Busca generar dudas sobre la vacuna del covid.

Desde hace unos días está circulando en Facebook una publicación que compara los tiempos de desarrollo de las vacunas contra el covid, el VIH, la gripe y otras enfermedades. 

El texto de la imagen dice: “No hay vacuna VIH tras 40 años. No hay vacuna fiable vs gripe. No hay tratamiento para Alzheimer. No hay cura eficaz para el cáncer tras 100 años de investigación. Aparece misterioso virus y en menos de un año se crea “vacuna” por cuatro farmacéuticas y debemos tomarla bajo amenazas”.  

Como la publicación se ha compartido más de 3 mil veces y como usuarios de Facebook la calificaron como falsa, le pasamos el Detector de Mentiras.

Encontramos que es más falsa que cierta porque a la comparación le hace falta contexto.

Esta es la imagen que circula en redes:


La publicación de Facebook dice que las vacunas de enfermedades como el sida y el cáncer han tomado entre 50 y 100 años, y con ello cuestiona la del covid. Pero ahí falta un contexto grande.

La creación de una vacuna usualmente toma tiempo pero en casos de emergencia las fases se acortan 

Claudia Milena Cuéllar, directora encargada de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud, explica que crear una vacuna demora en promedio entre 10 y 15 años. Pero recuerda que es un promedio: dice que se puede lograr un resultado más rápido y eficiente si hay un trabajo conjunto entre Gobierno, entidades científicas y organizaciones privadas, como está pasando con el covid.

Según la Universidad Nacional, para desarrollar una vacuna se siguen seis fases:

  1. Exploratoria o fase I: que usualmente toma entre 2 y 4 años.
  2. Preclínica de ensayos in vitro o fase II: 1 a 2 años.
  3. Estudios clínicos en humanos o fase III: en grupos sanos, grupos que pueden incluir personas en riesgo y un grupo control.
  4. Aprobación oficial.
  5. Producción de la vacuna.
  6. Vigilancia posterior.

Diego Mejía, biólogo con énfasis en genética y doctor en ciencias biomédica y profesor de la Universidad Nacional dice que ante una emergencia, el tiempo de desarrollo de una vacuna para que salga al mercado es de alrededor de 1 año y medio, teniendo en cuenta que los ensayos preclínicos duran entre 5 y 6 meses, y los clínicos 1 año.

Es decir, que aunque la producción de una vacuna es demorada, en emergencias las fases se acortan. 

Claro, eso no quiere decir que siempre funcionen, pues depende del conocimiento científico y las características específicas del patógeno (lo que produce la enfermedad).

Desarrollar la vacuna contra la gripe ha sido difícil 

Encontrar una vacuna eficaz para el resfriado común ha sido difícil porque hay más de 200 variedades diferentes de virus que pueden causar gripe

Como indica la revista Scientific American, los científicos han estado buscando una vacuna para el resfriado común desde la década de 1950, cuando los rinovirus se identificaron por primera vez como una causa principal.

Con al menos 160 cepas diferentes solo de rinovirus, “hacer frente al resfriado no es tanto buscar una solución a un problema como tratar de diseñar una llave maestra para abrir cientos de cerraduras diferentes a la vez”, dijo Peter Barlow, inmunólogo en la Universidad Napier de Edimburgo en Escocia, a Scientific American.

Sí existen tratamientos para el Alzheimer

Contrario a lo que dice la imagen, sí hay tratamientos para manejar esta enfermedad. Aunque no la detienen, de acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, algunos fármacos pueden ayudar a impedir que los síntomas empeoren, por lo menos por un tiempo.

Según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Estados Unidos estos son los tratamientos disponibles:

1. Para los síntomas de grado leve a moderado

Los medicamentos llamados inhibidores de colinesterasa pueden ayudar a reducir algunos síntomas y ayudar a controlar algunos síntomas relacionados al comportamiento. Los medicamentos son: Razadyne, (galantamina), Exelon (rivastigmina) y Aricept (donepezilo).

2. Tratamiento de los síntomas de grado moderado a severo

Un medicamento conocido como Namenda(memantina), antagonista del N-metil D-aspartato (Nmda), ayuda a disminuir estos síntomas, lo que puede permitir a algunas personas mantener ciertas funciones un poco más de tiempo. Por ejemplo, puede ayudar a una persona a mantener su capacidad de ir al baño independientemente por varios meses más, un beneficio tanto para la persona con Alzheimer como para sus cuidadores.

Es cierto que aún no se encuentra vacuna para el sida
 
Como cuenta la OMS, el VIH se empezó a documentar en 1981, hace 39 años, y desde ese momento la ciencia ha tratado de buscar una vacuna para esa enfermedad.

Sin embargo, su desarrollo es difícil por las características del virus. Así lo explica Françoise Barré-Sinoussi, Premio Nobel de medicina 2008 por sus descubrimientos en el Sida:

“La variabilidad genética del VIH es un obstáculo; otro es la forma en que el virus se almacena en «reservorios» como los ganglios linfáticos de la región intestinal. La erradicación no será fácil dado que el virus se mantiene en estos «reservorios» y no se ve afectado por la respuesta inmunitaria, incluso después de diez años de tratamiento antirretrovírico. Cuando el tratamiento se interrumpe, el virus se reactiva y el paciente experimenta una recurrencia de la enfermedad.”

Sí hay vacunas para algunos tipos de cáncer pero son diferentes a las usuales

Según la Sociedad Americana de Cáncer, las vacunas para el tratamiento del cáncer son diferentes de las vacunas contra los virus, ya que tratan de preparar al sistema inmunitario para que lance un ataque contra las células cancerosas en el organismo. 

El objetivo es ayudar a tratar el cáncer o evitar que regrese después de otros tratamientos. También hay algunas vacunas que pueden ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.

Entre las vacunas para ayudar a prevenir el cáncer están la del virus del papiloma humano (VPH) y la de la hepatitis B (VHB).

Las vacunas para tratar el cáncer que están autorizadas por la FDA son: 

  • Sipuleucel-T (Provenge): se utiliza para tratar el cáncer de próstata avanzado que ya no responde a la terapia hormonal. 
  • Talimogene laherparepvec (T-VEC): aprobada para tratar el cáncer de piel tipo melanoma avanzado.

Además de esas inexactitudes y falsedades de la publicación, falta un contexto clave sobre el virus que produce el covid, que ayuda a entender por qué se pudo desarrollar rápido una vacuna.

El virus que produce el covid no es enteramente nuevo

Si bien el virus Sars-CoV-2, que produce el covid, es un virus nuevo, los humanos conocíamos hace años virus muy similares. Eso facilitó el desarrollo rápido de las vacunas.

Como explica la Organización Mundial de la Salud, es un coronavirus, una familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos.

En los humanos se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (Mers) o el síndrome respiratorio agudo severo (Sars). 

El Sars-Cov, que produce la enfermedad llamada Sars, se reportó por primera vez en Asia en febrero de 2003, como indica el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés). Justamente debido al Sars ha sido estudiado desde entonces.

El virus que produce el covid se llama técnicamente 2019-nCoV, Sars-CoV-2019 o Sar-2, y la enfermedad que puede dar al humano que lo tenga, se llama covid-19. De hecho, usa el número del año en que se descubrió o el número 2 por su similitud al virus que produjo el Sars. Es decir, aunque el Sars-CoV-2019 es nuevo, viene de una familia de virus que ya era conocida y estudiada, lo que ayudó a producir las vacunas.

Las vacunas sí se desarrollaron en menos de un año, pero han probado ser seguras

La primera vacuna que aprobaron las agencias de regulación de medicamentos de varios países (como Reino Unido, Estados Unidos y Canadá) fue la desarrollada por Pfizer y BioNTec. La desarrollaron en 10 meses, cuando usualmente toma 10 años.

Como hemos contado, la vacuna de Pfizer utiliza tecnología con ARN mensajero (ARNm), que es una molécula muy parecida al ARN y al ADN con códigos genéticos que contienen información.

Lo que se está inyectando con este tipo de vacunas son las “instrucciones” (ARNm) encapsuladas en “cajitas” o nanoburbujas de grasa que se fusionan con células musculares en nuestro cuerpo, y allí entregan el mensaje.

El ARN mensajero lleva la receta molecular para que las células fabriquen la proteína viral que el sistema inmune pueda reconocer, y así dan “instrucciones” al cuerpo para que el sistema inmunológico enfrente la enfermedad con esa proteína. 

En este video explicamos de manera gráfica cómo funcionan estas vacunas

La tecnología de las vacunas de ARNm se ha estudiado durante varias décadas y eso permitió que el desarrollo de la vacuna fuera rápido.

La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido (MHRA, por sus siglas en inglés), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos decidirá y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ya han aprobado el uso de otras vacunas como la Astrazeneca, Janssen y Moderna. 

Como indican los CDC, las vacunas contra el covid se desarrollaron con base en conocimientos científicos utilizados durante décadas y no son experimentales. Atravesaron todas las etapas requeridas de los ensayos clínicos y las pruebas y el monitoreo exhaustivos han demostrado que estas vacunas son seguras y efectivas.

Por lo anterior, calificamos la imagen de Facebook como más falsa que cierta porque a la comparación le hace falta contexto.

Soy periodista y desde 2019 hago parte del equipo del Detector de Mentiras de La Silla Vacía. También enseño sobre fact-checking y seguridad digital en la Universidad de La Sabana. Me interesa el debate sobre la regulación de las redes sociales y su incidencia en la libertad de expresión. Estudié...