Con Caicedo como anfitrión, la izquierda latina celebra su regreso al poder

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El viernes, al caer la tarde, en la quinta de San Pedro Alejandrino en Santa Marta, donde el libertador Simón Bolívar pasó sus últimos días de vida, al gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, se lo veía sonriente y de buen humor. Eso era señal de que el evento de la izquierda latinoamericana del Grupo de Puebla en la ciudad, al que asistieron cinco expresidentes, fue un éxito para el gobernador, que fue el anfitrión.

“Aquí hay un tour que incluye bañarse en la tina del libertador, ese es especial”, les decía Caicedo, entre risas, a algunos de sus invitados internacionales mientras recorrían la última morada de Bolívar.

La jornada de conversaciones entre líderes de la izquierda incluyó la presencia de los expresidentes Ernesto Samper, Dilma Rousseff, José Luis Rodríguez Zapatero, Evo Morales y Leonel Fernández, de República Dominicana. Samper es actualmente el presidente del Grupo de Puebla, un foro político y académico integrado por líderes iberoamericanos de izquierda.

Por un lado, el evento fue una plataforma para que líderes de izquierda enviaran un mensaje de unidad para restablecer la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para tener una agenda internacional común.

Por el otro, Caicedo -investigado por corrupción y homicidio- se dio un nuevo champú en la agenda nacional que está impulsando desde la Gobernación. Este semestre Caicedo, que fue aspirante presidencial en 2018 y este año su movimiento Fuerza Ciudadana lanzó una lista al Senado (sin éxito), ya había realizado un evento para agasajar al entonces presidente electo Gustavo Petro y a su bancada de Gobierno. Y también inauguró la casa Magdalena en Bogotá, con la intención de consolidar sus relaciones políticas en la capital.

Ya eran casi las seis de la tarde del viernes, y Caicedo les decía a los invitados que se quedaron hasta el final, como el coordinador del Grupo de Puebla, Marco Enriquez-Ominami, y el embajador de Venezuela en Colombia, Félix Plasencia, que había alquilado una embarcación catamarán para que se relajaran, pero que canceló porque el evento se retrasó y terminó muy tarde. 

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El gobernador Caicedo (de espaldas de blanco), el embajador Plasencia (saco azul) y el coordinador del Grupo de Puebla Enriquez-Ominami (saco oscuro).

Caicedo pedía que le confirmaran quiénes podían asistir a esa hora para alquilar otro, “hay que relajarse un poco”, decía. Mientras sus invitados decidían si iban o no, el gobernador conversaba con su equipo de trabajo. En medio de chistes, le preguntaba a su equipo cuántos y quiénes habían trabajado fuerte la logística del evento. Había ambiente de celebración.

La izquierda unida en Santa Marta

En la conferencia de prensa de apertura del evento del Grupo de Puebla, en un amplio salón del centro de convenciones del hotel Estelar de Santa Marta, la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff hizo un repaso de los últimos triunfos de la izquierda en latinoamérica: López Obredor en México, Fernández en Argentina, Boric en Chile, Petro en Colombia y Lula en Brasil.

“Vivimos un momento muy especial, nosotros tenemos que reconstruir Unasur, tenemos que reconstruir Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). El Grupo de Puebla tiene ese papel único, constituir un aporte de sustentación de política ideológica”, dijo. 

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Ernesto Samper junto a Dilma Rousseff.

Ese mensaje de unidad y de reconstruir Unasur y Celac fue el que más se movió durante la jornada. De hecho, en uno de los encuentros privados, el exsenador y exministro chileno Carlos Ominami mencionó que varios políticos latinoamericanos importantes, entre ellos siete expresidentes, habían enviado una carta a los 12 presidentes latinoamericanos pidiéndoles retomar la Unasur.

Ominami se lo confirmó a La Silla y dice que firmaron “60 referente latinoamericanos, entre los que están la expresidenta Bachelet y Lagos de Chile, Mujica de Uruguay, Duhalde de Argentina, Samper de Colombia, Correa de Ecuador”.

Después de la rueda de prensa inicial, los integrantes e invitados del Grupo de Puebla tuvieron largas reuniones privadas de más de 50 personas. El acceso a los medios estaba restringido. “Entonces para qué nos invitan”, se quejó un periodista cuando los de logística le cerraron la puerta en la cara.

Se organizaron las mesas formando un rectángulo con alrededor de 30 políticos de toda América Latina y España. En los alrededores estaban asistentes de los invitados y un grupo amplio de funcionarios de la Gobernación del Magdalena y del movimiento del gobernador, Fuerza Ciudadana. La Silla Vacía pudo acceder a varias de estas reuniones. 

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Foto tomada del Twitter del Grupo de Puebla

Eran discusiones temáticas sobre contexto político, economía, migración, descriminalización de las drogas, derechos humanos. Los moderadores le daban la palabra a cada uno de los delegados de los países invitados para que en menos de diez minutos explicaran la situación en su respectivo país. Había una pantalla gigante con el tiempo que tenía cada interventor. Los meseros repartían pasabocas como sándwiches y minichuzos.

Las exposiciones transcurrían sin mayores controversias y con muchos elogios, excepto en contadas ocasiones. Una de esas excepciones se dio cuando un delegado español mencionó una “política internacional jurídica negra” en referencia a los ataques jurídicos de la derecha contra la izquierda.

Tras terminar la intervención, el profesor universitario de Brasil Valter Silver pidió la palabra. Dijo que no debía usar la palabra “negra” para referirse a las acciones transnacionales de la derecha: “Es un lenguaje colonial”. El representante español se retractó.

Uno de los puntos importantes de las reuniones privadas fue la presencia de representantes del Gobierno de China. Allí estuvo el viceministro del Comité Central del Partido Comunista de China, Zhu Rui. Sobre la reunión, el presidente de la Asociación de la Amistad Colombo China, Guillermo Puyana, dijo que el representante del Partido Comunista expuso “la visión de China sobre la situación internacional y en la que surge de manera muy evidente que China va a ser el gran promotor del multipolarismo (distribución múltiple de poder entre diversos actores), que es una parte esencial de la agenda progresista en todo el mundo”.

En declaraciones a El Tiempo, Rui dijo: “Siendo partidos de izquierda, mantenemos una similitud y cercanía ideológica con ellos y las fuerzas políticas progresistas en América Latina. Queremos fortalecer ese tipo de intercambios”.

Gobierno de Petro presente, Chile y Argentina también

Uno de los momentos más importante de las reuniones privadas fue cuando llegó la ministra de Trabajo, Gloria Ramírez. En ese momento fungía como presidenta encargada pues Gustavo Petro estaba fuera del país en una gira internacional en la que se vio con el presidente francés, Emmanuel Macron. 

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La presidenta encargada Gloria Ramírez leyendo las palabras ante los líderes de izquierda. Foto tomada del Twitter del Grupo de Puebla.

La presidenta encargada Ramírez, militante del Partido Comunista, leyó unas palabras en nombre de Petro. Invitó a “trabajar por la integración latinoamericana, le comentaba al expresidente Samper que el nombre de este foro interpreta perfectamente el momento que estamos viviendo: La región unida por el cambio”.

“Anunciamos nuestro compromiso con las conclusiones, que sabemos que van a hacer en pro del desarrollo de la integración latinoamericana”, agregó Ramírez.

También le dio un espaldarazo a Venezuela: “Siempre reconoceremos a Venezuela como nuestro hermano, y trabajaremos para hacer una sinergia en las políticas públicas que ayuden a las mayorías tanto venezolanas como colombianas”.

Una de las posiciones aparentemente unánimes durante la jornada del Grupo de Puebla es que el régimen de Venezuela debe hacer parte de la integración de países latinoamericanos.

Frente a la pregunta de qué posición tienen frente al régimen venezolano, acusado por organismos internacionales de violación de derechos humanos, el coordinador del grupo de Puebla, Marco Enriquez-Ominami, le respondió a La Silla: “Se juntaron 14 países para invadir a Venezuela y ¿cómo les fue? Nosotros proponemos diálogo, la crisis política venezolana se resuelve con diálogo y no con invasiones”.

De hecho, el embajador de Venezuela en Colombia, Plasencia, estuvo activo en el evento. “El espíritu del Grupo de Puebla es bolivarianismo puro, muy cercano al espíritu del gobierno revolucionario chavista bolivariano en Venezuela”, le dijo Plasencia a La Silla.

Además del Gobierno de Colombia, los Gobiernos de Argentina y Chile también abrazaron la iniciativa del Grupo de Puebla a través de videos que enviaron sus presidentes. Desde su despacho, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo: “Darle más fuerza a nuestra América Latina es absolutamente necesario, tenemos que volver a hermanarnos”. El presidente de Chile, Gabriel Boric, desde un carro en movimiento dijo: “Desde el Gobierno de Chile estamos empeñados en trabajar por la integración latinoamericana”.

Un anfitrión opulento

El jueves, cuando estaba por finalizar la rueda de prensa, el gobernador Caicedo le pidió al expresidente español Rodríguez Zapatero “quédese uno diitas más para que goce de las atenciones que tiene nuestro pueblo”. El gobernador no escatimó y movió la maquinaria de la Gobernación y la Alcaldía de Santa Marta para que el evento fuera un éxito.

La logística del evento del Grupo de Puebla estuvo a cargo de funcionarios y contratistas de la Gobernación que estaban al pie del cañón con todos los detalles: llegada de los invitados, acreditaciones, ingresos, organización del escenario, fotógrafos, etc.

El jueves, pasadas las cinco de la tarde, empezaron a llegar al exclusivo hotel Estelar, a las afueras de la ciudad, buses con decenas de contratistas de la Alcaldía de Santa Marta y la Gobernación del Magdalena. Las reuniones de trabajo habían terminado ese primer día. Venía el show. Hubo una breve presentación de danza y baile de un grupo folclórico. 

Entre los asistentes también estaban adolescentes con uniformes de colegio. Los estudiantes de los colegios públicos Edgardo Vives Campo y Santander le contaron a La Silla que los rectores de esos colegios, alineados con el movimiento de Caicedo, les pidieron que asistieran. 

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Los buses en los que se movilizaban estudiantes y contratistas eran los del Sistema de Transporte Unificado (STU) público de Santa Marta.

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Un grupo de jóvenes que van a ingresas a uno de los buses de transporte público de Santa Marta, de color azul.

Con el auditorio repleto, comenzaron un conversatorio con los expresidentes Samper, Rodríguez y Fernández, el gobernador Caicedo y la senadora del Pacto María José Pizarro. Desde allí, en un departamento con una pobreza multidimensional del 32 por ciento, estos líderes políticos contaron cómo superar los problemas sociales, sus experiencias personales y le echaron flores a Caicedo.

Para los más animados, después del conversatorio, hubo una presentación del grupo de champeta.

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Después del evento, tras hablar de cómo superar la crisis económica y las dificultades sociales, Caicedo llevó a sus invitados al lujoso restaurante Burukuka, en las estribaciones de la Sierra Nevada, con vista al mar. Allí estuvieron toda la noche hablando entre cervezas con música en vivo y comiendo risotto de coco con pescado. 

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