“¿A cuento de qué se van a someter?”: Tobón sobre combos en Medellín

“¿A cuento de qué se van a someter?”: Tobón sobre combos en Medellín
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La apuesta con los combos de Medellín del comisionado para la paz, Danilo Rueda, es lograr el sometimiento a la justicia de entre 12 mil y 14 mil miembros de organizaciones criminales. Sería un proceso que implicaría la desmovilización de más personas que si la guerrilla del ELN firmara la paz. Para lograrlo, el gobierno necesita que el Congreso apruebe el proyecto de ley de “sujeción a la justicia”, cuya ponencia será radicada mañana en el Senado.

La Silla Vacía entrevistó al doctor en economía Santiago Tobón, que lleva seis años investigando la estructura del crimen organizado en Medellín y sus rentas ilícitas. Como profesor y coordinador de la línea de Seguridad y justicia de Valor Público, centro de estudios e incidencia de la Universidad Eafit, Tobón ha entrevistado en profundidad a una docena de líderes y mandos medios de estos grupos con los que el gobierno está próximo a abrir una mesa de diálogos.

Es la Silla Vacía

Es Santiago Tobón 

El comisionado para la paz ha anunciado que 12 estructuras criminales de Medellín están dispuestas a entrar a un proceso de paz total por vía del sometimiento. ¿Desde su conocimiento de estas organizaciones criminales qué tan posible es que esto termine en éxito?

Creo que lo que busca la paz total en general es bien intencionada. Nosotros estimamos que hay en Medellín más o menos 12 mil personas involucradas en el crimen organizado, mucha gente. Estimamos que hay como dos niveles. En el primer nivel, unos 350 a 400 combos y en el segundo nivel unas 17 organizaciones que son como el segundo piso de los combos.

Pero que al final todas operan como firmas, semi-independientes, y la gran mayoría de estas personas no tienen ni un solo pendiente con la justicia. ¿Entonces a cuento de qué vas a negociar para someterte y asumir un delito si no tenés ni una sola imputación ni una sola investigación detrás?

Entonces creo que la aproximación del gobierno es inocente. Uno no decreta que la gente deje de cometer actos criminales o deje de generar rentas en actividades criminales ilegales. Y el gobierno tiene una postura como de que les pido que hagan la paz y ellos hacen la paz.

Pero el comisionado Rueda se ha reunido directamente con algunos mandos en cárceles, y ellos le han manifestado una voluntad de querer entrar a la paz total.

Ellos son los jefes que están en la cárcel. No creo que estos sean los 12 mil. Creo que el proceso de sometimiento es una buena salida para personas que tienen 28 años de condena que están en la cárcel, que son jefes de esos grupos. A ellos les conviene.

Otra cosa es que un pelado de 22 años que está en un barrio de Medellín vendiendo droga, coordinando un combo que no tiene ni una sola investigación. Esas personas tienen cero incentivos para entrar en esta negociación.

Entonces el control real de los capos en las cárceles no se ve tan reflejado en las calles. ¿Digamos, Carlos Pesebre no manda en el barrio Robledo?

No, sí manda. Pero manda parcialmente, o sea, manda para ciertas cosas. Por ejemplo, yo he visto casos en los que a la gente de los combos de Medellín les mandan mensajes de WhatsApp y les dicen bajen la violencia y ellos obedecen. Eso es una cosa. Otra cosa es que a vos te digan que debes asumir una especie de condena en un proceso de sometimiento. Sobre todo porque si los grandes jefes negocian, en la práctica se retiran. Entonces esto genera como otro tipo de competencias internas para asumir el poder.

¿En ese sentido iniciar una mesa de diálogos sin ni siquiera ese marco jurídico para presentarlo a esos pelados en la calle es un riesgo?

Totalmente. Parte de la visión inocente del gobierno es creer que la gente se va a sentar a negociar porque sí. La gente responde a incentivos. Vos cambias los incentivos y parte de una negociación es saber qué es lo que hay sobre la mesa. El gobierno no tiene la menor idea de la cantidad de plata que le entra al Clan del Golfo. No tienen ni la menor idea de la cantidad de plata que le entran a los 12 mil pelados de los combos de Medellín, porque no saben ni siquiera cuánta plata por extorsión cobran.

Acá en Medellín se preocupan porque hay 400 denuncias por extorsión al año. Nosotros estimamos que hay más o menos 150 mil hogares y negocios que pagan semanalmente cuotas de extorsión, pero solo hay 400 denuncias. Entonces, realmente es cómo negociar con alguien sin tener ni la menor idea qué es lo que está sobre la mesa de la otra persona. Ese es otro de los problemas fundamentales de esta aproximación del gobierno.

Pero la misma ley de sometimiento también tiene la pretensión de ser una medida para desmantelar justamente ese crimen organizado. ¿Cree que el proyecto podría cumplir eso que busca?

Creo que algo parecido a la Ley Rico (ley estadounidense para procesar organizaciones mafiosas) sería interesante. Pero no creo que ninguna de las versiones del proyecto de ley de sometimiento se parezca a la de Rico en lo fundamental. Lo fundamental es lo que pasó acá con los grupos paramilitares y guerrilleros, y es que hubiera responsabilidad en la línea de mando. Es que si hoy hay un muerto en Urabá, vos podás imputar al jefe del Clan del Golfo. Si hay un muerto en Robledo, vos podás imputar a Carlos Pesebre.

¿Pero las imputaciones colectivas que contempla la ley no permiten imputar a la organización y los mandos por todos esos delitos?

No, porque para que ocurra la imputación colectiva tiene que haber un sometimiento. La ley Rico lo que permitió es que sin sometimiento vos pudieras imputar a todo el mundo que hace parte de una organización. Entonces esto genera incentivos tremendamente. Porque si le dices a Carlos Pesebre que por cada muerto que haya en Robledo lo vas a imputar, lo que va a hacer es mandar una instrucción a Robledo a decir no se mata a nadie.

Esa es la clave y por eso es que allá lograron resolver este problema, porque lograron alinear los incentivos en contexto de las estructuras. Aquí no porque la mayoría de la gente no está imputada. ¿Entonces a cuento de qué se va a someter?

Pero el proyecto crea unos mecanismos para que las personas que sí se sometan ayuden a desmantelar el crimen y a aportar información sobre quienes sigan delinquiendo. ¿Eso no es un incentivo para dejar las armas? 

Soy escéptico. No sé si lo haga, no sé si lo maten si lo hace. Para mi no son tan claros los incentivos para dar esa información. La ley ordinaria actual tiene más incentivos para que la gente negocie con la Fiscalía que el proyecto de ley de sometimiento. Por ejemplo, en términos de activos (dinero), aquí te ponen un límite en cuanto son los activos que pueden entregar. Si negocias con la Fiscalía hoy, podrías negociar en otros términos que eventualmente podrían ser más favorables.

 ¿Entonces qué impacto tendría si los capos en las cárceles efectivamente logran pactar un desmantelamiento y sacar adelante ese proceso con por lo menos parte de su estructura criminal? 

Creo que en la práctica lo que pasaría es un cambio de mando. Esto es un negocio, es un mercado que existe. Esa es la razón fundamental por la que pienso que esto es una aproximación inocente al problema. Aquí en Medellín la gente no va a dejar de comprar cocaína, marihuana, no va a dejar de hacerlo. Si no lo venden ellos, lo venden otros. Y eso puede generar una desestabilización si los que lo están controlando hoy deciden retirarse y demás.

De hecho, Medellín es mucho menos violenta que Cali, no porque aquí vendan menos droga, sino porque los grupos criminales acá están más organizados que en Cali. ¿Entonces qué puede pasar? Puede haber más violencia. Porque si los que regulan este mercado se retiran, pues va a haber gente nueva improvisando y posiblemente generando más violencia.

Entonces, ¿qué vía sería interesante abordar con la criminalidad de Medellín?

Honestamente creo que la única salida es legalizar los mercados. Legalizar la cocaína en Colombia es muy difícil geopolíticamente y tenemos muchos problemas con la economía política internacional. Pero yo legalizaría mañana la marihuana. Es una renta importante de estos grupos y si vos le quitas plata, le quitas poder. No creo que ellos asuman esa renta porque no creo que tengan la capacidad de hacerlo. Por ejemplo, yo estuve el año pasado en Chicago, vos entras en un dispensario de marihuana y es una cosa súper sofisticada. Los combos no son esa industria súper sofisticada.

Actualmente en el Congreso va por buen camino el proyecto de legalización de la marihuana recreativa de uso adulto. ¿Con esto habría un incentivo para que entren a esta ley?

Sí, si se legaliza la marihuana creo que tal vez habría más incentivos para someterse para quienes tengan investigaciones en curso. No para quienes no las tienen y quienes tengan una posibilidad de renta en la cocaína. Pero con legalizar la marihuana le quitas poder a los grupos criminales.

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