Desde los inicios de la pandemia ha sonado la ivermectina —un medicamento comúnmente usado como antiparasitario— como posible tratamiento para el covid-19. La recomendación ha sido controversial en la comunidad médica, donde hay opiniones divididas sobre el balance riesgo-beneficio de usar el medicamento.

Actualmente, la OMS solo recomienda usarlo en estudios clínicos y la FDA y la EMA —el Invima gringo y europeo, respectivamente— no lo recomiendan. 

Pero mucha gente lo usa, en Estados Unidos, en Europa, y en Colombia también. 

¿Qué pasó?

En noviembre, la publicación de un estudio realizado en Egipto inclinó la balanza hacia quienes apoyaban su uso, pues los autores del estudio aseguraban que en los pacientes tratados con ivermectina hubo “una mejoría sustancial y una reducción en las tasas de mortalidad” en un 90 por ciento. 

Por el tipo de estudio realizado (un ensayo clínico aleatorizado) y por su gran tamaño parecía ser evidencia sólida.

Ahora, el estudio fue retractado debido a preocupaciones sobre presunta fabricación de datos y plagio por parte de los autores. Las inconsistencias que suscitaron estas sospechas están detalladas en este artículo de The Guardian.

La retractación del estudio debilita considerablemente la evidencia que soporta el uso de ivermectina para el manejo de covid. Además de este, hay muy pocos estudios que hayan encontrado evidencia sólida de que este medicamento sea eficaz. Muchas otras publicaciones académicas no han encontrado evidencia de que sirva en pacientes covid.