Con las elecciones muy lejos ya hay una explosión de las candidaturas por firmas. Faltan nueve meses para las regionales y en la Registraduría ya hay inscritas 323 candidaturas que se quieren avalar por firmas. Es el doble de las registradas para esta fecha en 2019.
El camino de las firmas, que fue pensado originalmente para permitir candidaturas independientes, podría ser el más transitado en estas elecciones. Todo apunta a un nuevo récord. Al mismo tiempo, también hay una explosión de nuevos partidos políticos. Dos fenómenos que se suman para generar una gran fragmentación política que no se veía desde hace décadas.
La tendencia de las firmas ya no es solamente el camino natural de los debutantes independientes en la política. También se volvió el plan de políticos de carrera que se salieron de los partidos alegando falta de garantías o que no quieren que los marquen.
Además, entre los candidatos regionales hay cada vez más conciencia de las ventajas que supone ir por ese lado. Permiten al aspirante hacer campaña desde mucho antes, durante la recolección, sin tener que reportar gastos hasta inscribir la candidatura. Además, el número de firmas que deben recoger en las regionales es relativamente fácil de conseguir: un 20 por ciento del censo electoral de la circunscripción o un máximo de 50 mil firmas.
De las 323 candidaturas que están recogiendo firmas, 277 son para alcaldías, 19 para gobernaciones, 4 para asambleas, 18 para concejos y 4 para juntas locales.
La Silla recogió voces en cuatro regiones del país para explicar este nuevo boom.