Crónica del 'falso positivo' de Facebook en nueve episodios
Hablar de las irregularidades del proceso de Nicolás Castro hoy, cuando lo más posible es que el juez del caso ordene su libertad en la audiencia que se llevará a cabo a las cinco de la tarde del martes, parece un mal chiste. Los medios ya están apagando los reflectores, la Fiscalía está por terminar su extensa parodia, y Nicolás y su familia están por despertar de esta pesadilla. Pero aunque resulte irónico o inútil, explicar ahora lo que le pasó a este estudiante de Bellas Artes es la única forma de ver en toda su dimensión el laberinto en el que quedó atrapado. Es recorrerlo con mapa e instrucciones.
Alrededor de este caso se pueden tejer todas las teorías posibles: Nicolás fue parte de una conspiración del Gobierno, o de Facebook, o de los hijos del Presidente. O, simplemente, Nicolás cayó en el sistema – como a alguien le cae un rayo o se gana la lotería –. Y después de cuatro meses ahí atrapado, en la cárcel de La Picota, comenzó a sacar la cabeza.
El 24 de marzo pasado, en la audiencia preparatoria del caso, el juez anuló casi todas las pruebas que tenía la Fiscalía en su contra. Hoy el juez decidirá la solicitud de la defensa para que le levanten la medida de aseguramiento. Algo que, como están las cosas, muy posiblemente sucederá.
Éste es la cronología del 'falso positivo' de Facebook en nueve episodios, desde el día en que apareció la noticia hasta cuando Castro fue capturado.
9 de julio de 2009
Hacia las cuatro y media de la tarde, el grupo es eliminado. Y a las diez de la noche, después de enterarse de la noticia, que para entonces está en todo los medios, Nicolás Castro decide desactivar su perfil en Facebook. Unos cuatro meses antes, en marzo, se había unido al grupo y había dejado un comentario público. Esa noche habla con su novia a través de Messenger y le dice que está preocupado por lo que está sucediendo.
10 de julio
13 de julio
“Este tipo con sus artesanías de Colombia no hace más que explotar indígenas y gente de bajos recursos, además está acusado de plagio en la universidad de los Andes, y es bien conocido por acallar ese y otros tipos de problemas que ha tenido al interior de esa universidad, amenazando con matar a quien se le enfrente…hp”.
El 2 de diciembre de 2009, dos mujeres vestidas de civil llegaron a la casa de los Castro en Chía. Detrás venían dos agente de las Dijín, que rápidamente abordaron a Nicolás, lo esposaron y se lo llevaron.
Buscan entonces más información de Nicolás Castro en Internet. Encuentran que es estudiante de Bellas Artes de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Con toda esta información redactan un informe por 'actos urgentes', que usualmente se usa para investigar delitos inmediatamente después de que ocurren, como robos u homicidios.
En el informe incluyen los ‘pantallazos’ que habían salido en las noticias y lo que encontraron después de buscar “Nicolás Castro” en los motores de búsqueda de Internet.
Esta sería una de las pruebas que tumbaría el juez más adelante. Para extraer información personal sobre Castro, como la que está en Facebook o la que aparece en su universidad, las autoridades necesitaban una autorización judicial. Por el otro, nunca acreditaron qué de todo lo que habían encontrado relacionado con Nicolás Castro correspondía realmente a la persona que hizo parte del grupo.
14 de julio
Ese mismo día, la Dijín obtiene una orden de registro a la casa de la familia Castro. Hasta ese punto, la única prueba era el mensaje que había escrito Castro en el grupo.
15 de julio
Unos días después, Castro se presenta ante las autoridades para averiguar por los computadores. Según sus abogados, en ese momento le hacen un interrogatorio sin presencia de su apoderado.
22 de julio
“Los números siguientes son las tres más recién [sic] entradas en el sitio ‘Me comprometo a matar a Jerónimo Alberto Uribe, hijo de Álvaro Uribe ’. Las dos primeras direcciones entraron en el sitio en los días 15 y 16 de julio de 2009, y registran en Bogotá, Colombia”. Posteriormente, la Embajada refiere tres direcciones IP de Internet.
La respuesta de la Embajada no dice nada adicional. No dice que quienes entraron fueron los creadores del grupo ni tampoco especifica el tipo de actividad que se habría desarrollado allí. No queda claro, además, cómo entraron en el grupo cuando éste supuestamente ya había sido eliminado.
No obstante, el informe de los investigadores del DAS sobre este punto asegura que la Embajada había reportado “tres direcciones IP que fueron utilizadas para la creación o modificaciones dentro del grupo”.
El juez dejó sin valor posteriormente esta prueba. El DAS no siguió el procedimiento regular para activar la cooperación internacional en procesos penales. Adicionalmente, durante la etapa inicial la Fiscalía no mostró cómo se había solicitado esta información. Cuanto esto fue puesto de presente por la defensa, apareció la carta del DAS, sin el sello de recibido de la Embajada ni un número de radicación.
24 de julio
Con este antecedente, consiguen una orden del juez para inspeccionar el puesto de trabajo de la mamá de Nicolás. Esta orden estaba restringida únicamente a este puesto de trabajo y a ese computador.
12 de agosto
Esta prueba también sería tumbada por el juez. Por un lado, la Dijín se extralimitó en sus funciones al allanar toda la empresa. Por el otro, la Fiscalía no le entregó a la defensa la totalidad de la información que allí se encontró, que era fundamental para que esta última pusiera en contexto muchas de las acusaciones contra Castro. Apenas recibieron dos gigas, cuando se recogió mil veces esa cantidad de información.
Aunque ya no tiene relevancia en el proceso, varias de las pruebas allí encontradas no tienen la contundencia que quiso darles la Fiscalía e, incluso, los medios de comunicación.
Nicolás Castro completó cuatro meses detenido en la cárcel de La Picota. Hoy se llevará a cabo la audiencia de juicio. Para ésta, la mayoría de las pruebas fueron anuladas por el juez.
Por ejemplo, la Dijín informó que en los computadores encontraron 35 referencias a Jerónimo Uribe, 1.418 a Álvaro Uribe y 25 a la palabra “rata”. Se llegó a hablar incluso de “documentos” sobre esto. Lo cierto es que en un informe de los propios peritos se dice que esto no hacía referencia al caso. “Son archivos guardados automáticamente por el sistema”, dice textualmente el informe, que además calificó este hallazgo como un “falso positivo”.
En otras palabras, se trataba de términos que quedan almacenados por las páginas que se visitan en Internet. ¿Cuántas veces sale “Álvaro Uribe” o “Jerónimo Uribe” en www.eltiempo.com o www.elespectador.com?
También se dijo entonces que se habían encontrado 306 conversaciones de Messenger de Nicolás Castro y su novia. Se citó entonces un aparte, donde él supuestamente aceptaba haber creado el grupo y decía: “Agh, tengo paranoia (...) miedo, y del miedo pasé a la rabia. Ahora quiero cumplir la amenaza. Maldita mierda de país”.
Lo que no se citó en su momento, es que en esa misma conversación que presentó la Fiscalía, Nicolás también le dijo a su novia: “Yo hoy me di cuenta que estaba inscrito en un grupo (…) me metí hace rato pero no me acordaba”. Y le explica que hizo el comentario y que se salió cuando conoció la noticia.
Estas versiones contradictorias del propio Nicolás tienen una explicación para la defensa. Las conversaciones fueron manipuladas. El archivo que remitió la Fiscalía sobre éstas son documentos de texto. Chats que, supuestamente, fueron copiados de Messenger y pegados en Word. No obstante, no aparece en el expediente una copia digital de la conversación tal cual como ocurrió. Son conversaciones deshilvanadas y muchas veces contradictorias.
2 de diciembre