Con el 88 por ciento de las mesas escrutadas, el 62 por ciento de los chilenos –equivalentes a 6,9 millones de personas– rechazaron el cambio de Constitución.
El resultado es un golpe para el presidente de ese país Gabriel Boric, quien llegó al poder en marzo de este año como propuesta de cambio en Chile, tras el estallido social que arrancó en 2019 en ese país.
El texto que fue rechazado tenía 388 artículos y había sido redactado por una Conveción Constituyente que fue elegida por voto popular.
Entre otras, ese documento buscaba acabar el Senado, permitir el aborto, e implementar un nuevo modelo de salud y de pensiones.
La fallida Constitución buscaba reemplazar a la que rige en ese país desde 1980, que fue escrita por la dictadura de Augusto Pinochet.
El texto generó división en el país porque había propuestas consideradas radicales dentro del texto.