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Los pocos genomas secuenciados en Colombia cuentan una historia. ¿Cómo podemos usar esa información para mejorar la paupérrima respuesta?

Esta nota está basada en datos incompletos, por lo que es importante hacer énfasis en que no es un análisis científico robusto. Sencillamente es una exploración de datos disponibles —los pocos que hay— para saber cómo está el país en referencia con las variantes del virus circulante. Por los pocos datos, este es un ejercicio de especulación. 

Decir que la secuenciación genómica en Colombia es escasa y que los resultados de las pruebas se demoran en llegar ya no es novedad. A pesar de que políticos y organismos de ciencia hacen anuncios con mucho bombo, la realidad no es diferente en esta tercera ola —la de las variantes—. El INS insiste en no dar permiso para secuenciar las muestras que reposan en las universidades y laboratorios con el argumento de que ellos son los encargados de la vigilancia y deben ser el laboratorio de referencia. ¡Valiente referencia!  

Con todo y la escasez de información, sin embargo, es posible ver algunos patrones preocupantes entre los genomas secuenciados, algo de lo que se habla muy poco en el debate público. 

Primero, para tener un poco de contexto, es importante saber lo que ha sucedido en otros países con variantes y cómo está el entorno regional de Colombia. Gisaid, una organización que analiza datos genómicos, creó una visualización donde se puede apreciar cómo se vuelven rápidamente dominantes los genomas de cada región y cómo su dispersión hacia otros países o regiones es casi inmediata.

Es interesante ver cómo Colombia está entre dos brotes que están exportando variantes por doquier: Estados Unidos y Brasil. Además, el Caribe cuenta con una buena cantidad de la variante de Reino Unido (B1.1.7), el Amazonas colombiano ya cuenta con bastantes muestras confirmadas de la de Manaos (P1) y en Córdoba se ha documentado la presencia de la variante de California. 

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Fuente. Tomado de Gisaid

Acá se puede ver el detalle de las muestras secuenciadas. Sería interesante que el INS nos contara los criterios de selección para las poquísimas muestras que están destinando a secuenciar. 

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Fuente. Datos de Gisaid, tomados de la página del INS

Una historia posible que cuentan estos datos y una que podemos estudiar como escenario pesimista es que se ha vuelto dominante una variante con escape inmunológico (la mutación E484K), particularmente en el Caribe. Lo curioso es que esta mutación —que elude más fácilmente las defensas del sistema inmune y puede provocar una versión más grave del virus— parece haber aparecido en diferentes “backgrounds”. 

Al ver la composición por región es muy claro que el Caribe está en un momento epidemiológico particular, probablemente una realidad que veremos en Bogotá en las próxima semanas.

Algunas preguntas como reflexión final

¿Por qué no se han hecho políticas para alertar a la población del Caribe sobre la existencia de mutaciones de escape? ¿Por qué no se ha comunicado la presencia de estas variantes de interés en el territorio nacional? En una población con las tasas de prevalencia que mostraron los estudios de serología del INS, quizás se encuentre una variante de escape con capacidad de reinfección (un escenario altamente especulativo pero alarmante).

¿Por qué estamos observando esa mutación sobre genomas tan distintos? Si bien es cierto que en el mundo se ha reportado la convergencia evolutiva en la que surgen las mismas mutaciones en diferentes entornos, podría ser bastante preocupante que se observe la misma sobre distintos linajes. Puede ser por la introducción de múltiples variables con escape tanto como por el surgimiento espontáneo de la misma mutación en diferentes lugares —quizás menos probable— o por recombinación o intercambio de material genético entre diferentes linajes. Cualquier posibilidad resulta inquietante.

Si bien no es realista pensar que el país puede secuenciar al mismo nivel que otros países, no se está utilizando esta información para ajustar las medidas de salud pública. Finalmente, el Gobierno definió unos criterios para utilizar medidas no farmacéuticas de control de la transmisión, pero en un contexto tan heterogéneo de variantes vale la pena por lo menos preguntar si es sensato tener los mismos criterios para el Caribe —donde los pocos datos disponibles sugieren que una variante con escape se está volviendo dominante rápidamente— que en Antioquia —donde hasta la fecha no hay presencia de variantes de interés—. Adicionalmente, la variante con escape que se está volviendo dominante en la costa Caribe ha empezado a aparecer en la frontera con Venezuela. ¿Serán acaso señales de los próximos focos epidémicos?

Profesor asistente de la Universidad del Rosario. Estudió antropología pero también tiene conocimientos en epidemiología y en caricatura.Su aréa de interés principal es el uso de datos para estudiar fenómenos sociales.