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Además de enseñar a cultivar huertos en casa y de sensibilizar sobre las problematicas rurales, el canal Nubia e hijos han abierto la posibilidad estrechar vínculos entre las personas que vivimos en las ciudades y las familias rurales.
“Que nadie se acueste sin comer sabiendo que podemos cultivar nuestros alimentos en casa”, dice Harley David cada vez que se va a despedir del video, mientras que Jeimer Alejandro, enseñando a sembrar pimentón y cebolla dice “una vez por semana le echamos agua y mucho amor”.
Nubia e hijos, la familia campesina que decidió volverse youtubers ha abierto una ventana a la cotidianidad, las difíciles condiciones y la creatividad del campo en Colombia. Además de enseñar a cultivar huertos en casa, sensibilizar sobre las problemáticas rurales, este canal de Youtube ha abierto la posibilidad estrechar vínculos entre las personas que vivimos en las ciudades y las familias rurales.
Nubia, Harley David, Jeimer Alejandro y su mascota Luna han logrado en poco tiempo lo que muchos youtubers sueñan. Miles de seguidores, miles de reproducciones de sus videos y miles de ventas de los productos que están ofreciendo. Con cerca de 500.000 seguidores y más de un millón de reproducciones de su primer video, Nubia e hijos se han convertido en un fenómeno de las redes sociales. La historia de esta familia campesina ha despertado no solo un sentimiento de solidaridad, sino también interés en la vida del campo y la producción alimentos en casa, todo en un contexto socioeconómico difícil para esta familia que se ha exacerbado por la pandemia del Covid-19.
Youtubers sin electricidad o internet en casa
Chipaque, el municipio en el que viven Nubia y sus hijos queda a tan solo media hora de Bogotá, pero como lo cuentan en uno de sus videos, no tienen electricidad en casa y la señal de celular es intermitente. Estas son solo unas de las muchas dificultades que tiene esta familia. En sus videos nos cuentan como hace muy poco tiempo entraron en la quiebra por las pérdidas económicas que dejó un cultivo de papa debido a la caída de precios. En entrevistas que han hecho los medios de comunicación en su vereda, los vecinos cuentan los bajos ingresos que reciben por la producción de papa, y el gran número de intermediarios por los que pasa la producción antes de llegar a las mesas de los consumidores. En esta cadena de intermediarios, los campesinos llevan la peor parte.
En la zona rural en la que vive esta familia, hay personas pasando una situación muy difícil, incluso antes de la pandemia. En la medición de la pobreza multidimensional del Dane 2018, encontramos que en la zona rural del municipio de Chipaque el trabajo informal es del 90%, además, el 60% de esas zonas no tiene acceso a agua potable y el bajo logro educativo es del 81.1%.
Estás condiciones del municipio de Chipaque son un reflejo de lo que se vive en las zonas rurales de Colombia de manera generalizada: precariedad en la producción agrícola, pobreza rural y desigualdad. Como Nubia y sus vecinos, hay millones de familias campesinas en todo el país en condiciones similares, o a veces peores. En Canal de Youtube es una ventana a ese mundo tan lejano de la realidad de las ciudades, pero tan cercano geográficamente.
Gracias a la visibilidad nacional e internacional que ha tenido el canal, la alcaldía de Chipaque y la gobernación de Cundinamarca están instalando electricidad en casa de Nubia e hijos, y hasta el registrador municipal les visitó en su casa para entregarle la cédula a Nubia cuyo trámite fue congelado debido a la pandemia y la cuarentena. Incluso, el Registrador Nacional fue invitado Noticias RCN para dar una declaración sobre la “operación” para agilizar y emitir la cédula de Nubia.
¿Es esta la única forma para agilizar la acción y presencia del estado en las zonas rurales más olvidadas del país? ¿Qué pasará con sus vecinos que tampoco tienen luz y con las muchas personas que están esperando su cédula?
Youtube es el medio, nos unen los alimentos
Las arduas condiciones en las que viven las familias campesinas no son obstáculo para la creatividad. La idea de un canal de Youtube de una familia campesina es innovadora, pero más allá de eso, hay un elemento central que nos conecta: los alimentos. Además de compartir su cotidianidad en el campo, Nubia e hijos en alianza con Huertos de la Sabana están vendiendo kits de semillas para hacer huertos en casa. Uno de sus kits, tiene semillas de cilantro, cebolla, pimentón y lechuga. Hace poco también vendieron queso con arequipe el cual se agotó a los dos días de publicación del video.
Un aspecto interesante que se ha generado a raíz de estas compras directas es que se está creando una comunidad. Las personas que han comprado el kit de semillas, que ya han sobrepasado las 1.000, están publicando fotos diariamente en las redes sociales mostrando el progreso de las semillas que han sembrado. Unos muestran sus primeros pasos en la siembra, otros muestran la germinación de sus semillas y las pequeñas plantas que ya están creciendo. Esta comunidad, separada geográficamente entre el campo y la ciudad, pero unida por los alimentos, puede tener impactos transformadores en la producción, comercialización y consumo de alimentos.
Otras experiencias innovadoras y aplicaciones móviles han venido promoviendo el consumo directo en los últimos años. En esa misma dirección, Nubia y sus hijos han abierto una nueva ventana al campo en Colombia y a la creatividad y espíritu innovativo de las familias rurales para salir adelante. ¿Es esto es un caso único? ¿Podremos seguir estrechando nuevos lazos con más familias campesinas en formas innovadoras y creativas? Las mujeres rurales y la juventud rural tiene un gran potencial, y como consumidores, tenemos un gran poder a la hora de comprar. Las próximas semanas y meses nos dirán si este es fenómeno de la pandemia o si continuará en el largo plazo.
Foto tomada del Instagram @Nubiaehijos
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