La calle es nuestra

La calle es nuestra
CristinaCalderón-0mar2023.jpg

Hoy, 8 de marzo, se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Con fuerza y dignidad, las mujeres hemos conquistado muchos derechos y espacios que merecemos. Cuando no nos los han dado, los hemos tomado, porque es nuestro deber hacerlo. 

Pero hay un derecho, que aunque no parezca tan obvio, todavía no tenemos al 100%: el derecho a la ciudad. No es obvio porque la ciudad es algo que usamos todos, todos los días. Pero para las mujeres es más complicado porque tenemos “penalidades” para vivir en ellas. 

Las mujeres experimentamos más violencia, hacemos más trabajo del cuidado no remunerado, las oportunidades de trabajo son más limitadas, los sueldos son más bajos y la falta de poder en la toma de decisiones en los ámbitos público y privado es muy limitante. Las ciudades no han sido planeadas por y para las mujeres.

Empecemos desde lo pequeño. En Bogotá no hay muchos monumentos, estatuas, calles con nombres de mujer. En el ambiente urbano las mujeres no nos sentimos representadas y nuestros logros no son mostrados y exaltados. 

En Aspern, un vecindario de Viena, en Austria, todas las calles y espacios públicos tienen nombres de mujeres y esto ha mejorado considerablemente el sentido de pertenencia e identidad al reconocer y dar voz a los logros de las mujeres. No tener representación nos invisibiliza.

Otro punto que puede parecer banal, pero definitivamente no lo es, es el número de baños públicos, estaciones para cambiar a los bebés o lugares para alimentarlos. 

Es que a las personas que planean las ciudades no se les ocurre crear estos espacios, porque no los necesitan. La igualdad en el número de baños en lugares públicos y centros comerciales no se traduce en igualdad de resultados. Por ejemplo, el tiempo de espera de las mujeres es seis veces más que el de los hombres.

Y ya entrando a temas más graves está la seguridad. De acuerdo con la Secretaría de la Mujer, 3 de cada 4 mujeres consideran que la noche en Bogotá es peligrosa. Además, las mujeres no se sienten seguras usando la ciudad. Mientras tengamos miedo no seremos libres. 

En Bogotá, el 55% de los pasajeros de transporte público son mujeres y 61,3% creen que la seguridad en TransMilenio es desagradable, mientras que el 27,2% cree que es preocupante. El 80% de las usuarias de transporte público se sienten inseguras y más del 70% ha sido víctima de acoso sexual o lo ha presenciado (Laura Vásquez, RS).

Hay miles de razones por las que las mujeres no tienen un derecho real a la ciudad. Esto es un llamado a los gobernantes y a los ciudadanos para que seamos mejores, para que las mujeres que nos rodean no sufran violencias diarias sólo por su género.

Pertenecemos al espacio público, tenemos derecho de moldearlo y planearlo para poder disfrutarlo y vivirlo. El lugar de la mujer, así lo creyeran antes, nunca ha sido encerrada en la casa. Las mujeres no somos objetos ni decoración. Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer y demostramos que la calle también es nuestra. 

Temas destacados

*Este es un espacio de opinión y debate. Los contenidos reflejan únicamente la opinión personal de sus autores y no compromete el de La Silla Vacía ni a sus patrocinadores.

Compartir
Preloader
  • Amigo
  • Lector
  • Usuario

Cargando...

Preloader
  • Los periodistas están prendiendo sus computadores
  • Micrófonos encendidos
  • Estamos cargando últimas noticias