Los aliados políticos de Alex Char reclaman respeto a su presunción de inocencia y señalan que sobre él solo pesan las acusaciones de Merlano, “está ardida y con deseos de venganza”, como dijo Enrique Peñalosa. Sin embargo, además de las evidencias de la alianza entre Merlano y la casa Char, en sus declaraciones públicas la excongresista pone sobre la mesa dos nombres que han sido claves en una gestión pública con cuestionamientos.
El primero es el megacontratista de Barranquilla Faisal Cure, a quien Merlano señala de financiador de su campaña. El segundo es Héctor Amarís, conocido como “El Oso Yogui”, mano derecha de Álex Char, a quien la exsenadora acusa de manejarle todos los temas de corrupción.
Desde 2018 La Silla Vacía ha publicado varios artículos sobre los vínculos de Cure y "El Oso Yogui" con Álex Char y su particular modelo de contratación pública.
Faisal Cure, el megacontratista salpicado
Aída Merlano dice que el contratista Faisal Cure financió su campaña al Senado en 2018 por orden de Char. “Él (Cure) fue quien mandó 6.000 millones de pesos en maletas a mi sede política, además de cheques girados a terceros que no son contratistas, para disimular el saqueo que le estaban haciendo a los recursos públicos”, dijo Merlano en la revista Cambio.
Aún no está claro si las pruebas de la excongresista son suficientes para que la justicia confirme ese financiamiento. En todo caso, en 2017, La Silla contó que Merlano hizo una alianza con la casa Char que incluía el financiamiento de su campaña.
El pacto consistió en lanzar a Merlano al Senado por el Partido Conservador, pero sin fórmula a la Cámara en el Atlántico por ese partido para que informalmente (por debajo de la mesa para no incurrir en doble militancia) ella le pusiera votos a la candidata de Cambio Radical a la Cámara: Lilibeth Llinás, hermana del entonces diputado charista Adalberto Llinás.
En la alianza se acordó que la candidata Llinás no votaría por Merlano, sino por la reelección del senador Arturo Char. A cambio de ello, Aída Merlano recibiría de los Char ayuda logística para el día de las elecciones, financiación y votos de aliados charistas en otros departamentos.
En las declaraciones de ayer, Merlano dice que la plata de su campaña se la entregó Faisal Cure, algo que la justicia deberá comprobar.
Lo que se sabe de Faisal Cure es que, en el particular modelo de contratación de los Char en Barranquilla, ha sido un contratista consentido y tiene relaciones comerciales con la familia Char.
Durante la segunda administración de Álex Char en la Alcaldía de Barranquilla su empresa Inversiones Jacur se quedó con 243 mil millones de pesos por obras como la construcción del Malecón y la Avenida del Río. En ese periodo Inversiones Jacur fue la segunda mayor contratista de la Alcaldía.
En ese periodo, La Silla reveló varias particularidades de un modelo de contratación único que garantiza una alta eficiencia, facilita que circule plata sin importar su origen y concentra parte de la megacontratación en empresas con nexos con su familia.
En el caso de Cure y los Char, las relaciones comerciales se dan en dos empresas. La primera es BSJ Construcciones SAS, una empresa constituida en mayo de 2014 y que tiene como dueños a Jacur y dos empresas de los Char.
La otra empresa es Desarrollos Inmobiliarios del Caribe SAS (Deinca). La constituyeron en septiembre de 2018 -es decir, en el segundo mandato de Char, cuando Cure ganó contratos - Faisal Cure y Fuad Arturo Char Warner, hijo del presidente del Congreso, Arturo Char (hermano de Álex).
Además de los contratos en la alcaldía de Char, durante la administración actual de Jaime Pumarejo, de línea charista, Cure también recibió contratación. Inversiones Jacur tiene el 75 por ciento de las acciones del Consorcio JCO Mallorquín, ganador del contrato de 82 mil millones para la recuperación de la Ciénaga de Mallorquín, el proyecto bandera del gobierno de Pumarejo.