Los datos se demoraron
Si bien gran parte de las reacciones de los expertos se ha concentrado en cómo los datos del informe del IDEAM no deben ser vistos como un logro en la lucha contra la deforestación, otros ven un problema más amplio, y es una falta de eficiencia para entregar cifras oportunas y completas sobre el avance de la deforestación.
Primero, porque el IDEAM se tardó siete meses para presentar los datos que mostró el viernes pasado, cuando según sus estatutos debe sacar informes cada tres meses y así lo hizo hasta marzo de 2021.
“El sistema de monitoreo de carbón y bosques es un sistema que debe tener unos datos muchos más acordes al avance de la problemática, lo que exige que se emita información oportunamente —dice Clara Solano, directora de Fundación Natura en Colombia— Es con esas cifras que se toman decisiones de recursos de cooperación, y que las organizaciones de la sociedad civil nos organizamos para ejecutar acciones en los territorios, por lo que sin esos datos quedamos todos sin una pista clara sobre cómo actuar”.
Precisamente por esto, dice Solano, muchas organizaciones han estado utilizando datos de observación de bosques que no son oficiales como los del Tropical Forest Watch (que revisa tendencias de pérdida de bosque en todo el mundo) para tomar decisiones sobre dónde enfocar esfuerzos y trabajar.
Desde 2018, la FCDS empezó a emitir sus propios informes basados en sus imágenes satelitales, que ahora le sirven para suplir la falta de información oportuna por parte del gobierno. Con esos sistemas ya se ha evidenciado un aumento de la deforestación en la Amazonía en lo que va del 2022, un año del que no se tiene ningún dato oficial.
Los sistemas de la FCDS y del Tropical Forest Watch capturaron unos puntos de calor excepcionales entre enero y marzo de este año respecto a otros años, como contaron algunos expertos. Son incendios de bosque que generan alertas porque podrían significar que se están tumbando árboles para hacer llanuras.
“Lo que hemos podido ver es que, por el aumento importante de puntos de calor en los primeros seis meses del año, en Parques Naturales como Tinigua, la Macarena y Chiribiquete la deforestación ha crecido en el 2022, y también en otras zonas como Norte de Santander y Arauca”, dice Solano.
Esta ausencia de datos actualizados ha sembrado desconfianza en el sector.
“Sabemos que el gobierno tiene muchos acuerdos de cooperación, y si no hay resultados, es complejo. Es un tema de incumplimiento de metas más allá de que no quieran mostrarlas”, dice Alejandra Gómez, coordinadora de sistemas de información de la FCDS.
Y eso es clave porque Duque puso el tema ambiental en el centro de su agenda internacional. Y como él se comprometió en escenarios internacionales con unas metas tan altas —como llevar a cero la deforestación para 2030— será a Gustavo Petro al que le toque mostrar la reducción más grande de la última década.