En Arauca, Julio Acosta, el condenado gamonal electoral, recupera su poder después de salir de prisión. Es protagonista en las dos campañas ganadoras a Gobernación y Arauca capital, mostrando que su influencia permanece en la política araucana.
En la gobernación, con 40.853 votos, triunfó Manuel Pérez, el exconcejal de Tame del Centro Democrático que se quemó en 2019 intentando aspirar a la Alcaldía de ese municipio.
Ahora logra la gobernación con el apoyo del condenado exgobernador Julio Acosta. En la campaña, Pérez enfrentó problemas para movilizarse por el departamento en las zonas que domina el ELN.
Le ganó a Renson Martínez, el candidato del representante Liberal Germán Rozo, por un margen de 137 votos. Martínez había logrado tener una parte del facundismo de su lado y tenía además a personajes políticos de vieja data, como el condenado exalcalde de Arauca, Benjamín Socadagui.
Es la primera vez que el movimiento liderado por el destituido exgobernador Facundo Castillo, quien actualmente está preso por nexos con el ELN, no pone su ficha a dirigir el departamento. Esto es un cambio de rumbo, que no se veía desde 2004, cuando Acosta fue gobernador en la época más dura del paramilitarismo.
La movida en la Alcaldía de Arauca
En la capital araucana, ganó Juan Qüenza, el controvertido diputado que creció en política gracias a las redes. Este se alejó del partido Liberal después de que le dieran el aval a su rival, Ehiana Galeano. Y consiguió el aval de la Nueva Fuerza Democrática gracias a los Acosta, como lo contamos en La Silla, posicionándose con el 45 por ciento de los votos en esta contienda.
La fuerza de Qüenza en redes sociales, sumado al hastío de los araucanos por la clase política tradicional, lo llevó a posicionar su lista al concejo de desconocidos como la segunda con mayor votación en la capital.
Qüenza es un candidato polémico que ha propuesto “darle plomo” a los consumidores de marihuana o implementar la “paloterapia”, llega a un municipio qué no cree en la actual administración y que por primera vez en años rompe el paradigma político acercándose a la derecha dura y a la sombra del cuestionado Julio Acosta.