En estos mapas, contamos la travesía paso a paso que tendrían que hacer los enfermos graves de coronavirus desde los resguardos con casos y pueblos indígenas más expuestos.

La cara de la tragedia indígena por el coronavirus en Colombia se llama Amazonas, pero pronto podría tener otros nombres. Ya hay dos resguardos en otros departamentos con casos confirmados y pueblos indígenas en zona de frontera y contagio o pegados a municipios en los que está el virus.

Según la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, 178 resguardos (de los 775 que hay en el país), que suman más de 85 mil familias, tienen a sus comunidades en riesgo.

Lo más inquietante es que a cualquiera de los contagiados que llegue a complicarse lo espera todo un camino de obstáculos para llegar a una cama en Unidad de Cuidado Intensivo con ventilador.

En total, según cifras oficiales de la Onic, hasta ayer martes había 517 indígenas con Covid-19 en todo Colombia.

A la Organización le preocupa, como nos lo dijeron por aparte tres voceros, que el levantamiento parcial del aislamiento preventivo los exponga más. Como lo señalaron en este comunicado, en 224 de los 315 municipios con casos confirmados hasta ahora, vive el 60 por ciento de las comunidades indígenas del país.

En estos mapas, contamos en detalle la travesía paso a paso que tendrían que hacer los enfermos graves de los tres resguardos (en Amazonas, el Cesar y Nariño) que ya tienen casos, y de otros tres puntos que la Onic considera críticos por su vecindad con sitios con el virus.

Resguardos con casos

i) Resguardo San Juan de Atacuary, Puerto Nariño, Amazonas

La comunidad de San Juan de Atacuary está ubicada sobre la frontera con Perú. Ahí viven unas 59 familias de las etnias Tikuna, Kokama y Yagua. Hace parte de Puerto Nariño, el otro municipio de Amazonas, aparte de Leticia. Y al igual que la capital, tiene un centro de salud que brinda atención básica sin UCI. Allá ya hay confirmación de 41 casos de coronavirus. (la semana pasada la Onic informó que el líder indígena Rosendo Ahué, Consejero de Salud en Puerto Nariño, dio positivo para Covid).

Para acudir al puesto de salud de Puerto Nariño, los habitantes del resguardo San Juan deben viajar por río en unas lanchas rápidas que pueden demorar una hora y media, pagando un pasaje que cuesta entre 12 mil y 15 mil pesos. Si alguien de San Juan requiere de una UCI, debe viajar desde Puerto Nariño hasta Leticia, también por el río Amazonas, para luego ser trasladado a otra parte del país, como Bogotá. El costo del pasaje entre Puerto Nariño y Leticia es de 32 mil pesos en un bote rápido que puede demorar dos horas más.

 

 

 

 

Las personas que no tienen cómo pagar el traslado en lanchas rápidas, tienen que moverse en unas más lentas con motores pequeños y más artesanales que se llaman ‘peque-peque’. En esas el tránsito desde San Juan de Atacuary hasta Puerto Nariño se puede demorar tres horas, y el de Puerto Nariño a Leticia entre 9 y 12 horas.

 

 

 

 

Como en Leticia tampoco hay camas UCI, en caso de que un paciente de San Juan requiera atención especializada debe ser trasladado por avión a Bogotá. Es un viaje que tarda unas dos horas.

El lío es la disposición de aviones para hacer los traslados o que las EPS, que son las que deben asumir ese costo, los autoricen. Esas autorizaciones pueden demorar hasta una semana, y como el aeropuerto está cerrado, los traslados deben hacerse en aviones medicalizados. El Ministerio de Defensa habilitó la semana pasada un avión militar para hacer traslados.

 

ii) Resguardo Iroka, Codazzi, Cesar

En este resguardo de más de ocho mil hectáreas, ubicado a unas cinco horas de Valledupar, ya hay tres casos confirmados de coronavirus. Son dos personas de edad y un bebé que ya se recuperó en esta comunidad de tres mil indígenas yukpa, en toda la frontera con Venezuela.

El único plan viable para llegar hasta Valledupar, donde queda la UCI más cercana con disponibilidad de 278 camas, es en camionetas 4 x 4 porque la vía hasta Codazzi es destapada.

 

 

 

 

El alcalde de Codazzi, Omar Enrique Benjumea, nos contó que aunque en ese municipio tienen un hospital de primer nivel que ha atendido partos y cesáreas, no tienen camas de cuidados intensivos. “Hay diez camas disponibles para atención a covid, pero sin respiradores”, nos dijo.

Alquilar un carro desde el resguardo hasta Codazzi cuesta entre 350 a 400 mil pesos, nos dijo Wilson Largo, el encargado del resguardo. La otra opción es esperar un carro que pasa una o dos veces máximo a la semana por los cuatro puntos de entrada de la comunidad indígena. Ese pasaje cuesta 20 mil pesos. “Y ahí es si lo quieren llevar porque a veces esos carros llevan carga y no cabe gente”, detalló Largo.

Ya en Codazzi, donde hay otros tres casos confirmados aunque ya se recuperaron según nos dijo el Alcalde, hay que tomar un taxi hasta Valledupar que les cobra 12 mil pesos. La otra opción, que sería inviable si es un paciente grave, es a caballo desde el resguardo, algo que tomaría ocho horas hasta Codazzi; o a pie, lo que les tomaría un día.

 

 

iii) Resguardo Chiles, Cumbal, Nariño

Este resguardo queda en toda la frontera con Ecuador. Tiene dos casos confirmados de coronavirus más otros dos que están en el casco urbano de Cumbal. La UCI más cercana queda en Ipiales, a dos horas en carro del resguardo, por una carretera pavimentada.

 

 

 

 

Pero es muy posible que llegar a Ipiales no sea suficiente. Apenas hay ahí 21 UCI públicas, de las cuales un poco menos de la mitad, o sea máximo 10, están disponibles para enfermos de coronavirus, como nos confirmaron en la Secretaría de Salud de la Alcaldía. Además, en ese municipio ya hay 116 casos confirmados.

Si en Ipiales no lograran recibir atención, el plan B es Pasto, donde tampoco escampa. De las 102 camas de UCI, el 56 por ciento está ocupado para enfermedades diferentes al coronavirus. O sea que sólo tienen 39 camas de este tipo para atender a enfermos del virus.

Del resguardo Chile a Pasto se puede llegar por dos rutas.

 

 

 

 

Resguardos sin casos pero en riesgo

i)Resguardo Monaide Jitoma, Puerto Leguízamo, Putumayo

La comunidad de Monaide Jitoma está ubicada en la inspección de Piñuña Negro, frontera con el departamento de Sucumbíos en Ecuador, que reporta 85 casos Covid. Ahí viven unas 35 familias de la etnia Murui Muina. Si alguien se enferma y en el puesto de salud le dicen que necesita atención especializada debe trasladarse al hospital María Angelines de Puerto Leguízamo al que pertenece administrativamente. Aunque el hospital de Puerto Asís les queda más cerca, la falta de convenios entre las secretarías de salud de los dos municipios y las EPS hace que cada hospital solo atienda los casos de sus jurisdicciones.

El hospital de Puerto Leguízamo queda a cinco horas de Piñuña Negro en lancha rápida por el río Putumayo. El valor del pasaje es de 80 mil pesos, y si se quiere contratar todo el bote cuesta entre tres y cuatro millones de pesos.

Como el hospital de Leguizamo es de nivel dos, es decir básico, y no tiene UCI, un paciente grave que requiera atención avanzada debe ser trasladado y para eso tiene cuatro opciones:

 

PLAN A: Puerto Asís

En Puerto Asís hay una clínica privada que tiene las únicas 10 camas UCI de todo el Putumayo. Para llegar hay dos caminos desde Leguízamo: un vuelo desde el aeropuerto Caucaya que puede demorar unos 50 minutos. Hasta cuando se prestó el servicio, había dos vuelos semanales cuyo pasaje podía costar entre 200 y 300 mil pesos.

La otra opción es navegar por el río Putumayo. Una lancha rápida puede demorarse unas ocho horas y su pasaje costar entre 120 y 150 mil pesos.

 

 

 

 

PLAN B: Pasto

Si el paciente logra ser trasladado a Puerto Asís, bien sea por aire o agua, y ahí no hay UCI disponibles, desde ahí puede ser remitido por carretera a un hospital de Pasto. Un viaje entre Puerto Asís y Pasto puede tardar unas 8 horas por una carretera conocida como ‘el trampolín de la muerte’ porque tiene varios tramos sin pavimentar, debido a que allá llueve mucho y hay constantes derrumbes.

PLAN C: Neiva

Si el paciente logra ser trasladado a Puerto Asís, bien sea por aire o agua, y ahí no hay UCI disponibles, desde ahí también puede ser remitido por carretera al hospital universitario de Neiva, que es el más especializado del sur del país. Un viaje entre Puerto Asís y Neiva puede tardar unas 10 horas por la fallida vía 4G Mocoa-Neiva, que tiene varios tramos sin pavimentar y cierres permanentes porque el concesionario a cargo de la obra está en quiebra y no ha querido ceder el contrato.

 

 

 

 

PLAN D: Bogotá

Como en Leguízamo opera la base militar La Tagua de la Armada, se podría disponer de un avión militar que hiciera vuelos directos hasta Bogotá. Son vuelos que podrían demorar entre dos horas y dos horas y media. Hace una semana la Fuerza Aérea hizo un traslado de esa manera.

 

 

 

 

ii) Pueblo Hitnu, Arauca, Arauca

Este pueblo indígena se compone de 12 comunidades que viven en el corregimiento de Cañas Bravas, en el municipio de Arauca. Viven en tierras que no tienen tituladas como resguardo, en toda la frontera con Venezuela, donde en el estado de Apure ya hay 77 casos confirmados de coronavirus.

La vulnerabilidad de este pueblo es doble porque además de estar en esa porosa frontera, según nos confirmó una fuente del Ministerio Público que nos pidió no citarla por su seguridad, a estos indígenas los ha amenazado la disidencia del frente 10 Martín Villa de las Farc por incumplir sus normas de la cuarentena, como detallamos en esta historia.

Aunque la UCI más cercana les queda a una hora larga del corregimiento, en el casco urbano de Arauca, en ese municipio apenas tienen cuatro camas de este tipo para adultos y siete para bebés.

 

PLAN A: Arauca

 

 

 

 

PLAN B: Saravena

Debido a las pocas UCI de Arauca, la otra opción es que vayan a Saravena, a donde podrían llegar por carro o por un helicóptero militar.

 

 

 

 

Si en Saravena no se puede, las otras opciones serían tomar un vuelo desde Arauca a Yopal, a Bucaramanga o a Bogotá.

 

iii) Gran Resguardo Indígena de Vaupés

En Vaupés ya hay 11 casos confirmados de coronavirus, de los cuales dos son indígenas y están en Mitú, según nos confirmó Julio César Estrada, vocero de la Onic en la región, dato que a la vez verificamos con Gelber Quevedo Valencia, asesor de despacho de la Gobernación. Como en Amazonas, aquí no hay una sola UCI.

El Gran Resguardo Indígena del Vaupés, además de cubrir el 80 por ciento del territorio del departamento, tiene la complejidad de que empata en toda la frontera con Brasil, y viven 27 pueblos de las etnias Desano, Cubeo, Arará Bacatí y Tukano.

Si alguien en ese resguardo se llega a infectar y se complica, lo primero es llegar a Mitú y para eso hay dos opciones.

Una es por una avioneta cessna en la que caben entre cinco y siete personas y cobra entre 1,8  hasta cuatro millones por hacer el viaje desde Mitú hasta el resguardo y de regreso, dependiendo del punto exacto.

Ya en Mitú, la única opción es viajar en avión medicalizado a Villavicencio o a Bogotá. Normalmente contratar un avión de estos vale entre 16 y 18 millones de pesos, nos dijo Quevedo, el asesor de la Gobernación.

 

 

La otra opción, que es prácticamente inviable, es irse por lancha motorizada por todo el río Vaupés hasta Mitú.

 

Periodista y politóloga. Soy cofundadora e investigadora de la Fundación Conflict Responses, CORE, que busca investigar, entender mejor e incidir en lo que ocurre en el campo colombiano en cuanto a la violencia, la paz, movimientos sociales y el medio ambiente. En La Silla Vacía cubrí por cuatro...

Soy el periodista que cubre el Congreso. Estudié comunicación social y periodismo en la Universidad Surcolombiana. Antes hice parte de La Silla Sur. En 2020 gané el premio de periodismo Reynaldo Matiz y en 2021, 2022 y 2023 el premio Carlos Salamanca a mejor investigación. Escríbame al jortiz@lasillavacia.com

Soy productora y realizadora audiovisual en La Silla Vacía. Estudié producción audiovisual en el Sena y actualmente hago un pregrado de Cine y Televisión en la corporación universitaria Unitec. En 2021 gané el premio Gabo de periodismo en la categoría innovación por la investigación visual "La...

Soy la Coordinadora Gráfica de La Silla, donde trabajo con periodistas para contar historias sobre el poder en Colombia de manera gráfica e interactiva. Me encargo de mantener la identidad visual en la página web y en los contenidos que publicamos en redes sociales.