La fecha sería el 15 de noviembre, según el comunicado de la cadena de droguerías.
Cruz Verde no podrá seguir despachando medicamentos por fuera del Plan Básico de Salud —con el que todas las EPS deben cumplirle a sus usuarios—. Explica que Sanitas, la EPS más grande del país, “ha venido acumulando mensualmente una cartera por concepto de medicamentos e insumos no PBS del orden de los 400 mil millones de pesos”, se lee en el comunicado.
Dicen que llevan más de tres años negociando con la EPS y no han podido resolver el pago de cartera pendiente.
Aquí el comunicado completo:

Sanitas rechazó el pronunciamiento de la farmacia
La EPS dice que la decisión de Cruz Verde puede afectar a sus usuarios.
Además, explican que es exactamente este tema de presupuestos sobre el cual llevan alertando al gobierno nacional.
Recorderis: En agosto de este año, las EPS Sura, Sanitas y Compensar, cuyos presidentes le enviaron una carta al minSalud, Guillermo Alfonso Jaramillo sobre cómo las dificultades económicas de las empresas podría dificultar “prestar los servicios y continuar con sus operaciones después de septiembre”.
Sobre el anuncio de Cruz Verde, Sanitas dice que “estamos buscando alternativas y activando planes de contingencia para que la dispensación de medicamentos no PBS se vea lo menos afectada posible”, se lee en el comunicado.
Y explican que no han tenido respuestas del gobierno a pesar de sus alertas.
“Nos reservamos la ejecución de las acciones pertinentes, en defensa de nuestros usuarios, para garantizar el acceso a los medicamentos no incluidos en el PBS”, explican.
La Supersalud también respondió a la situación.
Le exige a Sanitas presentar el detalle del plan de contingencia para garantizar el acceso de sus afiliados a medicamentos no PBS.
¿Por qué es clave?
La reforma a la salud que plantea el gobierno podría seguir afectando las finanzas de las EPS.
Con el cambio de ministro de Salud, la llegada de Guillermo Alfonso Jaramillo, hay un ambiente de más apertura y negociación entre el gobierno y las EPS. Eso responde a una clase de desesperación de ambas partes.
Por un lado, el gobierno necesita pasar la reforma que más le ha consumido capital político. Por el lado de las EPS, requieren conciliar para sobrevivir a su crisis financiera.