Ministra de Salud Carolina Corcho. Foto: Twitter minSalud.

La ministra de Salud Carolina Corcho entregó varias cifras en una entrevista de Blu Radio el 4 de noviembre para sustentar que el sistema de salud colombiano tiene graves problemas. Lo hizo en el contexto del lanzamiento del programa preventivo de salud territorial del Gobierno y es la manera de ambientar la reforma a la salud que radicará el próximo año.

La Silla Vacía le pasó el Detector de Mentiras y encontró que de nueve afirmaciones, siete son ciertas, una debatible y otra engañosa. Varias están relacionadas con dos de los indicadores más importantes en salud pública: mortalidad materna e infantil, ambas prevenibles. Lo que significa que en materia de prevención el sistema de salud está fallando. También muestra las desigualdades que hay en el acceso.

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En el lanzamiento del programa preventivo de salud territorial, que tuvo lugar el 3 de noviembre en Aracataca, Magdalena, el presidente Gustavo Petro dijo “en 2018 la mortalidad materna llegó a 45.29 muertes por cada 100 mil nacidos vivos”, a esa cifra se refiere la ministra Corcho.

Esa es la cifra de mortalidad materna temprana, que son aquellas ocurridas durante el embarazo, parto o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del embarazo. Y hay otras cifras que componen la tasa de mortalidad materna en su totalidad. La de las muertes maternas tardías, que son las ocurridas por cualquier causa relacionada por el embarazo o su atención después de los 42 días; y muertes maternas por secuelas, que son aquellas ocurridas después de un año de la terminación del embarazo.

Según un informe del Dane, en 2018 la tasa de mortalidad materna temprana (RMM) a que se refiere Petro sí fue de 45.3 muertes por cada 100 mil nacidos vivos. Aunque en ese año que él señala tuvo una caída con respecto al año anterior, cuando fue de 51 muertes por cada 100 mil nacidos vivos. Aún así desde 2019 viene subiendo.

La tasa total de mortalidad materna (Rtmm), por otro lado, ha subido de manera constante desde 2015. En 2018 fue de 80.3 muertes por cada 100 mil nacidos vivos y en 2021 —según las cifras preliminares— alcanzó las 112.7 muertes. 

Una tendencia en la que según un informe del Dane puede haber influido, por un lado, el pico de migrantes venezolanas entre 2015 y 2017, que no estaban afiliadas a la seguridad social —ese fue el sector en el que se dieron las mayores muertes maternas—. Y luego en 2020 con el covid que se ubicó como la principal causa indirecta con casi un 14 por ciento. 

Sobre la gravedad de las tasas, la promedio de mortalidad materna de los países de la Ocde es de 9.43 muertes por cada 100 mil nacidos vivos. Colombia en el 2019 —últimas cifras disponibles— ocupó el primer lugar con 50.7 muertes por cada 100 mil nacidos vivos, casi cinco veces mayor. Por lo que sí es una problemática como dijo la ministra Corcho.

En Latinoamérica, el país con mejor tasa de mortalidad materna temprana es Chile, con 22.10 en 2020. Colombia tuvo una tasa dos veces mayor. 

Según el protocolo de vigilancia de mortalidad materna del Instituto Nacional de Salud, garantizar una maternidad segura era uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015. La meta de Colombia era reducir la mortalidad materna a 45 muertes por cada 100 mil nacidos vivos. Pero en 2015 la tasa fue de 72.

Por otro lado, como afirma Corcho, la mortalidad materna sí es evitable. Según los protocolos de vigilancia de la Alcaldía de Bogotá, entre 90 por ciento a 95 por ciento de las muertes maternas son evitables con un “adecuado conocimiento y uso efectivo de las tecnologías existentes”. 

Según explica el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) en un informe sobre América Latina y el Caribe publicado en 2020, la mortalidad materna es determinada por una serie de factores que influyen en la vida de la mujer gestante como la desigualdad económica, la educación, y el acceso y calidad de los servicios para la atención materna y la planificación familiar.

La muerte por desnutrición en menores de cinco años se produce por la falta de la seguridad alimentaria en los primeros años de vida, y tal como afirma Corcho, este tipo de casos son evitables.

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), existen acciones de bajo costo que los Gobiernos y comunidades pueden emprender contra la desnutrición. Entre estos están el acceso a atención médica; la formación de padres y madres; el alimento terapéutico para los niños en condiciones de vulnerabilidad; la lactancia materna; y el acceso a agua potable y saneamiento.

En Colombia el Instituto de Bienestar Familiar (Icbf) y el Ministerio de Salud tienen estrategias de atención y prevención de la desnutrición infantil. 

Según las cifras más recientes del Dane, publicadas en septiembre, la tasa de mortalidad por desnutrición en menores de 5 años descendió entre el 2019 y el 2020, pasando de 9.2 muertes por cada 100.000 niños menores de 5 años, a 6.7 muertes.

Pero luego, según los datos preliminares de 2021, la tasa subió a 7.5 muertes por cada 100.000 niños de 5 años. 

La Silla Vacía no pudo encontrar cifras de mortalidad infantil por desnutrición entre los países de la Ocde. Las que están disponibles son las tasas de mortalidad infantil (menores de un año). La tasa promedio de esa organización fue de 5.75 por cada mil nacidos vivos en 2020. 

La muerte de niños y niñas menores de cinco años está relacionada en un 45 por ciento con problemas de nutrición.  

Y según este informe del Dane, ​​”la lactancia materna y la inseguridad alimentaria de los hogares están estrechamente relacionadas con la morbimortalidad de los menores de un año. La leche materna, además de prevenir la desnutrición, también brinda anticuerpos al recién nacido que lo protegen de la diarrea, las alergias, el asma y las infecciones respiratorias”

En 2020 la tasa de mortalidad infantil de Colombia fue de 17.62, el triple de la de la Ocde. Según cifras de ese año, Colombia se ubicó en el peor puesto de la Ocde, seguido de México con 13.8. 

Dada la relación entre desnutrición y mortalidad infantil, y la posición de Colombia dentro de la Ocde en este último indicador, sí estaría dentro de los peores países de esa organización. Sin embargo no pudimos comprobarlo porque no encontramos cifras específicas de la Ocde que vinculen las dos variables.  

En las mediciones de 2020 del sistema de Naciones Unidas que incluyen a todos los países, el panorama es distinto. Colombia ocupó el lugar 103 entre 183 y, por encima, están países de Latinoamérica como Bolivia, Paraguay, Brasil o México. 

En la actualidad, el sistema de salud chileno está basado en un programa de Atención Primaria de Salud (APS).

Según la Organización Mundial de la Salud, este tipo de programas buscan “garantizar el mayor nivel posible de salud y bienestar y su distribución equitativa mediante la atención centrada en las necesidades de la gente a lo largo del proceso continuo que va desde la promoción de la salud y la prevención de enfermedades hasta el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos”.

En Chile la APS brinda un programa de salud de la mujer que comprende el control pre-natal, control de paternidad responsable, consultas de morbilidad obstétrica y ginecológica.

Además de esto, también cuenta con un sistema de parteras conocidas como matronas. Según el Colegio de Matronas y Matrones de Chile, actualmente existen 20 escuelas de Obstetricia y Puericultura en el país, dependientes de diversas universidades, en las que se imparte la carrera que otorga el título profesional de matrona.

Según un reporte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para 2021 se estimaba que en Chile había unas 12 mil matronas y unas 65 mil en Latinoamérica. También explica que el rol de estas profesionales es clave en la atención de la salud materna y perinatal, principalmente en las comunidades apartadas de Chile.

En eso también coincide la Organización Mundial de Salud (OMS), que aseguró que la presencia de matronas en los partos “reduce las tasas de mortalidad materna y neonatal en más de un 80 por ciento, y reduce los partos prematuros en un 24 por ciento”.

Según las cifras más recientes de la OPS, del 2020, Chile sí está entre los países de América y el Caribe que tienen el índice de mortalidad materna más bajo: 21,0 muertes por cada 100 mil nacidos vivos. Por encima de Chile solo está Canadá con 7,0 muertes.

En la gráfica Guayana Francesa también se ubica en 14,7 muertes por cada 100 mil nacidos vivos, pero sus cifras son del 2015. 

La tasa de mortalidad infantil (TMI) se puede medir como el número de defunciones de niños menores de 1 año por cada 1.000 nacidos vivos para un año en específico. Según cifras del Dane, la TMI para 2020 fue de 17.62 defunciones por 1.000 nacimientos.  

De acuerdo con el Ministerio de Salud, entre 2005 y 2018 la mortalidad infantil se ha mantenido entre un 33 por ciento y un 40 por ciento más alta en la población que vive en las áreas rurales dispersas que en aquellos que viven en las cabeceras, lo que significa que se presentan de cuatro a seis muertes más en el área rural que urbana, una relación cercana a la que hizo la ministra Corcho para mostrar la desigualdad en el acceso a los servicios de salud entre ambas zonas. 

De acuerdo a cifras del Ministerio de Salud, 409 municipios (37 por ciento), de 1.103, no tenían el 70 por ciento de los esquemas completos de vacunación a corte de 1 de noviembre de 2022. 

Sin embargo, en los últimos meses ha habido un avance porque para abril pasado solo 525 municipios en el país habían logrado porcentajes de vacunación por encima del 70 por ciento. 

Esta fue la gráfica proporcionada por minSalud:

En la entrevista, el periodista de Blu Radio, Néstor Morales le preguntó a la ministra Corcho la fuente de esa información diciéndole: “Si manejamos mal el covid, ¿por qué la Organización Mundial de la Salud destaca a Colombia como uno de los países que mejor manejó la pandemia?”. A lo que la ministra Corcho responde: “Habría que preguntarle a la Organización Mundial de la Salud, pero te estoy diciendo los ranking internacionales que se han hecho en el país y te indican que hay realidades conocidas en el país”. 

Sin embargo, no hay una fuente clara que indique que Colombia fue uno de los 20 países con más letalidad durante el covid. 

Un informe de la Ocde de 2021 indica que al 1 de noviembre de 2021, Colombia tenía la tasa más baja de vacunación contra el covid entre los 37 países de la Ocde. Pero no muestra ningún dato que diga que Colombia estuvo en el ránking de los 20 países con mayor letalidad. 

Una revisión de los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins indica que Colombia no está entre los 20 países que tienen más muertes en proporción a sus casos de covid. 

En cuanto al ranking de mortalidad y casos, Colombia está en la posición número 28 entre 193 países (va de mayor número de muertes a menor), debajo de Perú, Argentina, Brasil y Chile. Es decir, sí está en una posición que indica que tuvo una letalidad alta, pero otros países sudamericanos tuvieron una mayor.

En la medición de OurWorldData, Colombia está en la posición 31 de los países con más número de muertes por millón de habitantes, también por debajo de Argentina, Perú, Brasil, Chile y Paraguay.

Pero hay otros rankings que muestran que Colombia tuvo un buen manejo de la pandemia del covid. 

Por ejemplo, el Ranking Bloomberg presentaba mensualmente cómo estaban manejando la pandemia de Covid los 53 países con las economías más grandes del mundo. Para eso, Bloomberg evaluaba once indicadores económicos y sociales, desde los casos y tasa de letalidad en un mes por cada 100 mil habitantes, hasta el índice de bienestar humano. 

Para la última medición que el diario hizo, que fue la de junio de 2022, Colombia ocupó el puesto 12 en el ranking y efectivamente es el país latinoamericano que se ubica mejor en la tabla de posiciones. Si bien sólo se incluyeron seis de los 19 países de la región. 

En conclusión si hubo rankings en los que Colombia quedó en los primeros 30 puestos, pero no en los 20 con mayor letalidad, como dice la ministra Corcho. 

El 23 de septiembre de 2022 el Superintendente de Salud, Ulahí Beltrán López, durante el XVII Congreso Nacional de Salud dio a conocer que entre enero y julio del 2022 se formularon 717.913 peticiones, denuncias y quejas contra las EPS de pacientes que necesitaban atención inmediata. Según informa el superintendente, el 35% del total de las quejas son calificadas bajo el nombre de “riesgo de vida”. Esto es un poco más de 251 mil. 

Beltrán también señaló que “cada día se radican ante la Supersalud 3.419 quejas y denuncias de pacientes y enfermos que no encuentran acceso a los servicios ni atención digna por parte de las entidades a las que están afiliadas”.

Y enfatizó que las EPS del régimen contributivo son las que más reciben quejas y denuncias por este tipo de casos.

Según el histórico por régimen, en lo que va del año el régimen contributivo presenta una tasa de peticiones, quejas y reclamos de 21.45% frente al subsidiado con 11.25%.

Según la Superintendencia, los casos Pqrd bajo el motivo de “deficiencia en la efectividad de la atención en salud” reportados en el mismo periodo, pero en el año 2021, sumaron un total de 30.445. Es decir que frente al año pasado se presentaron 687.468 más en lo que va corrido. 

A pesar de que la ministra no precisó el año en el que se interpusieron más de 200 mil tutelas en el sector de la salud, el año que más se acerca a esta cifra es el 2019, en donde la Corte Constitucional indicó que se presentaron 207.383 tutelas reclamando el derecho a la salud, superando incluso el 2020, año en el que comenzó la pandemia del covid.

La Corte también reveló que entre los derechos más demandados en el país en el periodo del 2019-2022, la salud ocupa la segunda posición por debajo del derecho de petición.

La cifra de 2019 resulta ser atípica puesto que en los años posteriores no se presentó una cifra tan alta como la de ese año. 

En el 2020:

En el 2021: 

Y en lo que va del 2022:

Según la Defensoría del Pueblo, en el 2019, “las solicitudes de servicios de salud (Tutelas) incluidos en el Plan de Beneficios de Salud (PBS) presentaron un incremento del 85.32 %. Estas cifras siguen evidenciando la baja capacidad del Estado en el ejercicio de inspección, vigilancia y control de los actores del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Sgss) y de los regímenes especiales.”  

Según la Organización Panamericana de Salud (OPS) y la OMS, los principales indicadores de salud en la región de las Américas y las subregiones son la esperanza de vida al nacer,  la mortalidad materna y la tasa de mortalidad infantil. Los últimos dos, enfatizados por la ministra Corcho.

La tasa total de mortalidad materna en Colombia ha subido de manera constante desde 2015. En 2018 fue de 80.3 muertes por cada 100 mil nacidos vivos y en 2021 —según las cifras preliminares— alcanzó las 112.7 muertes.

La tasa promedio de mortalidad materna de los países de la Ocde es de 9.43 por cada 100 mil nacidos. Colombia en el 2019 —últimas cifras disponibles— ocupó el primer lugar con 50.7, cinco veces mayor. 

En 2020 la tasa de Colombia fue de 17.62 por ciento, el triple de la de la Ocde que es 5.75. Según cifras de ese año, Colombia se ubicó en el peor puesto de la Ocde, seguido por México con 13.8. 

Según el Dane, los determinantes que se relacionan con la mortalidad infantil en Colombia son el ingreso per cápita de los hogares, el tipo de aseguramiento, el área de residencia, la educación de la madre y su estado civil, la lactancia materna, la seguridad alimentaria y las enfermedades asociadas con la pobreza.