Se trata de Miguel Banguera Jaramillo. Él está implicado en el escándalo de corrupción de la alimentación escolar de la alcaldía de Neiva de Gorky Muñoz que denunció La Silla en 2020. Banguera era socio y representante legal de las tres empresas de Tumaco, Nariño, a las que Muñoz les entregó a dedo más de 8 mil millones de pesos en contratos.
Banguera era la mano derecha de quien en realidad controlaba esas dos empresas: el concejal Haiden Otoniel Vergara. Tras la denuncia, la Fiscalía encontró que Vergara había sido un financiador de la campaña del alcalde Muñoz en 2019 y que obtuvo esos millonarios contratos de la alimentación escolar como contraprestación.
Los aportes de Vergara a la campaña de Muñoz nunca fueron registrados en las cuentas oficiales. De cómo Vergara puso plata a esa campaña a la espera de contratos quedó evidencia en este audio que reveló la Fiscalía.
Por ese escándalo, la Fiscalía imputó en 2022 cargos por interés indebido en la celebración de contratos, violación al régimen de inhabilidades y peculado por apropiación al alcalde Muñoz, al contratista Miguel Banguera, al concejal Otoniel Vergara y otros funcionarios de la Alcaldía que manejaron esa contratación.
Y los tiene en etapa de juicio, aunque no hay fechas para el arranque del mismo.
Igual, siguen en política
A pesar del escándalo y de que están en la mira de la justicia, el contratista Banguera y su jefe Vergara siguen metidos en política. Banguera se lanzó al Concejo de Tumaco, avalado por el partido Conservador, y salió elegido con más de 2 mil votos y heredando la estructura de Vergara.

El propio Vergara también jugó duro en las regionales. Hizo alianza con el cacique local Neftalí Correa Díaz para hacerle campaña a la Alcaldía a Jorge Luis Correa Díaz (hermano de Neftalí). En esta última apuesta Vergara sí perdió porque quedaron de segundos.