El pasado 24 y 25 de junio en Cartagena se llevó a cabo el Foro Nacional de Trabajo Doméstico convocado por la Unión de Trabajadoras Afrocolombianas del Servicio Doméstico (Utrasd), el intersindical de trabajo doméstico y el Ministerio de Trabajo. Sin duda fue un espacio de cierre y de rendición de cuentas del Gobierno saliente al sector de trabajo doméstico.
Los retos del nuevo Ministerio de Trabajo con las trabajadoras domésticas
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Como era de esperarse, el Ministerio de Trabajo en cabeza del ministro Ángel Custodio y la viceministra de Relaciones Laborales Isis Muñoz aprovechó para presentar lo que ha hecho esta cartera desde el 2016 que se creó la mesa de seguimiento al Convenio 189 de la OIT en el sector del trabajo doméstico.
Sin duda este Ministerio tiene cosas por mostrar en los temas en los que dice se avanzó en los últimos cuatro años. Sin embargo, las mujeres que se dedican al trabajo doméstico, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y otras organizaciones de apoyo al sindicalismo piensan que ninguna de las medidas ha logrado impactar positivamente la vida y el trabajo de las mujeres en este sector.
Muchas campañas, inspecciones móviles que siguen siendo capacitaciones, acuerdos con el SENA para profesionalizar la labor y una cartilla sobre riesgos laborales son los avances que entrega el Gobierno de salida. Mientras, por el otro lado, los sindicatos de trabajadoras domésticas piden: inspección laboral a hogares que impida el trabajo esclavo y el trabajo forzoso, negociación colectiva sectorial que garantice un mínimo de derechos para las trabajadoras domésticas, como el salario vital, gestión de la salud y la seguridad en el trabajo que prevenga la discriminación, el acoso y la violencia en el lugar de trabajo. Temas en los que no avanzó el Gobierno Duque y que siguen en la agenda del sector desde hace 6 años.
Los retos del nuevo Ministerio de Trabajo en este sector empiezan primero por una dosis de voluntad política con la cual los sindicatos del trabajo doméstico cuentan de entrada o por lo menos esa es su expectativa, ya que abiertamente apoyaron a Francia y a Petro.
Lo segundo será una necesaria ley que permita la inspección en el trabajo doméstico, ya que este tema requiere armonizar dos derechos fundamentales el que se inspeccione el lugar de trabajo para proteger a las trabajadoras domésticas y el derecho fundamental a la intimidad de los hogares.
Lo tercero que puede hacer el nuevo Gobierno es reglamentar una serie de temas vía decretos que sí están en su resorte y que impactaría directamente y a corto plazo el sector del trabajo doméstico, por ejemplo:
- Ordenar la negociación colectiva en el sector: del trabajo doméstico solicitándoles a los empleadores del hogar que se organicen o llamando a las empresas que ya intermedian el trabajo doméstico a que se sumen a organizar el sector de los empleadores, puesto que ya las trabajadoras están organizadas.
- Ordenar que se lleven a cabo inspecciones laborales de oficio: a zonas con alta concentración de trabajo doméstico, las cuales se pueden hacer desde la puerta de las casas, sin que haya ingreso a los domicilios. De igual forma se pueden inspeccionar empresas que intermedian el trabajo doméstico y que no están cumpliendo derechos laborales.
- Crear el sistema de registro de contratos en el trabajo doméstico: esta medida ayudaría a identificar los hogares que se deben inspeccionar y los empleadores deben llamarse a la negociación colectiva.
- Crear el sistema de gestión de la salud y la seguridad en el trabajo: para el trabajo doméstico que prevenga accidentes, enfermedades, discriminación y la violencia o acoso en el lugar de trabajo.
- Promover la herramienta de Acuerdos de Formalización Laboral, que ya existe, pero no se aplica en el sector de trabajo doméstico para darle la oportunidad, sin sanción, a los empleadores que quieran ajustarse al cumplimiento de derechos laborales con sus trabajadoras.
- Crear un sistema de denuncia: sencillo, accesible y gratuito que garanticen el acceso a la justicia administrativa, en el que las trabajadoras del sector puedan interponer denuncias, querellas, solicitar inspecciones e intervenciones de emergencia en casos violencias basadas en género o trabajo esclavo.
Ninguno de estos temas es nuevo, han hecho parte de la agenda del sector desde hace ya más de una década, pero los gobiernos de turno solo han hecho reuniones, foros, campañas y capacitaciones. No se han llevado a cabo medidas disuasivas para los empleadores, necesarias en un país que tiene una clara cultura de incumplimiento de los derechos laborales y un irrespeto por el ejercicio de la libertad sindical.
Este es un sector de 800 mil trabajadores y trabajadoras, de los cuales el 96 % son mujeres y de estas solo 17 % están afiliadas a la seguridad social integral. Esto significa que el 83 % de las mujeres que están en el trabajo doméstico se encuentran sin derechos laborales, sin seguridad social integral que les garantice una pensión mínima, pensión por invalidez o por muerte, una incapacidad por accidente de trabajo o enfermedad, ni una licencia de maternidad, entre otras garantías que nunca han visto las trabajadoras domésticas de nuestro país.
Esperemos que el nuevo Ministerio del Trabajo dinamice esta agenda y pueda por fin impactar la vida de las mujeres que trabajan sin derechos día a día en este sector del cuidado remunerado. Un sector invisible y precarizado históricamente que espera con ansias el país del cambio.
Foro Nacional de Trabajo Doméstico 24 y 25 de junio 2022 en Cartagena
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