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Hoy en el día internacional de la biodiversidad quise hacer una reflexión sobre los retos de la biodiversidad en época de pandemia, con un ejemplo de la importancia de los murciélagos, como una forma de reivindicación de su importante rol en los ecosistemas.

La Biodiversidad reúne a la totalidad de organismos vivos en la tierra, e incluye varios niveles de complejidad que van desde los niveles genéticos hasta los niveles ecosistémicos y globales.

La Biodiversidad, es vital para la supervivencia humana y es una medida de la salud de nuestro planeta. Recordemos que los elementos de los cuales nos alimentamos son producto de la biodiversidad, pero además que los sitios naturales y la biodiversidad proveen recreación y otros servicios fundamentales como aire y agua puros.

Sin embargo debemos tener en cuenta que las actividades humanas impactan irreversiblemente la biodiversidad, como resultado, las tasas de extinción se han incrementado, un gran porcentaje de las especies se encuentra en alguna categoría de amenaza según las categorías definidas por la Iucn y además de eso muchos de  los ecosistemas se han degradado y la diversidad genética de las plantes de las cuales nos alimentamos ha declinado dramáticamente. Estos impactos han ocurrido a tal punto que ahora vivimos en una era geológica totalmente dominada por las actividades humanas, denominada “Antropoceno”.

La aparición de un nuevo virus, de la familia de los coronavirus. El cual se ha dispersado y ha infectado a los humanos muy rápidamente durante el primer semestre del 2020, nos debe llevar a reflexionar sobre el tipo de relación que tenemos con la naturaleza. Si bien parte de la evidencia científica apunta a que este nuevo virus que causa el covid-19, es un virus muy relacionado a otro virus que naturalmente se encuentra en los murciélagos, no podemos culpar y tomar represarías contra a los murciélagos por esto.  Exterminar colonias de murciélagos y matarlos por miedo al covd.-19 sería tan tonto como matar a los chimpancés por miedo a infectarse de VIH (virus de inmuno-deficiencia adquirido, que causa el Sida).

Los murciélagos son un grupo de organismos extraordinarios, con más de 1400 especies que viven en todas las regiones del mundo (exceptuando las zonas polares) y que nos prestan una gran cantidad de servicios que trataremos de detallar más adelante. Las razones por las cuales los murciélagos son extraordinarios es que son los únicos mamíferos de pueden volar y además de eso poseen un sistema de sonar que les permite volar y alimentarse en la noche e incluso en total oscuridad.

Murciélago Insectívoro. Foto Diego J. Lizcano

Para todos es indiscutible el papel que tienen las aves. Estas son un grupo muy diverso de especies, que brindan gran cantidad de servicios. Bueno, podemos pensar en los murciélagos como un grupo de organismos que tiene el mismo papel de las aves, pero lo hacen de noche. Desafortunadamente para los murciélagos el vivir y “trabajar” de noche los ha llevado a que los asociemos y pensemos en ellos como organismos tenebrosos, oscuros y de mala reputación, que se alimentan de los fluidos vitales, como la sangre, que conviven con seres siniestros como Drácula y que ahora se le suma el temor infundado a que nos pueden contagiar de covid-19.

Colombia como país biodiverso tiene más de 200 especies de murciélagos. Pero esta gran diversidad además de ser un privilegio demanda una gran responsabilidad para conservarlos.  De la totalidad, las 1400 especies de murciélagos del mundo, solo tres especies podrían ser consideradas como “vampiros” que se alimentan de sangre. El resto pertenecen a grupos como los polinizadores, que transportan el polen de una flor a otra, permitiendo que se desarrollen frutas. De hecho los murciélagos polinizan especies de cactus, guayabas, bananos, plátanos, mangos, melocotones y agaves. Recordemos que los agaves (la penca de Maguey) son las plantas de las cuales se extrae y elabora el tequila, así que sin murciélagos no tendríamos tequila ni margaritas.  Muy seguramente la próxima vez que me tome un margarita brindare por los murciélagos!

Además de polinizadores, otro gran grupo de especies de murciélagos son dispersores de semillas. Esta es una labor muy importante y lamentablemente muy poco apreciada.

Para que los bosques se puedan regenerar naturalmente, se requiere que algún organismo tome la semilla (que generalmente está dentro del fruto) y la transporte al lugar ideal para ser sembrada. Este papel lo cumplen muy bien los murciélagos, ellos en su capacidad de vuelo llevan las semillas de los frutos que consumen a grandes distancias. Pero además de eso tienen la curiosa capacidad de defecar mientras están volando, de esta forma las semillas no terminan en los refugios o cuevas, donde los murciélagos viven, sino en los sitios por los cuales se desplazan buscando alimento.

Otro gran número de especies son insectívoras. Cada murciélago insectívoro debe consumir cada noche, como mínimo la mitad de su peso en insectos. Esto al final se traduce en muchísimos insectos que transmiten enfermedades como, la malaria, Zika, dengue, o enfermedades que se trasmiten a los animales domésticos como el ganado.   Este grupo de murciélagos insectívoros es realmente fascinante, pues por lo general son murciélagos pequeños y muy difíciles de estudiar en estado silvestre. 

Murciélago insectívoro. Fotografía: John Harold Castaño.

Murciélago insectívoro. Fotografía: John Harold Castaño.

Tradicionalmente los murciélagos han sido estudiados por los biólogos con redes de hilos muy finos, conocidas como redes de niebla. Sin embargo estos murciélagos insectívoros al poseer un sistema de sonar muy fino, el cual les permite ubicar un insecto mientras vuelan de noche, también les permite detectar estas redes de niebla y evitarlas. Afortunadamente este panorama ha cambiado con la tecnología.

La aparición el mercado de grabadoras con sensores acústicos ultrasónicos a bajo precio ha cambiado radicalmente la forma como estudiamos los murciélagos insectívoros. Usando estas grabadoras ultrasónicas podemos “inundar” los bosques o los ecosistemas, para entender mejor el papel de los murciélagos y también cuantificar de una mejor forma la contribución de los sistemas sostenibles a conservar biodiversidad.


Si desean saber más de los murciélagos les recomiendo que exploren esta entrada del blog de la sociedad colombiana de mastozoología.

Estudió Biología en la Universidad de los Andes. Tiene un doctorado en manejo de biodiversidad de la Universidad de Kent (Inglaterra). Trabajó como docente e investigador en la Universidad de Pamplona (Norte de Santander)y ULEAM en Ecuador. https://twitter.com/dlizcano