Pienso sobre el aborto

Pienso sobre el aborto
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No es un secreto de Estado que tomé la decisión de interrumpir mi embarazo a los 17 años y no es un secreto por que cuento todo con detalle en mi libro publicado en 2021: "Valiente como una niña"

Dos años después vendría la Sentencia C-355 del 2006 de la Corte Constitucional la cual constituye un avance importante para la garantía y ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en Colombia.

A través de esta sentencia se despenalizó el aborto en tres condiciones cuando

  • peligra la vida o la salud de la madre
  • se presenta malformación del feto incompatible con la vida
  • o el embarazo es producto de abuso, violación, incesto, transferencia de óvulo o inseminación no consentida.

Una sentencia que alivió a muchas sobrevivientes de violencia sexual, sobrevivientes de alguna enfermedad física o, como yo, sobrevivientes de enfermedades mentales.

La mencionada sentencia y el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres promulgado en ella no fue aplicado en la práctica. Esta situación condujo a que no se garantizarán la salud pública, la equidad de género y siguieran existiendo mujeres judicializadas y muertas por abortos inseguros.

Ahora la sentencia es más amable con las mujeres frente a su decisión de interrumpir su embarazo. Esta sentencia llevó hace un año a la Corte Constitucional a hacer historia al despenalizar el aborto hasta la semana 24 de gestación como respuesta a la demanda presentada por el movimiento Causa Justa.

La sala plena de la corte decidió en la sentencia C-055 de 2022 que hasta ese límite de semanas las mujeres no podrán ser criminalizadas por abortar y que de ahí en adelante aplicarán las tres causales vigentes desde 2006 (violación, malformación del feto, riesgo para la salud de la mujer).

Una lucha que las mujeres trabajadoras de Causa Justa batallaron mucho y nosotras las feministas que las apoyamos siempre nos movilizábamos en las calles con nuestro pañuelo verde para apoyar esta lucha que finalmente nos dio una victoria. Digo una victoria por que aún falta mucho, pero esta batalla ganada fue grande.

No es moda sacar un pañuelo verde con fuerza en la calle, no es divertido tener discusiones familiares ni con amigos sobre el tema y tampoco es genial ser vista cómo “asesina de bebes” cuando en primer lugar no es un bebé, el cigoto o feto. Como dice la feminista Florence Thomas es: "Una promesa de vida y fin".

La idea no es entrar en discusiones espirituales, filosóficas, éticas ni morales en lo personal es una discusión sin ganadores ni perdedores. Solo la que lo vivió y hoy enfrenta la crítica y un mal ambiente en sus contextos cercanos por haber interrumpido su embarazo lo entiende.

Es lamentable recibir críticas despiadadas cuando las personas que hacen estas críticas no hacen nada para cambiar lo que critican. Y creo que en general pasa con muchas problemáticas sociales: hay un montón de críticos inconformes. ¿Qué hacen? Nada.

Afortunadamente existimos las locas y los locos activistas que, en vez de criticar, hacemos. Yo me cansé de ser el foco de críticas, de ser llamada: “asesina de bebes”, “feminazi”, etc.

Mi activismo, que es mi trabajo, es brindar herramientas de prevención de embarazos tempranos no deseados acercando la educación integral de la sexualidad por medio de la educación experiencial en la fundación que fundé hace 7 años, llamada "Niñas sin miedo".

Quiero agradecer a las mujeres de Causa Justa por haber hecho posible la sentencia.

Respondo la pregunta que me hacen constantemente: ¿por qué estoy de acuerdo con la interrupción voluntaria del embarazo?

Porque entiendo que es no querer gestar, amamantar y criar a un ser humano siendo niña. Porque entiendo que es querer crecer primero que ser mamá. 

Hoy lo veo como un alivio, una decisión que me trajo cosas grandiosas en mi vida y seguro muchas críticas. En aquellos años mi salud mental estaba débil.

Después de ver que muchas figuras públicas pusieron el grito en el cielo por la sentencia hace un año mostrando sus hijos e hijas en redes sociales, les digo: muy bonitos y todo muy tierno, solo que no todas las mujeres tienen los mismos privilegios económicos.

Seguiré luchando con mi trabajo en la fundación "Niñas sin miedo" para que la próxima generación de mujeres tengan maternidades deseadas y que la educación integral de la sexualidad llegue a las niñas y adolescentes y seguiré soñando que mi trabajo llegue a muchas regiones de Colombia y siga dejando huellas.

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