vacuna”, del 16 de enero, señala “según los expertos, la relación de las vacunas con las muertes es bastante improbable”.
2. La nota titulada “Muere el sacerdote voluntario para el ensayo de la vacuna COVID-19”, del 3 de diciembre, explica que el padre John M. Fields tenía 70 años cuando participó en las pruebas.
También aclara que “el cura afirmó que no tuvo ninguno de estos síntomas (cansancio, náuseas, dolor o inflamación del brazo, escalofríos o fiebre) Más tarde, el 1 de octubre, recibió una segunda inyección, tras la cual tampoco sintió ningún síntoma”.
Ni esta ni la nota original en inglés dicen que la muerte del sacerdote fuera causada por la vacuna.
3. La noticia “33 ancianos de una residencia dan positivo 6 días después de recibir la segunda dosis de vacuna”, del 4 de febrero, narra que las personas recibieron la vacuna pocos días antes del contagio y explica que “la inmunidad que genera la vacuna anti covid se obtiene a los 7-10 días después de haber recibido la segunda dosis”.
Es decir, que como la inmunidad no es inmediata sino se adquiere pasada una semana, se contagiaron antes de que la vacuna hiciera su efecto.
Además, narra que “todos los residentes y trabajadores que han dado positivo en Covid-19 se encuentran en buen estado de salud, salvo algunos con síntomas leves”.
4. La nota “Dos trabajadoras llevaron la cepa británica al centro con 12 muertos y 65 positivos, todos vacunados”, del 30 de enero, narra que la residencia Vigor de Madrid “se saltó el protocolo de aislamiento y cribado y no tomó medidas hasta 10 días después de los positivos de las empleadas”.
La Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, entre muchas otras fuentes científicas, indicó que aún no se sabe si una persona vacunada evite contagiarse y contagiar, pues el objetivo principal de la vacuna es evitar los síntomas graves y la muerte, no la transmisión.
Por esto los expertos insisten en que, aun después de vacunarse y mientras no tengamos más información, hay que seguir tomando precauciones como el uso de la mascarilla y el distanciamiento social.
5. Un caso diferente son las noticias de ‘EuskalNews’, un medio abiertamente antivacunas:
a. La noticia “Las vacunas, responsables del incremento de un 525% del número de muertos por coronavirus en Gibraltar”, del 5 de febrero, es falsa.
Ya los colegas verificadores de Fast Check CL encontraron que las autoridades de Gibraltar aclararon que “de las más de 11 mil personas vacunadas, solo seis han muerto y ninguno de estos fallecimientos estuvo relacionada con la inyección”.
b. La nota “Mueren 5 personas en Francia tras recibir la vacuna de Pfizer”, del 20 de enero, es cierta. Pero omite que el ministro de Salud de ese país señaló que “las causas de estas muertes son completamente independientes” a las vacunas.
En concreto, las muertes ocurrieron en un alojamiento para personas mayores dependientes, que son “personas muy frágiles, en pérdida de la vida, autonomía y muchas veces con mucha de enfermedades y drogas”. Las cinco personas fallecidas tenían más de 75 años y sufrían de comorbilidades.
c. La noticia “La Junta suspende la vacunación en una residencia de Cádiz tras la muerte de 46 personas”, del 5 de febrero, tergiversa la información del diario ABC.
Eso porque la Junta de Andalucía no interrumpió la vacunación porque esta haya causado muertes sino porque, al tener solo la primera dosis, las personas no eran completamente inmunes.
Por eso no se pudo evitar un gran brote en la residencia Nuestra Señora del Rosario, generando “riesgo inminente para la salud pública, y en particular para los usuarios y trabajadores de este centro”.
Como la publicación sugiere que las muertes reportadas en las noticias fueron a causa de las vacunas contra el covid, la calificamos como engañosa.

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