Alicia en su palacio
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Alicia en su palacio
"La voz de ella es el guiño que hace falta y su veto es la muralla que no se logra saltar", es como la describe un ex funcionario de Palacio. Alicia Arango, la secretaria privada del Presidente, es de las muy poquitas voces que Álvaro Uribe escucha hoy en día. Arango estuvo con él cuando tenía su famoso dos por ciento en las encuestas y desde entonces no se le ha despegado. Con una libreta de apuntes, lo acompaña a donde él va. Debido a que está escribiendo un libro sobre el Presidente, entra con él a todas las reuniones y no se limita a tomar notas. Opina por igual en las reuniones técnicas sobre Transmilenio como en las discusiones sobre aplazamientos presupuestales.
Aunque su mayor logro antes de entrar al Gobierno había sido ser una excelente directora del Instituto de Recreación y Deporte durante la Alcaldía de Enrique Peñalosa, en el gobierno de Uribe se ha convertido en uno de los personajes más influyentes. Sin gran formación académica, ella representa el 'sentido común' que tanto valora el Presidente y su olfato político termina primando en muchas discusiones por encima de los conceptos de los asesores técnicos de Palacio. Ha sido una de las más acérrimas defensoras de mantener los parafiscales y de duplicar el cubrimiento de Familias en Acción, dos áreas de grandes réditos políticos. Y además, quien más le ha insistido a Uribe de lanzarse por tercera vez.
De todo el equipo que arrancó con Uribe en el primer período, ella es la única que queda. Los otros a los que oía -Ricardo Galán, Jaime Bermúdez, José Roberto Arango, Fabio Valencia, Luis Carlos Restrepo y José Obdulio Gaviria- salieron de Palacio. "Ella influye hoy más que nunca, pues no hay nadie que contrarreste su opinión", dice otra persona que trabajó cerca de Uribe. La Silla Vacía contactó a Arango pero el Secretario de Prensa de Palacio dijo que ella prefería no hablar sobre este tema.
Arango, una cartagenera alegre y extrovertida, es quien hace reír al Presidente, pero también quién lo incendia. Si ella coge alguien entre ojos, esa persona difícilmente accederá a Uribe y rápidamente será desprestigiada. Ella es quien hace abrir y cerrar puertas en Palacio. Además de su labor de veto, su otro rol clave es sugerir nombres para nombramientos importantes. Porque curiosamente, a pesar de toda su microgerencia o quizás debido a ella porque sabe que al final él concentrará todas las decisiones, el Presidente no se preocupa mucho por quién nombrar. Él oye a Bernardo Moreno y a Alicia Arango y suele darles la razón. Muchas de sus sugerencias han sido buenas pero también ha vetado personas muy capaces. Estas son algunas de las personas a las que ella les dio el espaldarazo para llegar a esos cargos.
Nota de la Editora: Después de publicada esta historia, Ximena Garrido, quien fue la mano derecha de Alicia Arango y ahora es Cónsul en Londres envió a La Silla Vacía esta carta, que ofrece otra perspectiva sobre su ex jefe. La publicamos para que los lectores tengan más contexto.
Aunque su mayor logro antes de entrar al Gobierno había sido ser una excelente directora del Instituto de Recreación y Deporte durante la Alcaldía de Enrique Peñalosa, en el gobierno de Uribe se ha convertido en uno de los personajes más influyentes. Sin gran formación académica, ella representa el 'sentido común' que tanto valora el Presidente y su olfato político termina primando en muchas discusiones por encima de los conceptos de los asesores técnicos de Palacio. Ha sido una de las más acérrimas defensoras de mantener los parafiscales y de duplicar el cubrimiento de Familias en Acción, dos áreas de grandes réditos políticos. Y además, quien más le ha insistido a Uribe de lanzarse por tercera vez.
De todo el equipo que arrancó con Uribe en el primer período, ella es la única que queda. Los otros a los que oía -Ricardo Galán, Jaime Bermúdez, José Roberto Arango, Fabio Valencia, Luis Carlos Restrepo y José Obdulio Gaviria- salieron de Palacio. "Ella influye hoy más que nunca, pues no hay nadie que contrarreste su opinión", dice otra persona que trabajó cerca de Uribe. La Silla Vacía contactó a Arango pero el Secretario de Prensa de Palacio dijo que ella prefería no hablar sobre este tema.
Arango, una cartagenera alegre y extrovertida, es quien hace reír al Presidente, pero también quién lo incendia. Si ella coge alguien entre ojos, esa persona difícilmente accederá a Uribe y rápidamente será desprestigiada. Ella es quien hace abrir y cerrar puertas en Palacio. Además de su labor de veto, su otro rol clave es sugerir nombres para nombramientos importantes. Porque curiosamente, a pesar de toda su microgerencia o quizás debido a ella porque sabe que al final él concentrará todas las decisiones, el Presidente no se preocupa mucho por quién nombrar. Él oye a Bernardo Moreno y a Alicia Arango y suele darles la razón. Muchas de sus sugerencias han sido buenas pero también ha vetado personas muy capaces. Estas son algunas de las personas a las que ella les dio el espaldarazo para llegar a esos cargos.
Nota de la Editora: Después de publicada esta historia, Ximena Garrido, quien fue la mano derecha de Alicia Arango y ahora es Cónsul en Londres envió a La Silla Vacía esta carta, que ofrece otra perspectiva sobre su ex jefe. La publicamos para que los lectores tengan más contexto.

Oscar Iván Zuluaga
Ministro de Hacienda
Zuluaga ha sido muy cercano al Presidente y fue uno de los fundadores de la U. Como senador, trabajó la Ley 100 con Uribe y como Ministro Consejero en los temas económicos manejó la reestructuración de los hospitales pero inicialmente no le dieron el Ministerio de Protección Social, que era lo que él quería, porque ya habían nombrado a Juan Manuel Santos en el Ministerio de Defensa y no podían darle dos ministerios a la U. Pero cuando Alberto Carrasquilla renunció al Ministerio de Hacienda porque Uribe no le apoyó su reforma tributaria, él propuso entre otros a Zuluaga como reemplazo. Estaban en la baraja Roberto Steiner y Juan Carlos Echeverry. Alicia votó por Zuluaga. Pero Oscar Iván tenía dudas porque él estaba preparado era para Protección Social. Ella lo convenció.
Elvira Forero
Directora ICBF
Forero es una de las funcionarias de la entraña de Uribe. Se conocían desde qué ella trabajaba en la Federación Nacional de Departamentos y fue la coordinadora académica de la campaña, donde conoció a Alicia. Pero luego la reemplazaron por Jorge Humberto Botero y Forero pasó a la gerencia de Fonade. La Primera Dama Lina Moreno tenía otras candidatas para dirigir el ICBF, entre ellas Beatriz Linares, experta en niñez. Pero en un pulso con Alicia Arango, quedó Forero a cargo de Bienestar Familiar. Lina Moreno renunció a la presidencia de la Junta Directiva del ICBF, un cargo normalmente reservado para las primeras damas.
Edmundo del Castillo
Secretario Jurídico
Del Castillo es un viejo amigo de Alicia. Antes de llevarlo a Palacio, lo recomendó como asesor jurídico de varias empresas como Telecom, ICBF y Minambiente. Su esposa había trabajado con Enrique Peñalosa en el tema de parques en la Alcaldía y eran cercanos con la secretaria privada. Pocos días después de que Mauricio Gonzáles renuncia tras ser elegido por el Senado como magistrado de la Corte Constitucional, Uribe lo nombra sin haberlo conocido bien previamente. Alicia sugirió su nombre, y el Presidente acogió su recomendación.
Ilse Bechara
Comisionada de Televisión
Cuando Carolina Hoyos renuncia a la Comisión de Televisión, Uribe nombra a Bechara. Bechara era la rectora y dueña de la Universidad del Sinú, en Córdoba, y Uribe la conocía porque su papá es vecino del Ubérrimo. Pero también, el hermano de Ilse, Rolando Bechara, fue el primer marido de una de las hermanas de Alicia Arango, y ella habló bien de su concuñada.
Cecilia Álvarez-Correa
Ex Ministra Consejera en temas económicos
Álvarez-Correa era asistente de José Roberto Arango y se conoció con Alicia en Palacio. Como ambas eran costeñas, se volvieron compinches. Cuando se abrió el puesto de Consejera en temas económicos, Alicia habló de ella con el Presidente y la promovieron.
María Paula Correa
Cónsul en Nueva York
Es la mejor amiga de la hija de Alicia Arango y reemplazó a Paula Guerra, la hija de Joselito Guerra, a quién trasladaron a la ONU.
Ximena Garrido
Cónsul en Londres
Garrido era la mano derecha de Alicia Arango en la Secretaría Privada, y tan eficiente como ella. Cuando Anny Vásquez renuncia para ser Comisionada de Televisión, Ximena pone su nombre a consideración. Y Alicia intercede en su favor con el Presidente. Es nombrada cónsul general en Londres.
Jaime Bermúdez
Canciller
Bermúdez se conoció con Uribe cuando ambos estudiaban en Oxford, mucho antes de que Alicia y Uribe se conocieran. Pero al finalizar el primer período, Bermúdez estaba desgastado, había perdido interlocución con el Presidente y renunció para irse a vivir a Argentina, donde quería escribir un libro y desvincularse del Gobierno. Pero Alicia convenció a Uribe de darle la embajada en Argentina. Y luego, de traerlo como Canciller cuando decidieron cambiar a Araújo.
Miguel Peñaloza
Alto Consejero para la Competitividad y las Regiones
Fabio Echeverri llevó inicialmente a Peñaloza a la campaña y reemplazó a Anny Vasquez como Consejero para las Regiones, encargado de coordinar los consejos comunitarios por sugerencia de José Roberto Arango, que era amigo suyo. Cuando Fabio Valencia Cossio pasa al Ministerio del Interior, fusionan su cargo de Consejero de Competitividad con el de las regiones y por sugerencia de Alicia se lo ofrecen a Peñaloza, a pesar de que Uribe no estaba convencido.
Fabio Valencia Cossio
Ministro del Interior y de Justicia
Valencia Cossio estaba en Roma como Embajador y le había hecho saber al Presidente su interés de volver al Gobierno en Bogotá. En su momento, Jaime Bermúdez y Ricardo Galán, el jefe de prensa, se opusieron a que asumiera el Ministerio del Interior puesto que él representaba todo el clientelismo y la politiquería que Uribe había criticado en la campaña. Sin embargo, Alicia dijo que se necesitaba alguien así para mover el referendo en el Congreso. Ganó esa pelea.
Luis Guillermo Plata
Ministro de Comercio Exterior
Fabio Echeverry había llevado a Plata a Proexport, y este había hecho una buena labor de promoción del país y Uribe le tenía simpatía. Alicia, por su parte, lo conocía porque la esposa de Plata, Liana Latorre, trabajaba como consultora de una firma de banca de inversión de su pareja José Roberto Arango. Hernando José Gómez, el negociador del TLC, quería ser Ministro de Comercio pero cuando llegó el momento de llenar esa vacante la recomendación de Alicia funcionó para Plata.
Cecilia María Vélez
Ministra de Educación
Desde 1998, Vélez venía manejando con éxito la Secretaría de Educación en Bogotá y fue una de las primeras ministras en ser nombradas. Cecilia María era muy amiga de Juan Luis Londoño, el primer ministro estrella de Protección Social, pero también era muy cercana a Alicia porque ambas trabajaron en el equipo de Enrique Peñalosa. Aunque pocas candidatas eran más idóneas para el cargo, la recomendación de Alicia ayudó al Presidente a decidirse por ella.
Fernando Araújo
Ex Canciller
Cuando estalla el escándalo de su hermano Álvaro Araújo y su papá, María Consuelo Araújo presenta su renuncia irrevocable a la Cancillería para defender a su familia. Ella, había llegado a Palacio por medio de Alicia Arango con quien trabajaron en el gobierno de Bogotá con Peñalosa. El Presidente no quiere aceptar la renuncia, pero la ‘Conchi’ sugiere el nombre de Fernando Araújo, quien se acaba de volar de las Farc tras varios años de cautiverio. Alicia da el ‘empujón’ que hacía falta para que lo nombraran. Su nombramiento fue considerado en su momento una movida brillante para distraer la atención del escándalo de la parapolítica. También aboga para que lo quiten cuando no da la talla.
Carlos Costa
Ministro de Medio Ambiente y Vivienda
Cuando Juan Lozano se retiró del Ministerio, los viceministros estaban compitiendo por el puesto y Miguel Peñaloza era el preferido de Lozano para reemplazarlo. Pero Alicia no quería a Lozano y no quería ningún recomendado suyo en el cargo. Nadie había pensado en Carlos Costa, que trabajaba en el Banco Mundial como experto en gestión de riesgo y cambio climático para América Latina. Pero Costa era amigo de María Consuelo Araújo, y ella se lo recomendó a su amiga Alicia, quien convenció a Uribe que él era la mejor opción para el cargo.