En una casa abandonada, a unos 20 minutos caminando desde el Portal Américas, en Bogotá, nueve jóvenes de Primera Línea se encierran para inhalar gases similares a los lacrimógenos que lanza el Esmad. Según cuenta uno de ellos, los consiguen en el mercado negro. “La idea es estar familiarizados con los gases para que en los días de la protesta no nos dé tan duro”, explica Nilo, un joven de 18 años que pide no ser identificado con su nombre.
“No abran la boca, no corran y respiren por la nariz”, les dice a sus compañeros mientras sostiene un cilindro metálico. Con un guante lo abre y el cuarto queda inundado de humo gris. Antes de los dos minutos todos están afuera. Tosen hasta las náuseas. Se riegan leche en la cara y luego se ponen un trapo humedecido con agua con bicarbonato en la boca y la nariz para aliviar el ardor. Después de recuperarse, vuelven a entrar a la casa, que todavía tiene gases. Ese procedimiento lo repiten varias veces.
No es muy sencillo conseguir estos artefactos y son costosos, 40 mil pesos por cilindro. Aunque en casi tres meses de protestas y choques con el Esmad ya muchos han estado expuestos a esos gases, lo hacen ahora para familiarizar a los nuevos integrantes de las primeras líneas como parte de la preparación para el 20 de julio.
“Ese día va a haber un combate épico”, dice por teléfono Mono, un joven de 17 años de otra primera línea de Américas. Cuenta que ha sido detenido en varias ocasiones por lanzar piedras a los uniformados y también ha participado en el intento de incendiar el Supercade de Américas y en la retención de buses en Usme. Explica que lo hace “porque ellos son unos abusivos. Cuando me cogen me pegan entre varios y me roban lo que llevo”.
El día en que se conmemora la independencia de Colombia y el presidente Iván Duque instala una nueva legislatura en el Congreso, los jóvenes de estos grupos prometen un desfile de primeras líneas de todo el país en Bogotá. Además, el Comité del Paro también convocó a movilizaciones.
El desfile militar que suele hacerse en esa fecha fue cancelado, según el general de la Policía Metropolitana de Bogotá, Eliécer Camacho, por la pandemia. Y la capital se prepara para la primera gran jornada de protesta después del final de un paro que duró más de dos meses.