La reventada del Partido de La U en Córdoba, dividido entre el grupo de los llamados ñoños y el del gobernador Alejandro Lyons, tiene allí a la principal colectividad del santismo frente a dos caminos que la conducen hacia sendas uribistas en las regionales de octubre.

Los congresistas de La U Martín Morales y Sara Piedrahita, el aspirante Carlos Gómez y los legisladores conservadores Nora García y David Barguil. Todos sellaron unión contra los ñoños.

La reventada del Partido de La U en Córdoba, dividido entre el grupo de los llamados ñoños y el del gobernador Alejandro Lyons, tiene allí a la principal colectividad del santismo frente a dos caminos que la conducen hacia sendas uribistas en las regionales de octubre.

Rota como está, La U se arriesga a perder la Gobernación de un departamento que el presidente Juan Manuel Santos se obsesionó en quitarle a su antecesor Álvaro Uribe, como lo contó La Silla. Y, en el mejor de los casos, si la gana lo haría en alianza con sectores del uribismo o cercanos a éste.

El grupo de los ñoños (sentados, de izquierda a derecha: el Ñoño Elías, Edwin Besaile y Musa Besaile), acompañado por los políticos locales que lo apoyan.
Daniel Cabrales, el senador uribista de Córdoba con el que planean aliarse los ñoños.

La pelea es por quien se queda con el aval de La U y suma más apoyos. Tanto Lyons como los ñoños (los senadores Bernardo ‘Ñoño’ Elías y Musa Besaile) tienen su respectivo aspirante. El de Lyons es su exsecretario de despacho y amigo, Carlos Gómez Espitia. Y el de los ñoños, el hermano de Musa: el arquitecto Edwin Besaile.

En el round más reciente, la semana pasada el grupo de Lyons selló unas alianzas que dejaron prácticamente solos a los ñoños que son los dos senadores más votados del país en lista abierta después de Jorge Enrique Robledo del Polo, y los de la conocida “mermelada”.

Lyons logró unir alrededor de su aspirante a los liberales (cuyas cabezas son el exsenador Juan Manuel ‘Juancho’ López y su esposa la senadora Artleth Casado, y el presidente de la Cámara Fabio Amín) y a los conservadores (que tienen la Alcaldía y son liderados por los congresistas Nora García y David Barguil). Es decir, a los grupos más fuertes en Córdoba después de los ñoños.

Con los conservadores el grupo Lyons pactó que, a cambio del apoyo a Carlos Gómez, el único candidato que respaldará a la Alcaldía la gente del Gobernador es el conservador Marcos Daniel Pineda, hijo de la senadora Nora García y con quien los godos buscan reelegirse en ese cargo.

La casa de Nora García Burgos y del representante David Barguil votó en la segunda vuelta presidencial por la carta del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, y hace parte del ala uribista del conservatismo. Eso significa que, si Lyons logra que La U le de a su candidato el aval, el principal partido de la Unidad Nacional santista iría en fórmula con los godo-uribistas en Córdoba.

Pero además, en caso de que Lyons no obtenga el aval de su partido La U para Gómez, hay posibilidades de que esa credencial la den los conservadores. Con ello los azules -que oficialmente están por fuera de la Unidad Nacional- podrían hacer moñona en el departamento al quedarse con las dos cargos más importantes.

¿Por qué avalarían los godos a Carlos Gómez, el aspirante del Gobernador? No sólo por conveniencia sino porque en realidad ese exfuncionario tiene ascendencia conservadora, pues su padre Carlos Gómez ha sido un líder azul tradicional en el pueblo de Lorica.

En la Córdoba política se ha rumorado que otro plan B para el aspirante de Lyons podría ser la sombrilla de Cambio Radical, una colectividad de poca fuerza aquí que apenas llegó a los 14 mil votos en las legislativas, pero tiene lo más importante: da avales. Sin embargo, y aunque nos dijeron que el Gobernador y el vicepresidente Germán Vargas Lleras (jefe natural de Cambio) son amigos, la dirigencia local de esa colectividad está cercana a los ñoños. (Y en cambio en los azules las puertas están abiertas para dar el aval).

Allí en esa orilla del Ñoño Elías y Musa Besaile el camino, por ahora, también conduce al uribismo. El Centro Democrático, que obtuvo la cuarta votación en Córdoba para las legislativas, es la opción que están contemplando los ñoños para enfrentar la gran alianza que selló Lyons, quien tiene al único aspirante que podría hacerles competencia dura a estos caciques.  

El CD tiene aspirantes a la Gobernación (el general en retiro Jairo Herazo y el ganadero Pedro Jaller) y a la Alcaldía (Carlos Ordosgoitia, hijo del excongresista y exdirector del INCO Luis Carlos Ordosgoitia). La Silla supo que la idea de los ñoños en el actual escenario es proponer a los uribistas una alianza para que ambos grupos apoyen al hermano de Musa la Gobernación y vayan con Ordosgoitia a la Alcaldía.

No se ve difícil una alianza ñoños-uribismo, teniendo en cuenta que ya ha habido coqueteos recientes entre el expresidente y los ñoños. Los tres se encontraron en vacaciones de fin de año en la finca del exsenador Joche Ramón Elías Náder (tío del Ñoño Elías) y plantearon la posibilidad de una alianza con miras a octubre, aunque no se concretó nada, como lo contó La Silla.

Además el Ñoño es muy cercano a Daniel Cabrales, el único senador del CD en Córdoba, tanto que el primero es el padrino de bautismo (junto a Álvaro Uribe) del hijo de Cabrales.

Aunque Cabrales también ha estado en conversaciones con el grupo del Gobernador y por ahora no es claro si el uribismo va a entrar en alguno de los dos grandes grupos competidores por la Gobernación.

Los conservadores uribistas de Córdoba: Nora García, David Barguil y Marcos Daniel Pineda.
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Este es Carlos Gómez, el aspirante del grupo de Lyons.

Cómo se quedaron solos

Hace cuatro años los ñoños eligieron gobernador a Alejandro Lyons (joven abogado con cero experiencia política hasta entonces) como carta de su bolsillo, y ahora ven cómo Lyons montó casa política aparte y les pone competencia fuerte.

Lyons eligió a su prima Sara Piedrahita representante como poco más de 105 mil votos (una de las más votadas del país) y en La U cuenta también con el senador cordobés Martín Morales.

En enero, cuando ya sonaba que el Gobernador pondría candidato en octubre y que sería su exfuncionario Carlos Gómez, quien había renunciado al gabinete para no inhabilitarse; los ñoños presentaron a Edwin Besaile como su carta la Gobernación. Ahí arrancó la puja que paradójicamente se da entre cuñados, pues Lyons está casado con una hermana del Ñoño.

De entrada, y según nos dijeron dos periodistas y dos políticos de la región, no cayó muy bien el nombre de Edwin Besaile entre algunos que lo ven como una ficha con la que Musa pretende amarrar la Gobernación a su bolsillo. “Un hermano siempre será de su hermano”, dijo una de las fuentes. “Eso muestra que ven a Córdoba como una finca”, agregó otra.

Musa y Ñoño, que han sido rivales en varias ocasiones, hicieron un pacto temprano para que Musa ponga el candidato a la Gobernación y Ñoño el de la Alcaldía de Sahagún, el pueblo de ambos.

En febrero hubo una reunión entre los congresistas de Lyons (Sara Piedrahita y Martín Morales) y los de los ñoños (además de ellos dos, los representantes Joche Tous y Raymundo Méndez Bechara) para tratar de llegar a un consenso y se registró el primer fracaso en varios intentos de conciliación.

Lo que supo La Silla es que, durante todas estas semanas, Lyons sacó ventaja por jugar a varias bandas proponiendo acuerdos por aparte a: los ñoños (para que ellos pusieran o el aspirante a la Gobernación o  la Alcaldía de Montería), a los conservadores, y a los liberales (ofreció apoyar el candidato a la Alcaldía de Juancho López: el concejal Juan José González).

Un político local nos dijo: “A ninguno le decía que sí, pero a todos dejaba en espera para que nadie pudiera cerrar tratos entre sí”.

Hace más o menos un mes, antes de irse a un viaje a Estados Unidos, el Gobernador visitó a Musa Besaile y al Ñoño Elías. Dos personas que conocen bien la movida política en Córdoba nos dijeron que en el encuentro el mandatario les ofreció ir tranquilos por la Gobernación con Edwin Besaile, mientras su grupo le apostaba más bien a la Alcaldía con Carlos Gómez.

Los ñoños, que habían estado en conversaciones con el grupo del exsenador Juancho López para hacer fórmula con él Gobernación-Alcaldía, declinaron la unión con los liberales para quedarse con el movimiento del Gobernador, con el que después de todo comparten partido.

La sorpresa se la llevaron esta semana que pasó cuando, a través de fotos de unas reuniones, se anunció informalmente la alianza del candidato de Lyons con los conservadores y los liberales.

Los conservadores, incluso, ya entraron formalmente a la Administración Lyons con dos secretarías.

Aunque aún falta un trecho por recorrer de aquí a que se cierren las inscripciones de los candidatos (25 de julio), por ahora los ñoños se quedaron sin las principales fuerzas del departamento.

“Se equivocaron de candidato, el que pusieron espantó a muchos”, nos dijo una fuente conocedora al respecto. “Creyeron, como les pasó a los liberales hace cuatro años cuando perdieron la Gobernación en contra de todo el mundo, que iban a poder solos y no necesitaban a los demás. Cuando no podían cerrar alianzas con unos o con otros decían que ganaban sin nadie”, agregó por aparte otra fuente.

Es evidente que Lyons resultó para ellos un hijo que superó a los padres en capacidad para jugar a varias bandas y armas coaliciones. Según dos altas fuentes de La U a nivel nacional, ese mandatario ha pedido incluso a que La U no le de aval a nadie. Así dejaría a sus contradictores los ñoños sin sombrilla, mientras los conservadores le avalan a su aspirante.

Los ñoños son los dos senadores más votados de Córdoba (sacaron casi 85 mil votos cada uno) y si se unen con el CD podrían contar además con los poco más de 42 mil votos de los uribistas allí.

La alianza alrededor de Carlos Gómez suma las votaciones cordobesas de los senadores Martín Morales (64 mil), Nora García (53 mil), la conservadora Yamina Pestana (50 mil) y Arleth Casado (48 mil). El cálculo que hay es que para regionales esas cifras aumentan en un 30 por ciento.

Ese es el panorama, al menos por ahora y mientras no se muevan las fichas. Podrían moverse, por ejemplo, por los lados de los liberales, que están más cerca de Lyons pero tienen aspirante a la Alcaldía y el grupo del Gobernador ya se comprometió con el candidato azul. “Es que allá donde Lyons no hay cama pa tanta gente”, comentó al respecto alguien de la orilla de los ñoños.

Mientras tanto en Bogotá, desde donde salió la directriz presidencial a los tres partidos de la Unidad Nacional (U, Cambio Radical y liberales) de ir juntos en las regionales para cerrarle el paso a los uribistas en lo local, este enredo lo afrontan las directivas nacionales de La U. En esa colectividad se debaten entre darle el aval a los senadores más votados (uno de ellos, el Ñoño, cofundador de la colectividad) o entregarlo al gobernador que tiene la representante más apoyada.

El senador Roy Barreras, copresidente de La U, estuvo este fin de semana en Montería tratando sin éxito de lograr una unión de partido.

“Unidos tenemos con qué, pero separados podemos perder Montería en manos del Centro Democrático con Ordosgoitia o del conservatismo uribista con Marcos Daniel Pineda”, le dijo Roy a La Silla.

Si los seis congresistas de La U no llegan a un acuerdo, será la dirección nacional la que decida a quién avalar.

Sea quien sea el elegido, por ahora todos los caminos de La U dividida de Córdoba conducen a terrenos con sabor uribista, justo en los cuatro años en los que se viene el reto de la implementación de los acuerdos de paz

Fue periodista de historias de Bogotá, editora de La Silla Caribe, editora general, editora de investigaciones y editora de crónicas. Es cartagenera y una apasionada del oficio, especialmente de la crónica y las historias sobre el poder regional. He pasado por medios como El Universal, El Tiempo,...