La mañana terminó sin mayores alteraciones. Más allá de las transacciones esquineras de compra de votos no cambió mucho el ambiente. Según han dicho personas con las que habló La Silla, esto se debe a la cantidad de militares y policías que llegaron para cuidar los puestos de votación. Son más de 1500 efectivos, según ha informado el Viceministro del Interior, Luis Ernesto Gómez.

Aunque en la calle hay gente esperando quién les compre su voto, no hay muchos oferentes por la vigilancia. El despliegue de la Registraduría, la Fiscalía, el CTI, URIEL y la MOE han contenido hasta cierto punto las transacciones callejeras de compra de votos. 

Hay una especie de tensa calma en el ambiente esperando que sucede ahora en la tarde. Seguimos a la espera.