Todo empieza con una conversación sobre el valor de las historias, un tema bastante taquillero por estos días. Donde encontramos expertos formulado metodologías y procesos de coaching en Storytelling para comunicar de la mejor manera los valores que configuran: empresas, productos, servicios, iniciativas, acciones. En otras palabras, todo aquello que tiene potencial de ser narrado para conectar con una audiencia objetivo y lograr en ella un llamado a la acción -“call for action”- desde las conexiones que somos capaces de crear.

Sin embargo, ¿cómo logramos diferenciarnos de nuestra competencia añadiendo valor a los servicios o productos que ofrecemos a nuestros clientes? Para dar respuesta a esta pregunta tejeré la historia personal de Camila Mendoza para darle un mayor sentido a la respuesta que me dio.

Camila ha tenido siempre una conexión con las historias. Desde su infancia se acostumbró a escuchar a su papá y a escribir las propias. A lo largo de su carrera profesional se ha involucrado en el periodismo, las relaciones públicas, las comunicaciones, la producción audiovisual y el marketing de influenciadores. Después de trabajar para la compañía de hospitalidad Selina, su interés por el mercado global incrementó y la inspiró a estudiar y aprender más. En 2019 se mudó a Los Ángeles y estudió en un programa de producción en Ucla; en esta ciudad trabaja actualmente en otro tipo de storytelling que vincula la publicidad con las redes sociales.

:

M.E es Marcela Escovar

C.M es Camila Mendoza

M.E ¿Cómo cambia la comunicación cuando cambia el territorio?

C.M Al cambiar de país cambiamos de idioma. Sin embargo, cuando nuestro mercado es América Latina, hay que reconocer e identificar que muchas de las palabras que usamos tienen más de un sentido o significado según el territorio. Es fundamental que las frases sean claras para garantizar que tengan sentido al transmitirlas en diferentes territorios. Este ejercicio se llama localizar o tropicalizar el mensaje. Cuando una marca quiere hablar en tantos territorios al mismo tiempo, tiene que localizar el mensaje o volverlo muy neutro.

M.E ¿Qué pasa con el humor?

C.M Es más difícil hacer reír que llorar. Nos reímos porque encontramos un lugar común que compartimos. Es desde nuestros códigos e identidad que podemos burlarnos de quienes somos, en la medida en que pongo en el centro quien soy, desde mis defectos, invito a los demás a reírse conmigo. Sin embargo, el humor físico desde el teatro es el que más comunica. Es por esto que lo más difícil de vender en otros países es la comedia y lo más fácil son las películas de acción y de terror, debido a que hay muy pocos diálogos, y las emociones se potencian con música de suspenso y acción. Por lo tanto, es más fácil hacer llorar que reír.

M.E ¿Qué estrategias nos sugieres para conectar con nuestra audiencia?

C.M Entender quién es nuestra audiencia. Cuando publicamos en redes sociales generamos data, es muy importante saber leer esa data. Además, es clave responder estas preguntas: ¿quién es nuestra audiencia?, ¿a qué horas se conecta?, ¿por qué es nuestra audiencia?, ¿quién queremos que sea nuestra audiencia? Una vez tenemos claro el perfil de nuestra audiencia, el siguiente paso es entender los perfiles de nuestros compradores. Para esto se recomienda incluir: nombre, edad, perfil, dónde vive, nivel socioeconómico, intereses.

En la etapa de prueba de productos o servicios se recomienda: realizar estudios de mercado, leer la data, entender el nicho y el comportamiento, y trabajar de la mano de expertos (agencias). Es esencial encontrar una agencia que esté articulada con los objetivos que son relevantes para el cliente y que definen su marca.

Para lograr esta articulación el cliente debe tener claras sus necesidades y aprender a escuchar a la agencia, desde dónde se hacen las preguntas para ayudarle al cliente a responderlas. Siempre que la agencia tenga la información necesaria será posible ejecutar una campaña alineada con las necesidades del cliente.

El objetivo final es que la audiencia recuerde la marca, así es como nos posicionamos y garantizamos la compra.

M.E ¿Cuáles son los errores más comunes que se suelen cometer en este proceso?

C.M Suele pasar que el mensaje no está alineado con la marca. Y esto resulta porque: no conocemos a nuestra audiencia, usamos una imagen equivocada o publicamos la información en la plataforma incorrecta.

M.E ¿Sigue estando vigente el poder del voz a voz?

C.M El voz a voz está más vigente que nunca. El estilo, quienes somos, como nos vestimos, lo que comemos, leemos, en fin, nos hace ser un referente para otros. Yo te creo más si tú me dices que lo usaste. Esto crea confianza y nos vuelve potenciales líderes de opinión en cada nicho.

En esta línea, es posible lograr diferenciarnos de nuestra competencia añadiendo valor a los servicios o productos que ofrecemos. Es esencial ser auténticos, tener claro quienes somos, comunicar claramente el valor agregado que tienen nuestros productos o servicios y tener presencia en las plataformas donde está nuestra comunidad.

M.E ¿Cómo construimos una voz propia para contar historias?

C.M Se trata de comodidad y autenticidad. Para construir una voz propia hay que probar diferentes maneras de hacerlo. Es como encontrar los jeans perfectos, te tienes que probar varios de diferentes hormas para saber cuáles son los tuyos. Una vez tienes buenas bases, exploras más y te arriesgas desde tus descubrimientos.

Si esta voz tiene aplicaciones públicas (redes sociales, guiones, artículos), la audiencia se encarga de identificar y comunicar claramente cuando un contenido suena correcto o suena postizo. Por lo tanto: escuche a su audiencia, haga pruebas, revise la data y fluya.

Es la creadora del proyecto de lectura Picnic de Palabras. Estudió literatura en la Universidad de los Andes y una maestría en educación con enfoque en literatura infantil y lectura.