Asociatividad: base para el fortalecimiento y el desarrollo del campo

Asociatividad: base para el fortalecimiento y el desarrollo del campo
aloo.png

Hace poco leía un texto publicado por la agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) en el cual se hacía una reflexión alrededor de la esencia de la asociatividad desde los primeros años de la civilización humana.

Dicho documento destacaba como Aristóteles nos bautizó como “un animal social” que conformó comunidades para lograr evolucionar, acceder a alimentos, contar con seguridad frente a los depredadores y desplazarse largas distancias en busca de climas más amables. La idea concluía señalando que “la solidaridad y el apoyo mutuo entre los miembros de la comunidad resulta ser un elemento indispensable para que la especie perdure durante más o menos tiempo”.

Esto me llevó a pensar en dos palabras: solidaridad y apoyo. Dos cualidades que nos pueden ayudar a recordar las bases de la asociatividad, sobre todo teniendo en cuenta que son valores clave para que un individuo pueda sentirse parte de una comunidad y aportarle de manera positiva.

Por otro lado, vale la pena destacar que en ese proceso es importante que se identifiquen intereses y necesidades comunes que aumenten la empatía y lleven a las personas a entender que el otro necesita de colaboración y apoyo.

Creo que todo lo anterior hace parte de una fórmula que nos permite ser testigos de un correcto desarrollo de las comunidades. Este pensamiento ha sido la base de las estrategias de la Fundación Alpina para fomentar la asociatividad, en el marco de procesos de inclusión económica y social, con familias de pequeños productores rurales en diez departamentos de Colombia.

A esta idea le sumamos la autogestión como principio básico para la aproximación a una asociatividad sostenible. Por ejemplo, con el proyecto “Autonomía Económica de la Mujeres Rurales en el Cauca”, el cual ejecutamos en alianza con la Unión Europea y Comfacauca desde agosto del 2020 hasta diciembre del 2022, identificamos que los Grupos Autogestionados de Ahorro y Crédito (Gaac) en las zonas rurales son una excelente herramienta para fomentar la asociatividad productiva. Implementamos 63 talleres para el fomento de la asociatividad, logrando la implementación de 21 de estos grupos.

Adicionalmente, promover asociaciones genera en primer lugar un impacto a nivel económico, ya que fortalece la capacidad de ahorro y permite el acceso a créditos en poblaciones alejadas de las entidades financieras.

En segundo lugar, trae resultados positivos a nivel individual y comunitario gracias al aumento de la autoestima y la autonomía de los participantes, así como el rescate de valores como la solidaridad, la responsabilidad, el respeto, el compromiso y la confianza.

Por otra parte, estos Gaac permiten potencializar habilidades asociativas, financieras y comerciales, ya que su manejo y funcionamiento está a cargo de los mismos participantes. Estos encuentran la necesidad de definir estructuras organizativas, manejo de los recursos, comités de apoyo, reglas de funcionamiento, entre otros. De esta manera, se fortalece su capacidad de toma de decisiones.

Igualmente, en la evolución de los Gaac se pueden incorporar otros modelos asociativos autogestionados como el ‘Sistema Participativo de Garantías’ con el que, a través de la autocertificación de calidad de los productos se vincula a los miembros en ejercicios de seguimiento técnico para garantizar productos saludables e inocuos. Esto permite una aproximación a los mercados, basada en una certificación que avala su calidad.

En Colombia, se han implementado diversas políticas públicas de apoyo que promueven la organización de productores rurales. Sin embargo, los resultados han sido poco satisfactorios ya que no se ha logrado garantizar la sostenibilidad de los procesos, en gran medida porque no incluyen iniciativas para disminuir el individualismo, el bajo compromiso de los productores con la organización y la falta de capital financiero para competir con intermediarios. Si bien se han logrado avances en cuanto al aumento de ingreso de los productores, todavía hay un largo camino por recorrer como sociedad.

Esto nos permite concluir que para asegurar la sostenibilidad de los procesos de asociatividad rural es necesario abordarlo de manera integral teniendo en cuenta aspectos económicos, técnicos, ambientales, políticos y sociales que permitan garantizar la construcción de capital social. 

Todo lo anterior soportado en relaciones de confianza para que exista un aumento de compromiso, el cual los lleve a alcanzar las metas de los planes construidos participativamente. Así pues, las entidades privadas, el gobierno y las ONG, entre otros organismos, tenemos la oportunidad de extender el conocimiento adquirido para fortalecer la conciencia social, individual y colectiva, permitiendo la sostenibilidad de estos esfuerzos comunitarios que son la base para la construcción de un campo más competitivo. 

Temas destacados

Este espacio es posible gracias a

*Este es un espacio de opinión y debate. Los contenidos reflejan únicamente la opinión personal de sus autores y no compromete el de La Silla Vacía ni a sus patrocinadores.

Compartir
Preloader
  • Amigo
  • Lector
  • Usuario

Cargando...

Preloader
  • Los periodistas están prendiendo sus computadores
  • Micrófonos encendidos
  • Estamos cargando últimas noticias