Con el tablero casi completo, estos son los posibles caminos del centro

El centro político llega a las elecciones del 2022 con la memoria de su derrota en la primera vuelta de 2018. Sergio Fajardo fue superado por Iván Duque y Gustavo Petro. Petro le ganó a Fajardo por solo 1.3 por ciento de los votos. Humberto de La Calle, hoy en la Coalición de la Esperanza, sacó 2 por ciento de la votación como candidato del partido Liberal. 

Sumados, como intentaron muchos, el centro le habría disputado la segunda vuelta a Duque, calculan hoy muchos con nostalgia. Esa aritmética ha convertido a la unidad del centro en un objetivo recurrente entre los políticos que hoy lo integran, que luego del lanzamiento de Alejandro Gaviria, está prácticamente completo. 

Pero ese lanzamiento, y la resurrección del Nuevo Liberalismo, por un fallo de la Corte Constitucional, agregaron nuevos elementos al abanico de opciones de centro que venía dominada por la Coalición de la Esperanza; el grupo lanzado oficialmente en junio por Fajardo, De La Calle, Juan Fernando Cristo, Jorge Enrique Robledo y Juan Manuel Galán. 

Con este nuevo panorama, hay tres caminos que podrían desarrollarse hasta marzo del 2022, cuando tendrán lugar las consultas interpartidistas, en la que se definirán candidatos únicos de las coaliciones. No en todos se da la unidad a través de la suma en una gran coalición, y podría haber eliminaciones por confrontación, falta de relevancia o abandono.   

Por ejemplo, un camino en el que el Nuevo Liberalismo se trepa por encima de la Coalición de la Esperanza, con el crecimiento de las figuras liberales de Gaviria o Galán, y la adhesión del partido Liberal. Otro camino es el que pasa por la Coalición de la Esperanza, como sombrilla unificadora liderada por Fajardo. El tercero, un enfrentamiento, en marzo, de candidatos separados de los liberales y la Coalición de la Esperanza.   

Sin mecanismos partidistas de selección o grandes figuras de autoridad, serán principalmente las encuestas de los próximos meses las que vayan trazando cual de estos caminos toma el centro. 

El centro liberal

“La libertad es un valor supremo”, se titula uno de los puntos que presentó Alejandro Gaviria en su ideario. Hoy el ex rector de Los Andes registra su movimiento para recoger firmas y lanzarse como independiente. Pero ese es un punto de partida.
 
Según fuentes enteradas de la campaña, Gaviria ha avanzado en conversaciones sobre la posibilidad de unirse al Nuevo Liberalismo, donde hoy son precandidatos Juan Manuel Galán y, recientemente, Rodrigo Lara. Si la candidatura de Gaviria crece por encima de las de Galán y Fajardo, si Gaviria y Galán crecen juntos y Fajardo se descuelga, la Coalición de la Esperanza perdería peso frente a los candidatos liberales. 

En esa Coalición, Fajardo y Galán son los únicos candidatos que marcan por encima del margen de error en las encuestas. Y con la personería del Nuevo Liberalismo, Galán ha tomado distancia del grupo, mientras resuelve la organización del nuevo partido, donde ahora juega Lara, que no quiere estar en la Coalición de la Esperanza. 

Por eso, una consulta entre liberales, bien sea entre el movimiento independiente de Gaviria y un candidato del Nuevo Liberalismo, o con Gaviria dentro del Nuevo Liberalismo con Galán y Lara, podría convertirse en el epicentro del centro. Los otros candidatos de la Coalición de la Esperanza podrían abandonar o adherirse.

En este escenario, además, el apoyo del partido Liberal a Gaviria, como una adhesión con condiciones contra el clientelismo, podría agregarle la estructura de la política tradicional a la candidatura de centro.  

Y si, de paso, Alejandro Gaviria logra acortar la distancia entre César Gaviria y los Galán, evocaría lo que hizo hace más de 30 años el propio César Gaviria con Luis Carlos Galán, cuando lo convenció de unir su disidencia del Nuevo Liberalismo al oficialismo liberal y lanzar la candidatura que fue truncada con su magnicidio. 

Oxígeno en la Coalición de la Esperanza

En su primera salida a medios, el exrector Gaviria apoyó el nombramiento de Alberto Carrasquilla en la junta del Banco de la República. Dijo que sería “una voz importante en debates que vendrán” sobre la independencia del Banco. Luego, en medio de críticas, se retractó. Explicó que cometió un error. “No he dormido bien estos días”, agregó en redes sociales.  

Si el entusiasmo alrededor de esta candidatura no se consolida, y, en cambio, Fajardo sigue marcando por encima de todos los candidatos de centro, la Coalición de la Esperanza seguirá siendo el vehículo del centro. Incluso si Juan Manuel Galán crece algo o se mantiene en las encuestas, sería arriesgado que tome un camino por fuera de la coalición, estrenando una personería recién adquirida. 

Además de Fajardo, ese grupo arrancó con el apoyo del partido Verde, que puso alcaldes en Bogotá, Cali, Manizales y Villavicencio. Ese apoyo se ha empantanado por las discusiones internas de ese partido, donde una minoría de izquierda quiere acercarse a Gustavo Petro. Pero, de carambola, eso podría cambiar por el fallo de la Corte Constitucional sobre el Nuevo Liberalismo. 

Según la Corte, su decisión tendrá los mismos efectos “frente a aquellos terceros que hubieran estado en las mismas o similares condiciones que el Nuevo Liberalismo”. Esto aplicaría, según le confirmó una alta fuente de la Corte a La Silla, para el partido Oxígeno Verde de Ingrid Betancourt, que recibirá la personería jurídica. En el centro ya cuentan con ella. 

Aunque Betancourt no ha mostrado entusiasmo por lanzarse, su partido y su figura podrían inyectarle un nuevo ímpetu si aterriza en la Coalición de la Esperanza. Por un lado, serviría para empujar al Verde a meterse de lleno a la coalición. “Si una minoría del Verde quiere quedarse en el pantano de la indecisión, ya hay opción a donde irnos”, le dijo a La Silla la senadora Angélica Lozano, la mayor electora hoy en el congreso de ese partido, con 106 mil votos, y quien confirmó los acercamientos con Betancourt. 

Lozano trabajó con ella al inicio de su carrera política, cuando era senadora. “Yo tengo una militancia en Oxígeno Verde”, dice Lozano. Esto le permitiría, sostiene, abandonar al Verde y volverse a lanzarse al Congreso por Oxígeno sin caer en doble militancia. Es una advertencia que le mete presión al Verde para tomar decisiones. 

Por otro lado, Oxígeno podría reforzar a Fajardo, que no ha escogido un partido que lo avale. Dentro de la Coalición de la Esperanza Fajardo tiene opciones, pero menos glamurosas, como la ASI, el partido que avaló (y expulsó) a “Manguito”. 

El centro iría, en este escenario, en un esquema cooperativo. Con Fajardo, Oxígeno, quizás el candidato del Verde, con Alejandro Gaviria aún desinflado, los Galán y el Nuevo Liberalismo, De La Calle, Robledo y Cristo, bajo la sombrilla de la Coalición de la Esperanza, a una consulta para escoger al candidato del “no todo vale”.

Choque de centro 

El tercer camino del centro puede resultar siendo una mezcla de los dos anteriores. Sí Fajardo y Gaviria marcan bien en las encuestas, sin un claro favorito, ambos podrían enfrentarse en marzo como cabezas de coaliciones separadas. 

Ambos grupos tendrían que acordar algún mecanismo previo para definir candidaturas únicas antes de marzo, y llevar un debate alrededor de visiones de centro distintas a la consulta. La de la Coalición de la Esperanza, de independencia ante la política tradicional. La de Gaviria, de las ideas liberales independientes o con el Nuevo Liberalismo, y el apoyo del partido Liberal. 

El choque de dos opciones competitivas podría incluso atraer a otros candidatos, sobre un debate más amplio alrededor del centro. Por ejemplo, al inicio, Gaviria está abierto, a que participen Federico Gutiérrez y Enrique Peñalosa. Y Lara, desde el Nuevo Liberalismo, ha insistido en un camino similar. 

Al final, aun con un centro unido en primera vuelta si es que no caen en el siempre posible cuarto camino de división el paso a segunda vuelta está lejos de ser una garantía.  

Desde el 2021 soy el editor general de La Silla Vacía. Estudié filosofía en la Universidad Nacional, luego hice una especialización en periodismo en Los Andes y una maestría en comunicación en la Universidad de Georgetown. He trabajado en TV, radio y prensa.