En Facebook circula una publicación que toma un trino del periodista Gustavo Rugeles en el que habla sobre Francia Márquez, candidata a la vicepresidencia por el Pacto Histórico, su hijo y su papel como víctima en La Habana.

Como usuarios la han reportado como falsa, y el trino original tiene casi seis mil reacciones en total, le pasamos el Detector de Mentiras y encontramos que es engañosa.

Así se ve la publicación:

Luego de que trinó Rugeles, Francia Márquez le respondió diciendo que lo hacía “responsable por lo que le pueda pasar” a sus hijos. Además, le pidió a la Fiscalía investigar al periodista. Carlos Adrian Márquez, hijo de Francia, hizo privado su perfil de Facebook.

Para este detector podemos dividir al trino en tres afirmaciones.

1. “Carlos Adrián Márquez, hijo de Francia Márquez, estudió en Cuba”. Cierto.

Según Diego Grueso, abogado de víctimas en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), asesor de comunidades negras en procesos de acción colectiva y amigo de Francia Márquez, la afirmación es cierta.

“Está estudiando allá. Recién debe haber comenzado. Estaba en un premédico, entiendo que ya pasó a la facultad. Como muchos otros colombianos, estudia becado en Cuba”, le dijo a La Silla.

2. “La candidata a la vicepresidencia siempre ha tenido vínculos con la Isla”. Falso.

Como contamos en este perfil, Francia se ha dedicado al trabajo por su comunidad en el Cauca, y su reconocimiento nacional ha estado cargado de amenazas, incluso contra su vida.

Márquez, antes de su notoriedad dentro de la política electoral, fue lideresa en el Pacífico. Participaba en asambleas comunitarias de poblaciones negras que se hacían para evaluar los impactos de la desviación del río Ovejas al Embalse de Salvaijna para aumentar la capacidad de esa hidroeléctrica. Además, dentro de su comunidad ha sido siempre conocida por su entrega a ella, su defensa medioambiental y la oposición a la llegada de multinacionales.

De hecho, su trabajo la llevó a ser desplazada en 2014, luego de participar, junto a los habitantes del Consejo Comunitario de La Toma, en protestas contra títulos mineros que el Gobierno estuvo otorgando sin consultar previamente con ellos. Se radicó en Cali, donde finalizó sus estudios en Derecho.

Su activismo empezó a los trece años, según la página oficial del Premio Goldman de medioambiente, galardón que se le otorgó en 2018 precisamente por su lucha contra la minería en su territorio.

En 2015 recibió el premio a la Defensora del Año que entrega anualmente el Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia, reconociendo su empeño como lideresa en el Cauca.

En 2020, además, fue elegida como presidenta del Consejo Nacional de Paz, un órgano consultivo para el Gobierno en temas de paz.

En una entrevista con el diario El País, de España, le preguntaron si en algún momento ha pensado en refugiarse fuera de Colombia, como ha ocurrido con otros líderes y defensores de derechos humanos. “Lo he intentado, pero irme sería otra forma de morir. Acá tengo mi ombligo sembrado, crecí en una comunidad que me enseñó a pensar en colectivo, no me podría alejar”, dijo.

Desde la campaña de Márquez le negaron a La Silla también que haya estudiado allá o que tenga relación con algún personaje relevante de la política cubana.

En síntesis, la residencia, estudio y trabajo de Francia Márquez siempre han estado en Colombia, principalmente en el Cauca. No hay registros de lazos entre la candidata y Cuba, más allá del estudio de su hijo, que contamos en el punto anterior, y su viaje como víctima a La Habana durante el Proceso de Paz, del que hablaremos en el punto siguiente.

3. “Junto a Piedad Córdoba también usurpó el lugar de las verdaderas víctimas de las Farc”. Debatible.

La calificación de esta frase depende de la visión que se tenga sobre quién debió ir a La Habana, dado que Márquez no fue víctima de las entonces Farc, pero sí es víctima del conflicto armado, pues ha sido amenazada por bandas criminales y grupos paramilitares y ha tenido que desplazarse.

Por eso hizo parte de la quinta delegación de víctimas que fue a Cuba en diciembre de 2014, con Piedad Córdoba y víctimas de las Farc (como María Susana Portela o Mauricio Armitage), de paramilitares (Jairo Barreto o Camilo Villa), y del conflicto en general.

El comunicado de la Universidad Nacional, la Conferencia Episcopal y las Naciones Unidas en el que explican por qué ella hace parte de la delegación dice que su comunidad “está afectada por el impacto del conflicto armado, por la existencia de megaproyectos en su región y por la presencia de poderosas multinacionales mineras, junto con minería ilegal”. Y continúa: “Francia se encuentra desplazada y ha sido objeto de frecuentes amenazas por parte de bandas criminales”.

Ahora bien, según la Real Academia Española, usurpar es “Apoderarse de una propiedad o de un derecho que legítimamente pertenece a otro, por lo general con violencia” o “Arrogarse la dignidad, empleo u oficio de otro, y usarlos como si fueran propios” así que la frase es cierta si se entiende que ella tenía, o no, el derecho de ir como víctima.

Rugeles es de la opinión de que no, pues solo deberían ir víctimas de las Farc. Sin embargo, en su negociación, las entonces Farc y el Gobierno acordaron que podrían ir víctimas de otros actores armados, como se lee en el Acuerdo Final, el Acuerdo Sobre las Víctimas y el Plan Marco de Implementación.

Dado el debate al respecto, luego de que una primera delegación de víctimas viajara a La Habana, la Organización de las Naciones Unidas en Colombia, el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional, y la Conferencia Episcopal Colombiana revelaron los criterios por los que seleccionaron a las víctimas.

La Mesa de Conversaciones dijo que esos criterios “deben reflejar todo el universo de violaciones a los derechos humanos e infracciones al DIH que se hayan presentado a lo largo del conflicto interno, teniendo en cuenta los diferentes sectores sociales y poblaciones, y el enfoque regional.

Incluso, según la noción de víctimas que se adoptó durante los diálogos, “los integrantes de la Fuerza Pública y sus familiares, así como los integrantes de los grupos de la guerrilla y sus familiares, pueden entonces ser víctimas si sufrieron daños o menoscabo sustancial de sus derechos como consecuencia de violaciones manifiestas a los derechos humanos o al DIH”.

Conclusión

Como Francia Márquez fue como víctima a La Habana y no hay registros de algún vínculo entre ella y Cuba, aunque su hijo sí estudia en la isla, calificamos la publicación como más falsa que cierta.

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