24 horas de traición por la presidencia del partido Conservador

24 horas de traición por la presidencia del partido Conservador
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Puja entre Cepeda y Trujillo por el mando del partido.

Al senador Carlos Trujillo le dieron un golpe por la espalda. Diez de los 18 integrantes del directorio nacional se reunieron el martes en la noche y firmaron una carta para notificarle que no lo quieren más en la presidencia del partido. En su lugar, dice el documento, prefieren al senador costeño Efraín Cepeda, uno de los firmantes.

Pero Trujillo no se quedó quieto y anoche sacó su propio comunicado diciendo que seguía en el cargo con el apoyo de nueve directoristas. "Me comuniqué con miembros del Directorio y por escrito me ratifican su apoyo para seguir al frente de la colectividad", escribió y publicó un comunicado con las firmas de nueve directoristas.

Trujillo es el hombre de Petro en el partido Conservador, quien llevó la bancada a la coalición de gobierno. De 46 años, es un político en ascenso de Itagüí que empezó como secretario en una junta de acción comunal y ahora está cumpliendo su segundo periodo como senador tras sacar la sexta votación más alta. Además, Trujillo ha estrechado relaciones con otros aliados del gobierno como Julían Bedoya y el ministro de Transporte, Guillermo Reyes. 

El cruce de comunicados reclamando la presidencia del partido evidencia una fractura al interior del directorio. Es una puja en la que el representante a la Cámara, Héctor Mauricio Cuellar, es el fiel de la balanza porque primero apareció firmando la carta para sacar a Trujillo y unas horas más tarde también firmó la que lo mantiene en el cargo.

Esta puja por el control del partido amenaza con dividir a la bancada justo cuando más la necesita unida el gobierno de Gustavo Petro.

El intento Caribe por tumbar a Trujillo

La movida del martes en la noche por sacar a Trujillo se cocinó en Bogotá, mientras él estaba por fuera del país. Muchos de los congresistas se enteraron por medios. Para los que acompañaron a Cepeda se trata de un relevo para “tener un vocero con trayectoria nacional, con liderazgo inspirador e incluyente”, según dijeron en la carta.

“Fincho” Cepeda lleva ocho periodos en el Congreso, ideológicamente es más de derecha, pero ha sabido negociar con varios presidentes para estar cerca al poder.

La jugada fue liderada por tres políticos costeños que tienen influencia en el directorio conservador: el excandidato presidencial David Barguil, y los senadores Cepeda y Marcos Daniel Pineda.

Uno de los asistentes a la reunión argumentó que el motivo de la decisión fue la cercanía de las elecciones regionales: “Cepeda tiene más experiencia y eso es importante para hablar con los líderes regionales. Tú sabes que la política se mueve conversando, hablando. Y en ese sentido es más conocido Cepeda que Trujillo”.

Sin embargo, una fuente del grupo del senador Pineda comentó que el descontento que había con Trujillo era por la repartición de la burocracia. “Todo lo que el gobierno entregó al partido lo cogió para él”, afirmó.

Para concretar la salida de Trujillo de la presidencia, por estatutos del partido, se requería convocar a una reunión que tuviera quórum de la mitad más uno del directorio. Es decir, 10 directoristas. Los costeños tenían nueve fijos.

Entre esos estaban los senadores Cepeda y Pineda, el representante Wadith Manzur, el concejal de Barranquilla, Juan Camilo Fuentes (del grupo de Cepeda) y delegados de sectores civiles como Luz Marina Campo (del grupo de Barguil) y Blanca Cardona (del grupo de Cepeda).

Con esos citaron a una reunión en un restaurante en el norte de Bogotá sobre las 8 de la noche, tras la instalación de las sesiones del Congreso. El voto que inclinó la balanza llegó tarde, pero llegó. 

El Caquetá, el fiel de la balanza

El voto con el que los costeños consiguieron la mayoría fue el del representante a la Cámara de Caquetá, Héctor Mauricio Cuellar. Esa fue una aparición sorpresiva porque hasta ese momento el congresista se había mostrado cercano a Trujillo.

Cuellar es un abogado que se dio a conocer en el mapa político de allá cuando fue elegido personero de Florencia entre 2012 y 2019. Al terminar se lanzó a la alcaldía por el Centro Democrático y tuvo el apoyo del alcalde de la época, Andrés Mauricio Perdomo.

Cuellar quedó de segundo, pero no aceptó la curul en el Concejo sino que se fue de secretario en la gobernación del cuestionado Arnulfo Gasca, conocido en el país como el ‘patrón de patrones’, por haber protagonizado un corrido norteño que se ambientó con armas y camionetas de lujo.

En la gobernación, el abogado Cuellar se volvió la ficha de Gasca para llegar al Congreso. Todo en nombre del partido Conservador. En la Procuraduría hay una denuncia contra Gasca por usar la gobernación para ayudarle a conseguir votos a Cuéllar. 

Ya en el Congreso, Cuellar estuvo inicialmente del lado del senador Carlos Trujillo. Votó por él para ser el presidente del directorio e incluso lo llevó a Caquetá para entregarle una condecoración a nombre de su equipo político y del conservatismo caqueteño. Ese día a Trujillo lo acompañaron integrantes del directorio que son de su cuerda: Luis Karol León Vargas, Wladimiro Córdoba Copete y Patricia Ramírez. 

“Acá está el partido Conservador, la fuerza que decide. Adelante doctor Mauricio, los conservadores de Caquetá”, dijo ese día Trujillo tras recibir la orden Chiribiquete. “Dios bendiga Caquetá, que viva el partido Conservador”, gritó. Atrás, el representante Cuéllar aplaudía.

Por eso, la presencia de Cuéllar en la reunión que sacó a Trujillo sorprendió en la bancada.

Cuéllar estuvo fuera del país hasta el fin de semana. De hecho, en la instalación de las sesiones extras presentó excusa. Llegó al Capitolio cuando habían levantado la sesión por la protesta de docentes indígenas, grabó un video para sus redes sociales, y sobre las 8 de la noche apareció en la reunión donde se finiquitó la salida inicial de Trujillo.

Sobre la decisión de Cuéllar de firmar el comunicado que sacaba a Trujillo de la presidencia hay dos lecturas dentro de la bancada. La primera es que Cuéllar fue convencido directamente por el senador Efraín Cepeda, quien históricamente ha tenido una relación política con el gobernador Arnulfo Gasca, al que Cuéllar le debe en buena parte su curul.

La segunda hipótesis de por qué se volteó es que creen que el gobierno metió la mano. Eso, ante las quejas que había ante Trujillo por la concentración de poder. Y que en el interés de mantener unida a la bancada ahora que se vienen las grandes reformas de Petro, prefería tener una intermediación con alguien más poderoso como “Fincho” Cepeda.

Pero en cuestión de 24 horas, cuando la noticia del golpe a Trujillo se regó como pólvora y ya se daba cómo un hecho, el representante Cuéllar volvió a cambiar de opinión.

Su firma aparece en la carta con la que Trujillo dice que tiene el apoyo de nueve de los 18 directoristas. Es decir, la mitad, con la que le es suficiente para mantenerse en el cargo porque para sacarlo se necesita la mitad más uno.

24 horas de traición por la presidencia del partido Conservador
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Así, en la pelea entre el paisa Trujillo y los costeños Cepeda y Barguil, el caqueteño Cuéllar es el fiel de la balanza. La decisión definitiva, según Trujillo, será tomada en los próximos días por el directorio y la bancada. 

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