Educación pública, gratuita y de calidad para niños, niñas y jóvenes. Esa es la premisa con la que abre el plan de educación en el programa de gobierno del presidente electo, Gustavo Petro. De esta afirmación se desprenden cinco propuestas ambiciosas que deberán ser desarrolladas al detalle en el Plan Nacional de Desarrollo en los próximos meses.

1.Fortalecer el Sistema Nacional de Cuidado y Educación Inicial

En primer lugar, se habla de fortalecer el sistema público de educación y de desarrollar un sistema nacional del cuidado para garantizar el trabajo digno y decente para madres comunitarias, cuidadoras, docentes y todas las personas trabajadoras del sistema educativo. Este sistema cobijaría a niños y niñas de entre los 0 y 3 años de edad, integrando la casa, el jardín y el colegio en un solo sistema que progresivamente iría aumentando a edades más altas. Se le denominará Sistema Nacional de Cuidado y Educación Inicial y su premisa básica es reconocer el trabajo y las cargas de cuidado, tradicionalmente asociadas a mujeres, e integrar el cuidado con la educación para que los niños, niñas y personas cuidadoras puedan tener acceso a la educación.

Esta propuesta es especialmente relevante en la medida en que, sólo en Bogotá, más del 70 por ciento de las mujeres jóvenes que no estudian o trabajan y ya no buscan activamente empleo están dedicadas a labores de cuidado no remuneradas. Esto, sumado a factores como la paternidad y maternidad temprana, oficios del hogar, entre otras, ha generado que en Colombia el acceso a la educación no sea equitativo para mujeres jóvenes que necesitan un sistema mixto que les permita acceder a la educación y al empleo de manera paralela a sus labores de cuidado; solo así pueden completar sus trayectorias educativas y desarrollar sus proyectos de vida deseados.

2.Recuperar a los estudiantes que desertaron del sistema educativo

En segundo lugar, se habla de una educación básica y media pertinente, incluyente, de calidad, participativa e intercultural con acceso gratuito de jóvenes a la educación superior para estudiar “lo que quieran”, con la promesa final de erradicar el analfabetismo estructural y funcional en el país. Esta es una de las propuestas más ambiciosas de este plan y que seguramente generará mayores expectativas en la población joven. Si se mira en detalle, esta propuesta comienza con el anuncio de la jornada extendida en etapa escolar, sobre todo identificando población desescolarizada o desconectada del sistema educativo, para dar no solo el acceso a la educación, sino a servicios como transporte, alimentación, infraestructura, dotación, recursos y conectividad.

En este sentido, si bien no es una propuesta innovadora, es interesante que tenga como enfoque el identificar jóvenes que, por diversos motivos, no continuaron con su trayectoria educativa para reconectarlos a tiempo y que logren culminarla. No obstante, uno de los retos es que los hombres jóvenes que se desconectan del sistema educativo lo hacen, en su mayoría, porque se ven obligados a empezar a trabajar (sobre todo en la informalidad); se les impone una labor de provisión financiera desde temprana edad y, al no tener competencias básicas certificadas, difícilmente logran acceder a empleos formales. Por este motivo, estos procesos deben partir de las dinámicas y barreras estructurales que viven los jóvenes, para ser efectivos.

3.Reinstaurar los centros Clanes, Amar y reformar el PAE

En tercer lugar, anuncia cuatro grandes programas: un cambio de currículo que responda a la diversidad de cada territorio y sus realidades locales; un plan de educación igualitaria para niños y niñas; una mejor proporción entre el número estudiantes por docente en los salones; y la reinstauración de los centros Clanes y Amar para promover el desarrollo de formación artística y prevención del trabajo infantil (que se implementaron inicialmente en la Bogotá Humana). Adicionalmente, otra de las promesas es que cambiará el proceso de los Planes de Alimentación Escolar (PAE) para evitar los procesos de corrupción. Estos procesos pasarán a ser participativos y liderados por la comunidad educativa de forma que beneficien a comercios locales y comunales.

4.Recuperarnos de la devastación educativa que trajo el covid

En cuarto lugar, el plan reconoce y afirma el compromiso para superar los efectos negativos de la pandemia en términos de cobertura, acceso, permanencia, calidad, rezago escolar y pertinencia del sistema educativo, sobre todo en zonas rurales. No obstante, al menos en el plan, no se aclara el proceso para abordar estos inmensos retos que dejó la contingencia por el covid, ni el retorno completo o parcial a la presencialidad, o retos como la nivelación de competencias para superar el rezago educativo que se generó, sobre todo en jóvenes con mayor vulnerabilidad o de zonas rurales.

5.Generalizar los programas de educación media técnica

Finalmente, con respecto a la formación, se habla de generalizar los programas de media técnica o articulada. Así, se espera mitigar la deserción en la media y que los grados 10º y 11º al dar programas técnicos certificados que se pueden continuar en instituciones de educación superior. Estos programas se convertirían en el inicio de la formación posmedia que permita a los jóvenes un mejor y más rápido tránsito y vinculación al mercado laboral. También se habla de generar alianzas con el sector productivo para lograr la articulación directa con el mercado laboral.

Esta también es una de las propuestas que genera más expectativa, sobre todo en el sector de la formación y el sector productivo. La media técnica y/o articulada y la articulación directa entre la formación y el mercado laboral son de las medidas más impulsadas en los países desarrollados; así funcionan, por ejemplo, los programas duales, como el caso de Alemania. Estos programas permitirían una mayor cobertura y acceso de jóvenes a la posmedia y una mayor posibilidad de inserción al mercado laboral, así como el acceso a formación pertinente, gracias a la articulación entre el sector productivo y la formación. Es decir, es un “gana-gana” para la población joven y para el mercado laboral.

Hay que destacar que acá sí se habla de la economía productiva como la garantía a los jóvenes de acceso al primer empleo, incluyendo pasantías, servicio social voluntario y protección a la naturaleza como experiencia laboral certificada. Además, se incluye la democratización del crédito para que la población joven pueda crear empresa y emprendimientos.

Es decir, esta propuesta incluye, de forma breve pero expresa, la articulación con el sector productivo para generar estrategias de primer empleo para jóvenes que, sumada a la articulación en términos de formación pertinente, permitirá a los empresarios tener un rol clave en términos de formación y empleo en Colombia.

Los peros…

No obstante, en el plan no se habla de programas de orientación Socio-ocupacional, sobre todo en los últimos grados de la etapa escolar, que le permita a los jóvenes tomar decisiones informadas sobre su formación posmedia. Este es uno de los motivos de deserción de jóvenes de la formación, pues terminan estudiando un programa que finalmente no se adecúa a su proyecto de vida por falta de información de los programas, las competencias que estos generan y su salida al mercado laboral. Por más que se garantice el acceso y la oferta, esto no garantiza necesariamente que los jóvenes estudien programas acordes a sus proyectos de vida si no tienen la suficiente información antes de decidir qué programa quieren cursar.

En este punto, solo resta decir que desde la contienda electoral ya se hablaba de que este era probablemente el plan más ambicioso y completo en términos educativos. Y es cierto que este plan incluye algunas de las principales propuestas que han sido de especial interés y materia de movilizaciones sociales en los últimos años por parte de los jóvenes en Colombia: educación gratuita y garantía del primer empleo. Además, incluye algunos elementos innovadores como el sistema nacional de cuidado ligado a la educación, la inclusión directa de poblaciones vulnerables y la articulación de la educación media con la formación posmedia.

Sin embargo, algunas de estas propuestas no son nuevas, ya ha habido gobiernos anteriores en Colombia que han realizado ambiciosos avances en materia de formación posmedia, programas de primer empleo, entre otros, que implican retos inmensos en términos presupuestales, de capacidad institucional y de tiempos. Este Gobierno solo tendrá cuatro años de implementación y necesitará de todas las manos aliadas posibles, como las del sector productivo y el ecosistema de formación en Colombia, que ya han venido desarrollando importantes avances en diversos temas, para lograr victorias tempranas y cambios estructurales de largo plazo.. 

Es la directora y cofundadora de Lidera el Cambio. Estudió gobierno y relaciones internacionales y una maestría en gobierno y políticas públicas en la Universidad Externado de Colombia.