En Cali, la desolación de las principales plazas del centro de la ciudad no cambió durante toda la mañana, ni siquiera cuando arrancó la transmisión en vivo desde Mesetas, Meta. Fue un día cualquiera. 

Ni siquiera en la Asamblea del Valle, donde las FARC secuestraron a 11 diputados en el 2002, por las que las FARC ya les pidió perdón a sus víctimas y que hace unos días conmemoró la fecha, hubo alguna muestra de celebración de este día histórico. El celador, ni siquiera nos dejó tomar una foto y menos entrar al edificio que se veía igual que siempre.

En otras ciudades del Pacífico fue distinto. En Quibdó, el gobernador Jhoanny Palacios presidió un evento que tuvo cara de fiesta en el Concejo de Quibdó 

Y en Popayán, también hubo transmisión que vieron varios curiosos y algunos funcionarios. 

La expectativa es que en Cali sí haya algo más tarde, a las 3, cuando Marcha Patriótica y el movimiento Convergencia por la paz citó a un evento para celebrar el último día de armas de las FARC. Mientras tanto, a la hora del almuerzo a la única que parece importarle es a esta vendedora del centro de Cali