Médicos usan argumentos sin fundamento científico. También dicen verdades a medias.

Por WhatsApp y Twitter está circulando un vídeo titulado “barbarie covid” en el que diferentes médicos colombianos hacen afirmaciones en contra de las vacunas anti covid y de la aplicación de la tercera dosis que recientemente inició el Ministerio de Salud.

Como varios usuarios nos pidieron verificar la veracidad de las declaraciones, a través del WhatsApp de La Silla (+57 318 312452), le pasamos el Detector de Mentiras. Encontramos que es más falso que cierto porque los médicos dan argumentos sin fundamento científico y dicen verdades a medias.

Este es el vídeo:

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— RAUL SALAZAR (@RAULNET22) October 4, 2021

Inicia con un fragmento del anuncio que hizo el 30 de septiembre Gerson Bermont, director de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud, de que el 1 de octubre iniciaba la aplicación de una tercera dosis de la vacuna a personas mayores de 70 años.

Bermont explicó que esa dosis sería del mismo biológico con el que fueron vacunados inicialmente, pero que las personas que se hayan aplicado Sinovac o AstraZeneca, podrían elegir una tercera dosis de Pfizer o Moderna.

El vídeo que se está difundiendo por WhatsApp solo muestra un fragmento de las declaraciones de Bermont. A partir de él, los médicos afirman que el Gobierno está obligando a una “peligrosa combinación de vacunas”, cuando es solo una alternativa, algo que no se ve por la edición que hicieron de las declaraciones completas.

A lo largo del vídeo hacen varias afirmaciones sobre las vacunas y la tercera dosis, que La Silla verificó una a una:

     1. “(Muestren) las muertes que han causado las vacunas que ustedes han colocado”

Es falso.

El médico Pablo Zabala, el primero en hablar en el vídeo, afirma que el Gobierno no ha hecho públicas esas muertes. Tampoco presenta prueba de ninguna que haya ocurrido.

No sabemos si Zabala se refiere a muertes a nivel nacional o internacional; como sea, no se han registrado ni probado muertes asociadas a la vacunación.

Entre el 14 de diciembre de 2020 y el 4 de octubre de 2021 se administraron más de 396 millones de dosis de la vacuna contra el covid en los Estados Unidos. Durante ese tiempo el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas de Estados Unidos (Vaers) recibió 8.390 notificaciones de muertes de personas que habían recibido la vacuna.

Como explican los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), esas notificaciones no son casos de muerte por causa de la vacuna, sino reportes de que existe una posibilidad de que eso sea así porque la muerte se dio después de ponerse la vacuna. Por eso, hay que revisarlos.

De entrada, pueden tener información incompleta o inexacta y a menudo carecen de contexto, tal como si la persona tenía enfermedades. Además, el Vaers incluye todos los reportes de los dos sucesos en el tiempo (primero vacuna y luego muerte), pero no establece que la muerte se deba a la vacuna.

Los CDC informaron que esos reportes están siendo revisados e investigados y, hasta ahora, después analizar certificados de defunción, informes de autopsias e historias clínicas “no se ha establecido una relación causal con las vacunas contra el covid”.

En el mismo sentido, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha explicado que “la vacunación no reduce las muertes por otras causas diferentes al covid” y que por eso “durante la campaña de vacunación es esperable que los fallecimientos por otros motivos diferentes sigan ocurriendo, en ocasiones en estrecha asociación temporal con la administración de la vacuna, sin que ello tenga que ver con el hecho de haber sido vacunado”.

En Colombia los reportes de eventos adversos los recopilan el Invima y el Ministerio de Salud. Y según el informe oficial de Eventos Adversos Posteriores a la Vacunación (Eapv) con corte del 15 de septiembre (el más reciente) en el país no hay casos de muertes que hayan sido causadas o asociadas a la vacunación contra el covid.

     2. “No dicen los efectos adversos y contraindicaciones del medicamento (vacuna)”

Es falso.

El Ministerio de Salud sí ha hecho públicos los efectos adversos y contraindicaciones, incluso en el vídeo del anuncio de la aplicación de la tercera dosis. Por ejemplo, en el portal web del Ministerio se encuentra esa información.

Los síntomas más comunes son fiebre leve, sarpullido o dolor en el lugar de la aplicación, pero no todas las personas los presentan.

De las 38 millones de dosis administradas en Colombia hasta el 15 de septiembre, en el reporte de eventos adversos se contabilizaron 17.859 reportes, 0,05 por ciento de las dosis puestas. Es decir, solo 1 caso de cualquier efecto adverso por cada 2 mil inyecciones.

El 94,9 por ciento de esos reportes son de síntomas leves y solo el 5,1 por ciento son de casos graves que han causado alguna incapacidad y han requerido de hospitalización. Son 914 casos en 38 millones de dosis.

     3. “Ustedes promocionan un medicamento (vacunas) que no tienen el estudio clínico adecuado que es entre tres a cuatro años”

Es falso.

El doctor Zabala argumenta que como los estudios de las vacunas contra el covid no duraron de tres a cuatro años, no son seguras ni tienen los estudios clínicos necesarios para ser usadas. No es así.

Como ya hemos explicado, las vacunas contra el covid que están siendo usadas sí tienen estudios clínicos adecuados: han pasado por las fases preclínica y clínica antes de ser aprobadas.

Según los CDC el desarrollo de cada vacuna inicia por una etapa exploratoria, en la que se hacen investigaciones para identificar qué antígenos se deberían usar.

Después se pasa a una fase preclínica, en la que se prueba una vacuna experimental en animales para evaluar su seguridad; si se produce una respuesta inmunitaria segura, se da paso a los ensayos clínicos con seres humanos, que se realizan en tres fases:

Durante la Fase I, un pequeño grupo de personas reciben la vacuna de prueba.

En la II, se amplía el estudio y se tienen en cuenta características como la edad y salud, para que sean similares a las de las personas a quienes está destinada la nueva vacuna.

En la III, la vacuna se administra a miles de personas y se prueba su eficacia y seguridad.

Según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), para que una vacuna sea aprobada y reglamentada se examinan los datos de cada fase para determinar su eficacia y seguridad.

Es decir, una vacuna no se aprueba según cuánto tiempo dura en estudio (por dar un ejemplo famoso en Colombia, la de la malaria de Patarroyo lleva décadas en estudio y no se ha aprobado), sino según cómo le va en sus estudios.

Los CDC han reiterado que estas vacunas se desarrollaron rápido porque “las fases se superpusieron para acelerar el proceso” para que pudieran utilizarse lo antes posible para controlar la pandemia. También hubo una inversión y una enorme demanda que aceleraron el proceso.

     4. “Las vacunas ARN tienen el problema que es un ARN modificado para que no sea degradado por el cuerpo, han cambiando el uracilo por una sustancia que deprime el sistema inmunológico”

Es engañoso.

Daniel Bejarano, el segundo médico que aparece en el vídeo, afirma que las vacunas de ARN mensajero (ARNm) tienen una modificación que impacta negativamente el sistema inmunológico de la persona que la recibe. Esto es engañoso: en este tipo de vacunas el ARN sí está modificado pero no hay prueba de que eso deprima el sistema inmunológico.

Como explicamos aquí, el ARNm es una molécula muy parecida al ARN (ácido ribonucleico) y al ADN (ácido desoxirribonucleico), que son códigos genéticos que cargan información. Lo que se está inyectando son las “instrucciones” (ARNm) encapsuladas en “cajitas” o nanoburbujas de grasa que se fusionan con células musculares en nuestro cuerpo, y allí entregan el mensaje.

Una vez adentro, la maquinaria celular usa esta “receta” y fabrica sus proteínas de espiga del coronavirus, las mismas que utiliza el virus para entrar a las células, como contamos aquí.

Las vacunas de tipo ARNm contra el covid son la de Pfizer y Moderna.

Luisa María Gómez, química farmacéutica y coordinadora del proyecto Vacunamiga del Centro de Pensamiento Medicamentos, Información y Poder de la Universidad Nacional de Colombia le explicó a La Silla que las vacunas de ARNm sí tienen una modificación en sus compuestos, pero no como la presenta Bejarano.

Gómez explica que el ARNm es una molécula muy inestable y hay enzimas que podrían destruirla. Para que eso no pase, algunas bases nitrogenadas naturales del ARN (que son la citosina, guanina, adenina y uracilo) fueron modificadas por bases sintéticas que las enzimas no reconocen y por lo tanto no pueden destruirlo.

Gómez explicó que “la uridina (una molécula que se forma cuando el uracilo se enlaza a un anillo de ribosa) fue modificada por el metil-pseudouridina. Esto con el propósito de estabilizar la molécula, de no hacerla tan inmunoreactiva y de que no genere una reacción no deseada”. Sin embargo, no hay evidencia científica que respalde la afirmación de que eso deprime el sistema inmunológico.

Es decir, el ARNm de las vacunas contra el covid sí tienen una modificación pero hay pruebas de que impacte negativamente en el sistema inmunológico, como lo hace ver Bejarano.

     5. “Las vacunas de ARN despertarán enfermedades como el herpes zóster (…) la capacidad de atacar células tumorales va a ser deprimido y ya podemos comenzar a ver casos de cáncer que están en remisión”.

Más falso que cierto.

El herpes zóster, también conocido como culebrilla, es una infección viral producida por el virus varicela-zóster, el mismo que causa la varicela. Cuando una persona se contagia de varicela y se recupera, el virus permanece inactivo en el cuerpo y su reactivación es la que provoca la infección de herpes zóster.

Solo quienes hayan tenido varicela pueden desarrollar herpes zóster en el futuro, pero no todos lo desarrollan.

En el vídeo el doctor Bejarano afirma que la modificación que tiene el ARNm, además de deprimir el sistema inmunológico, despierta esta enfermedad, pero hasta ahora eso no ha sido comprobado científicamente.

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, se desconoce la razón que lleva a que el herpes zóster se active, aunque la mayoría de casos se presentan en personas que tienen un sistema inmunitario debilitado por medicamentos o enfermedades. También explican que esta infección no pone en riesgo la vida.

En España se han registrado casos de reactivación de herpes zóster en personas que fueron vacunadas contra el covid. Algunos estudios sostienen que cuando una persona se vacuna contra el covid y su cuerpo activa la respuesta inmunitaria para aprender a defenderse, las defensas se concentran en luchar contra esa amenaza y en ese proceso se facilitaría la reactivación del herpes zóster.

Eso es algo que puede pasar con cualquier medicamento o enfermedad que baje las defensas de una persona y hasta el momento las farmacéuticas no han establecido una relación entre esa infección y las vacunas.

Gómez le dijo a La Silla que desde hace un tiempo en Vacuamiga han recibido preguntas sobre la relación entre las vacunas contra el covid y la aparición del herpes zóster, pero hasta el momento no hay evidencia científica que los relacione.

Por otro lado, el doctor Bejarano también afirma que las vacunas de ARNm afectan la capacidad de atacar células tumorales y supuestamente se han comenzado a ver casos de cáncer que están en remisión. Tampoco hay evidencia científica de eso.

Según explicó Gómez, no existe ningún caso ni base científica que soporte esa afirmación del médico y “no es fácil hacerle trazabilidad a ese tipo de afirmaciones porque no citan ningún estudio que evidencie o soporte lo que dicen”.

De hecho la Sociedad Americana Contra el Cáncer ha dicho que la mayoría de las personas con cáncer o con antecedentes de cáncer pueden y deben vacunarse contra la covid.

      6. “La combinación es peligrosa”

No hay prueba de que sea así.

José Luis Mejía, el tercer médico que aparece en el vídeo, afirma que la alternativa de cambiar de plataforma en la tercera dosis produce una combinación peligrosa.

Sin embargo, hasta ahora la evidencia científica ha sugerido que la combinación entre algunas vacunas contra el covid es recomendable y aumenta la respuesta inmunitaria.

Luisa Gómez le explicó a La Silla que la combinación de biológicos “es segura y no hay evidencia de que las personas se puedan morir por eso. De hecho estas combinaciones, o refuerzos heterólogos, es una estrategía que ya se ha implementado en otros lugares y hay evidencia que ha demostrado ser eficaz y segura en la población mayor”.

En España se hizo un estudio donde 663 personas que habían recibido una dosis de AstraZeneca, recibieron una segunda de Pfizer. En los resultados se encontró que las personas tenían una respuesta de anticuerpos mucho mayor.

La Universidad de Oxford también realizó un estudio con 850 personas mayores de 50 años y hallaron que combinar una primera dosis de AstraZeneca y una segunda de Pfizer generaba más anticuerpos que utilizar dos componentes de AstraZeneca.

Gómez también citó el ejemplo de Uruguay, donde también se están haciendo combinaciones; las personas que recibieron Sinovac están recibiendo una tercera dosis de Pfizer. Desde agosto se está aplicando esa dosis de refuerzo y hasta el momento no se han reportado casos que contradigan la seguridad de esa combinación.

De hecho, desde julio en países como Alemania, Canadá y Tailandia también han combinado las vacunas contra el covid y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) también han promovido la combinación.

Sin embargo, como dice Mejía en el vídeo, en julio la OMS sí dijo que no respaldaba la combinación ni la aplicación de una tercera dosis porque “podría resultar peligroso”.

Pero en los tres meses que han pasado la información sobre la combinación ha aumentado. De hecho ayer el Grupo Asesor Estratégico de Expertos de la OMS (Sage) recomendó que se administre una tercera dosis a las personas con un sistema inmunodeprimido y a todas las que hayan recibido Sinovac o Sinopharm.

Alejandro Cravioto, presidente del Sage dijo que “todas las evidencias indican que se necesita una tercera dosis de estas mismas vacunas o de sus homólogas”.

     7. “Una persona que se aplica la proteína spike, sí ya su cuerpo la está fabricando para defenderse de ella, va a tener una catástrofe y probablemente va se va a complicar y se tenga que morir”

Es falso.

Raúl Salazar, el último médico que habla en el vídeo, y de quien ya hemos desmentido varias afirmaciones que ha hecho sobre el covid (acá, acá y aquí) dice que la proteína spike es tóxica para el cuerpo y si se combinan las vacunas, las personas pueden morir a causa de esa proteína. Esto no es así.

Luisa Gómez le explicó a La Silla que la proteína spike o espiga es uno de los antígenos principales del covid y es clave para que se dé la respuesta inmunitaria en el organismo de cada persona: “no se trata de que esta proteína sea tóxica, porque esta fue la proteína que se identificó, en la mayoría de las vacunas, para que se genere esta respuesta inmunitaria y por eso la usan las vacunas de ARNm y de vectores virales”.

Como explicamos en el punto cinco, las vacunas de ARNm (Pfizer y Moderna) usan una “receta” y fabrican las proteínas de espiga del coronavirus para que el cuerpo genere la respuesta inmune y así cuando el organismo se encuentre expuesto al virus que causa el covid, el cuerpo sabrá cómo combatir la infección.

Por su parte, como contamos aquí, las vacunas de vectores virales (AstraZeneca y Janssen) usan una versión modificada de un virus inofensivo para dar instrucciones importantes a las células. Ese virus o vector ingresa a una célula y usa la maquinaria celular para producir la proteína “espiga”, que solo está en la superficie del virus que causa el covid.

Con eso la célula despliega la proteína espiga sobre su superficie y desencadena una respuesta del sistema inmunitario, que comienza a producir anticuerpos para combatir la infección.

Gómez explicó que si una persona que recibió la vacuna de AstraZeneca ahora recibe la de Pfizer o Moderna, lo que hará la proteína espiga será reforzar la memoria del organismo y con ello la respuesta inmunitaria.

También reiteró que no hay evidencia que demuestre que la proteína espiga sea tóxica o que al mezclarse una vacuna de ARNm con una de vectores virales provoque la muerte.

Como explicamos en el punto seis, esa combinación ya se ha hecho en otros países y los estudios científicos señalan que genera más anticuerpos y mayor respuesta inmunitaria, no la muerte.

En suma, el vídeo que se está difundiendo en WhatsApp y Twitter presenta de forma engañosa el anuncio que hizo el Ministerio de Salud sobre la aplicación de la tercera dosis de refuerzo, porque lo muestran como si la combinación de vacunas fuera obligatoria, cuando en realidad no es así. Además dan argumentos que no tienen fundamento ni evidencia científica y dicen verdades a medias que resultan engañosas. Por eso, calificamos el vídeo como más falso que cierto.

Soy fact-checker del Detector de Mentiras de La Silla Vacía. Estudié Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Pontifica Bolivariana seccional Bucaramanga. En dos ocasiones he recibido el premio de periodismo Luis Enrique Figueroa Rey, en 2019 fue a mejor trabajo de periodismo universitario...