Esto era lo que hacía el presidente mientras el país debatía los hechos más importantes del primer año de su mandato.

La agenda pública del presidente Iván Duque muestra que en su primer año siempre priorizó a los empresarios, a los funcionarios extranjeros y a la Fuerza Pública. Incluso, prefería reunirse con ellos a discutir hechos como la minga indígena que hacerlo directamente con las organizaciones sociales implicadas.

De sus 365 días, el presidente estuvo en giras internacionales durante 48 días, y una de cada cuatro de sus reuniones fue con políticos y empresarios de otros países, según la información oficial de su cuenta de Twitter que revisamos. En cambio, dentro del país, para Duque fueron primero los alcaldes y gobernadores, los empresarios y la Fuerza Pública.

En sus viajes a región, los mandatarios locales casi siempre acompañaban a Duque y por eso fue tan elevado el número de encuentros. 

Los que sí tuvieron reuniones casi que exclusivas fueron los empresarios, pues el Presidente se reunió personalmente con varios de los gremios más fuertes y estuvo como invitado en encuentros de ganaderos, banqueros y exportadores, solo por mencionar algunos sectores.

Siguiendo los cánones de su ADN uribista, la Fuerza Pública también hizo hace parte de los consentidos de su agenda: fue a cinco aniversarios y desfiles, militares lo acompañaron a los 26 consejos de seguridad que hizo y en varios viajes al exterior visitó monumentos militares como en Beijing, Washington, Lima o Buenos Aires. 

La prioridad que le dio a algunos sectores en su agenda se reiteró en los hechos claves que enfrentó durante su primer año, como se nota en tres que produjo él y cuatro que enfrentó, pues privilegió a militares, empresarios y mandatarios locales, y poco se reunió con organizaciones sociales.

1

Reforma tributaria: los empresarios ante todo

En los dos meses que el Congreso discutió la Ley de Financiamiento, Duque se reunió con empresarios y con su bancada. 

Con los primeros, mantuvo el ritmo anterior y visitó al Consejo Gremial Nacional para hablarles del tema, lo que no es poca cosa teniendo en cuenta que en él están varios de los pesos pesados de la economía colombiana, como la Andi, Fenalco y Fedegan. 

Ese mismo día, el 8 de noviembre de 2018, se reunió con empresarios, exministros, economistas y académicos para hablar de reactivación económica, lo que muestra su estrategia para mover su proyecto: hablarle más a los empresarios que a los congresistas, con quienes no se reunió durante los dos meses. 

A los únicos políticos que visitó durante la discusión fue a su bancada del Centro Democrático con quienes, según El Tiempo, discutió la reforma porque su imagen popular se cayó por proponer extenderle el IVA a la canasta familiar, que finalmente se hundió

 
2

Plan Nacional de Desarrollo: sin hablar con los congresistas

Duque continuó con las prioridades internacionales y empresariales de su agenda durante los casi tres meses que duró la discusión legislativa sobre el Plan. 

Por ejemplo, mientras un sector de Cambio Radical intentaba jugar en contra retirándose de la votación en el Congreso, estaba de gira por Chile. 

Además, los tiempos de la discusión coincidieron con el estallido de la crisis en Venezuela.

Lo único novedoso que hizo fue que concertó una reunión con La U y el Centro Democrático para mover el Plan, pero fue aislado al inicio de la discusión en el Congreso; y no volvió a hablar del tema con los políticos, al menos no de manera oficial y pública. 

 
3

Objeciones a la JEP: explicaciones personales solo al cuerpo diplomático

Con sus seis objeciones a la Ley Estatutaria de la JEP, Duque le mostró los dientes al Acuerdo de Paz y lució sus posturas más uribistas, pero ni siquiera ese hecho político hizo que cambiara radicalmente su agenda. 

Mientras el Congreso discutía si aceptarlas, seguía privilegiando a los mandatarios locales, a los empresarios, a la comunidad internacional y a la Fuerza Pública. 

De hecho solo hizo alocuciones y declaraciones de prensa sobre el tema, y no se reunió oficialmente con nadie para presentar sus puntos de vista. 

A los únicos que les explicó personalmente sus motivaciones para objetar la JEP fue a los embajadores en Colombia, en un evento en Bogotá.  

Lo particular es que en ese tiempo hizo dos de sus tres visitas a los espacios de reincorporación de las Farc. En menos de un mes, el presidente visitó las zonas de Icononzo, Tolima y La Paz, Cesar.

 
4

Eln: el hecho que hizo cambiar la agenda

De todos los hechos de su primer año, la bomba que puso el Eln en la Escuela de Policía General Santander en Bogotá fue lo que más transformó las prioridades del mandatario. 

El día del ataque canceló el consejo de seguridad que tenía en Chocó y se desplazó inmediatamente a Bogotá para dar una declaración desde las instalaciones de la Policía y en las dos semanas posteriores intensificó los consejos de seguridad para debatir el tema, terminó la mesa de negociaciones con el Eln y asistió a una misa en honor a los más de 20 policías que murieron en el atentado. 

Luego, continuó con sus reuniones con empresarios y funcionarios internacionales, viajó a Suiza y a Panamá, y visitó Ituango tras la emergencia de la hidroeléctrica.

 
 
5

Venezuela: la popularidad por la agenda internacional

 

Desde que Juan Guaidó se proclamó presidente de Venezuela, Iván Duque intensificó sus reuniones con funcionarios extranjeros para promover el cerco diplomático que propuso para el vecino país. 

No solo estuvo en el concierto Venezuela Aid Live, sino que se reunió con los presidentes de Brasil, Panamá, Guatemala y Perú para apoyar la posesión de Guaidó, defendió ante la Organización de Estados Americanos la idea del cerco y visitó centros de atención para migrantes en la frontera. En suma, priorizó su aparición internacional. 

La combinación de la situación en Venezuela y el atentado del Eln le ayudaron a Duque a subir un poco la popularidad perdida, como lo reveló la encuesta Gallup y lo explicamos en La Silla. Esa suma le dio un respiro de 13 puntos de imagen favorable ante los colombianos, después de la caída en picada que tuvo antes de eso, en parte por el IVA en la canasta familiar.

 
6

Paro de estudiantes: con el ojo puesto en otra parte

Como si nada ocurriera, el Presidente siguió priorizando a los empresarios y a los mandatarios locales mientras los estudiantes de universidades públicas estaban en paro. 

En ninguno de los momentos más álgidos de las protestas cambió su agenda para hablar directamente con los estudiantes. 

Durante esos dos meses solo se sentó a hablar en dos ocasiones con el sector académico sobre las protestas y la crisis en la educación: la reunión que sostuvo con rectores y la vez que recibió en la Casa de Nariño a una comisión de estudiantes para firmar el pacto que ya estaba acordado. 

De hecho, en esos dos meses se reunió más con deportistas y artistas que con los estudiantes. Y, mientras el paro seguía, cantó junto a Carlos Vives en Santa Marta.

 
7

Minga indígena: mejor negociar con políticos y empresarios 

Siguiendo las prioridades que tuvo durante el paro de estudiantes, Duque nunca se sentó a negociar con los dirigentes de la minga indígena, campesina y afro.

No lo hizo ni siquiera porque el sur del país estuviera bloqueado durante casi un mes, debido a que los manifestantes cerraron la vía Panamericana. En cambio, se reunión con las organizaciones de acción comunal, que no estaban en la minga. 

Con quien discutió el bloqueo de la Panamericana fue con empresarios, congresistas de Nariño, alcaldes y concejales de Cauca, y la Fuerza Pública, una muestra de que incluso en los momentos más difíciles, escucha más a los sectores poderosos que a la gente de a pie.

 
 
8

Del exterior a Bogotá

 

(Haga clic en los puntos para saber cuántas veces estuvo en cada municipio).

De todas las reuniones que sostuvo el presidente y de las conferencias a las que asistió, un poco más de la mitad fueron en Bogotá. 

En esta misma línea, el presidente ratificó su carácter internacional al estar en el exterior en uno de cada seis de sus eventos oficiales. En total, tuvo 113 eventos en otros países, en comparación con los 35 en Cartagena, los 18 en Medellín y los 17 en Barranquilla, los lugares del país que más visitó sin contar a la capital. 

Por esto es que la región a la que más veces fue es la Costa Atlántica; seguida del departamento de Antioquia, la cuna del uribismo. Y aunque visitó todos los departamentos por sus talleres Construyendo País, los menos visitados fueron los amazónicos pues en todo un año fue una sola vez a Guainía, Guaviare, Amazonas y Vaupés.

Historiadora y Diseñadora. Trabajé del 2018 al 2021 en La Silla Vacía como Coordinadora Gráfica. Ahora vivo en Helsinki (Finlandia) y estudio una maestría en Comunicación Visual.

Soy periodista de la Universidad de Antioquia, con maestría en Human Rights, Policy and Practice en tres universidades de la Unión Europea, en las que obtuve la beca Erasmus Mundus. He trabajado con Semana.com y Verdad Abierta. Además, con ese equipo, nos ganamos el premio Simón Bolívar a mejor...