Lo que fue llegar al cargo con Duque:
“(Fue) un poco challenging de poder demostrar que no importa que llevaba por fuera tanto tiempo, podía hacerlo. Segundo, pues obviamente mi edad también tenía, no sé, 35, 36 años cuando llegué al cargo. Entonces también como si iba a poder enfrentar los retos que siempre se tienen al tener que estar en ese cargo.
Lo que considera el punto de inflexión en su cargo:
“Creo que lo que más me dio exposición fue la revista Semana (…) como casi al año de gobierno me llamaron y yo era de cero entrevistas.
(...) Cuando de pronto me levanto yo, ese sábado no se me olvida. Estoy yo en Barranquilla durmiendo en el batallón que teníamos alguna actividad allá y de pronto mi celular, así pues, estallándose de mensajes. Yo: ¿cómo así?, ¿qué pasó? y de pronto veo, portada de la revista Semana “El poder detrás de la sombra” y ahí sí ya pues empezó otro juego. (...) otros ataques, otra exposición. O sea, ese fue como digo yo el breaking point. (...) Aquí en Colombia pues muy poca gente tiene portada en la revista Semana. Entonces ser portada es todo. Fue trascendental (...) me acuerdo que estábamos en Barranquilla, el presidente me dice ven a donde estoy. Estaba desayunando (...) y me acuerdo que coge la revista y me dice: “esto te va a cambiar la vida”.
Y me acuerdo que en ese momento dije “pero, ¡qué exagerado!” (...) bueno, tenía toda la razón. Los efectos fueron tanto para el mundo exterior, pero también para el mundo interior del gobierno. Positivos y negativos.
Positivos porque ya todo el mundo sabía que yo era esa persona, digamos que estaba siempre con el presidente, al lado del presidente, que era como gatekeeper, como dicen. Pero ahora sí fue como ‘ella es, no hay nada que hacer, ella es’. Entonces reafirmarlo.
Segundo, pues como en todos los gobiernos hay envidias. Esas cosas se empezaron a acentuar más, entonces lo hablé con él y me acuerdo muy bien que él me lo dijo ese mismo día, breaking point. No lo hablé con nadie más".
Sobre el momento personal más difícil:
“Hablando de temas personales, se crea una tendencia en donde dicen la moza de Duque, porque aquí ninguna mujer puede estar al lado de un hombre sin que la señalen de tener una relación. Entonces, en noviembre del 2019 se crea un viernes en la noche, me acuerdo perfecto.
Empiezo yo a recibir notificaciones en mi Twitter #LaMozaDeDuque y de pronto esto es una tendencia, una cosa que duró hasta el lunes. No sé cuántas réplicas. (...) todavía recibo comentarios de la moza de Duque. O sea, no ha parado y no va a parar. (...) A mí ese momento me dio duro, la verdad. Tengo que decir que me dio muy duro. Yo decía: menos mal mi papá está muerto porque se estaría muriendo. Mi mamá, en cambio, que tiene una personalidad súper fuerte, me decía: ‘qué importa, que crean lo que quieran, no sé qué…
Me acuerdo que ese domingo fui a almorzar con una compañera y mi mamá estaba. Y una señora que estaba en la mesa de al lado se me acerca, me dice no te preocupes, así es la vida. Y yo me pongo a llorar como si tuviera 15 años. No, definitivamente cambió todo.
Ya hoy en día me siguen llegando comentarios y no me importa. Yo logré evidenciar quién fue la primera persona que empezó la tendencia. Lo denuncié penalmente por injuria y calumnia. Estamos en el juicio porque no quiso conciliar. Yo le dije “listo, conciliemos” y no quiso conciliar porque le dije que pague 10 millones de pesos a una fundación para niños. No quiso.
Y cuando le preguntaban yo le decía: ‘dígame quién le dio la orden’, que usted es una persona, o sea, es un médico, imagínate un médico de allá de una región apartada. Nunca me quiso decir. Bueno, entonces seguimos en el juicio.
Pero lo más chistoso de todo es que cuando por el proceso penal le dicen: tiene que retractarse, tiene que usar el mismo hashtag. Entonces el tipo tiene que poner un trino diciendo como: fui el autor de esto, pero no me consta que esto sea verdad #LaMozaDeDuque, y otra vez”.
Qué le diría a mujeres jóvenes:
“Primero que no se sientan nunca menos por ser mujeres. Yo siento que a veces en todos estos movimientos feministas nos auto discriminamos nosotras mismas (...).
Te voy a poner un ejemplo que no es de Colombia, pero es de Chile. Hace poco vi que pasaron una una legislación en donde decían que la mujer menstruante mientras tenía la menstruación, podía tener esos días libres en la oficina. Eso todo lo que hace es discriminarnos más como mujeres.
Es decir, es una condición que todas tenemos. Pero si tú, si a ti te llega tu jefe y te dice mira, tiene un hombre y una mujer, está mujer tres veces tres días al mes no va a poder venir porque va a estar menstruando y tengo este hombre que no tiene, va a preferir al hombre.
Todas esas son, digamos, medidas que promueve este feminismo que yo no lo encuentro muy lógico que todo lo que hace es crear más discriminación".
Sobre qué mostrar y qué no de su vida personal:
“Pasa la portada Breaking Point y me toca obligatoriamente empezar a mostrar algo de mí, porque no puedo dejar solamente al público con lo que dice Semana, que no era malo, pero tengo que nutrirlo un poco más.
Entonces, primer consejo: uno tiene que tener una coraza y le tienen que importar muy poco las cosas, porque cosas como lo de la moza de Duque van a seguir pasando.
(...) Y segundo, después de mi experiencia, no creo que uno puede ni mantener todo oculto, ni sacar todo (...) creo que tiene que haber un balance entre qué muestro y qué no muestro (...) en este mundo de redes sociales, la gente está esperando conocerte un poco más allá, fuera de: ‘esta vieja hace la agenda bien, es querida, contesta los chats, no’. Quieren saber un poco más de ti. Quieren saber qué te gusta, qué estudiaste, por qué te apasiona la política. Sí, más un poco de la parte de chismecitos, de gossip de tu vida. A la gente le gusta eso y hay que darlo pero inteligentemente".
Como se ve:
“Cuando la gente que no me conocía le decía a mi equipo “uy pero es que ella es bravísima”, ”ella no es muy empática”. Entonces ellos decían, pero cómo así, es que no la conoces. Y era eso, era blanco o negro. Yo con la gente que me conoce que me siento cómoda, todo. ¿Con la que no? Hasta que logró identificar a la persona, mirar, esto sí, es confiable, no es confiable (...) y la gente que me conocía de verdad, sabía que eso era parte también de esa autoprotección que uno se pone para poder estar en este cargo.
También cuando tú manejas una agenda de un presidente, cuando tú eres quien decide básicamente con quién está, con quien no está, con quien se reúne y con quién no, de todas maneras, tú sí tienes que tener un cierto grado de frialdad. Porque es la única forma de decir “no”. Y que respeten el no, porque los presidentes a todos le dicen que sí, y uno es el que va detrás “no, no, no, no, no”.
Sobre lo que la gente ve vs. la realidad:
“La gente decía ‘el grupito de escuderos del presidente’ (...) ‘nadie le dice la realidad al presidente, todo el mundo le dice que todo está bien’. Eso es lo que la gente ve hacia afuera. No saben lo que uno adentro de verdad tuvo que pelear y sufrir, y las peleas. Pero la imagen que los escuderos tenemos para hacia afuera es que no le decimos nada. Que le decimos sí a todo lo que usted quiera. Y es todo lo contrario. Creo que el hecho de ser escuderos te permite a ti tener esa relación de decirle “no estoy de acuerdo”. Esto no se hace, es así y así".
Sobre el manejo de energías:
“La gente no sabe eso. Pero yo soy súper de energías, de tomar este tipo de cursos energéticos, he hecho hasta curso de péndulo. Creo mucho en el tema energético y en los chakras y en todas esas cosas (...) esa fortaleza que yo tenía de conocer ese mundo, me ayudó mucho a sobrellevar estos cuatro años tan difíciles.
“(...) Incluso en el caso de mi oficina, antes era una oficina con fama de tener unas energías horribles (...) recuerdo que decía que no quería ir a esa oficina por su fama horrible desde la época de la presidencia del gobierno Uribe. Llegué a la oficina y dije que iba a darle un cambio total, la redecoré completamente, puse más luz, cambié los cuadros y todo el mundo que entraba a mi oficina decía que había hecho un cambio, que se sentía totalmente diferente.
Pero aún así, yo no me sentía cómoda en ese escritorio (...). Nunca me senté en él. En su lugar, tenía una mesa de reuniones. Me sentaba en la mesa con mi portátil y allí es donde recibía a todo el mundo (...) yo decía que la llamaban la oficina del pueblo, porque era donde todos los ministros llegaban, donde todo el mundo llegaba. Tenía un bowl en la mitad de la mesa llena de snacks, todo el mundo llegaba ahí, como digo yo, a llorar, a reírse, a todo, era la oficina del pueblo".
Sobre las marchas:
“Obviamente nosotros en el gobierno siempre supimos desde el día 1, que teníamos una oposición muy fuerte (...) el actual presidente de Colombia nos dijo “estaremos en las calles marchando”, “estaremos toda la oposición”. Pero eso que se creó, esa violencia, la forma de protestar de esa manera tan violenta, eso no es gratuito. Una cosa es la protesta legítima, pero bloquear un país dos meses. Mira, nosotros en el paro tuvimos días de 1100 bloqueos en todo el país. Con violencia. Maltratando a los policías. Eso es consecuencia de un año y medio de planeación de la protesta. Pero además del encierro, porque nunca antes se había visto una protesta social tan, tan, tan violenta.
(...)
Claramente hubo momentos muy difíciles, pero prefiero siete covids al paro que nos tocó a nosotros de abril, finales de abril, a junio del 21. Los momentos más duros y más difíciles, donde uno siente que se le salió el control de todo.
(...) Además también veníamos con todo lo que había pasado en Chile. El gobierno violador de derechos humanos, mejor dicho todas las narrativas que se crean. Un paro, además, absolutamente estructurado y planeado, uno a uno en todo. Uno oyendo a los famosos colombianos por fuera en el exterior con el hashtag #SOSColombia, #NoseEstánMatando, #ElGobiernoNosEstáMatando. Muy duro. O sea, muy duro y planeado milimétricamente".
Sobre lo que sintió durante las marchas:
“Entonces, la verdad para mí es una sensación de soledad profunda, profunda y en algunos momentos miedo (...) nosotros mandamos a los ministros a diferentes partes del país a tratar de solucionar esos bloqueos con los diálogos, etcétera. Entonces, nos quedamos muy solos en la Presidencia. Estábamos el presidente, personas de mi equipo, el director del Departamento Administrativo que era la otra cabeza de la presidencia, y yo. Estábamos muy solos.
(...) Pero, además, los manifestantes diciendo vamos a llegar hasta la Casa de Nariño, y vamos a tomarnos el palacio. También con un poco de miedo interno. (...) La verdad para mí fue una sensación de soledad profunda, profunda y en algunos momentos miedo, claro, miedo".
Una anécdota de miedo durante las marchas:
"(...) Recuerdo un día en particular, en el que la gente prendía y quemaba neumáticos en las calles y con las motos acosaban a los automóviles. Venía yo del palacio muy tarde, era como la 1:30 de la mañana y seguro que se dieron cuenta de mi presencia. "Esto es una caravana o algo", pensaron. Y cerraron el camino a mi auto.
Me dio miedo. Yo tenía dos carros. Uno fue hacia un lado y el otro hacia el otro. Y logramos evadir a los agresores. Pero tenía el susto de que me vieran regresar a casa, si sabían dónde vivía. Uno se vuelve paranoico en ese momento. Pero sobre todo, es una sensación de soledad. Creo que esa es la sensación que mejor describe ese momento tan tensión".
Sobre el arranque del gobierno:
“Cuando nosotros iniciamos el gobierno, aunque veníamos con el Partido Centro Democrático, no veníamos con una coalición política preestablecida. Los partidos se fueron volviendo gobierno. En el entretanto, el presidente Duque, un poco con una idea romántica de cómo hacer política dijo ‘yo quiero hacer la política diferente, no política tradicional. Mis ministros todos van a ser técnicos, no tiene que ser de ningún partido’. Y así fue su primer gabinete, fue gente absolutamente joven, técnica muy buena, pero pues eso nos empezó a cobrar factura cuando empezamos a pasar las reformas. Sí, también ministros muy buenos en lo técnico, pero no expuestos al diálogo político. Eso nos cobró factura.”
Un error que cometió:
“Nosotros teníamos el presidente más joven. Y un poco lo que pasó, mirándolo ahora desde perspectiva, es que lo atacaron tanto en campaña de ‘inexperto, joven usted nunca ha ejercido, nunca ha sido ministro, solamente ha sido senador’ que creo que todos inconscientemente tratamos de volverlo grande, como de quitarle esa juventud (...) tratamos de volverlo un estadista, un presidente como como los otros presidentes (...) ahí fallamos.
Me acuerdo mucho que fue un día Maluma al Palacio y al presidente le encanta tocar guitarra, cantar, tuvo un grupo de rock cuando era joven. Y entonces cantó con Maluma, hizo algo con Maluma y eso nos acribillaron en redes. ‘Eso no lo hace un presidente, que qué horror, que no se qué’.
Una de las primeras visitas de Estado fue a Ecuador. Yo me acuerdo que estábamos en el almuerzo y entonces el presidente Lenín Moreno dice ‘voy a cantar’ y pone al presidente a cantar y yo me acuerdo que yo dije ‘voy a fingir un ataque, un paro cardíaco’. Y claro, era ese miedo de que ya nos habían dicho ‘claro, se la pasan cantando, bailando no sé qué. El rockero en no sé qué’, que volvimos todo eso como una burbuja de protección y creo que cometimos un error. El presidente joven que le gusta el rock, que le gusta tocar guitarra y es lo que es. Y además eso es lo que a la gente le gusta hoy en día, pero nosotros claro… nos atacaron tanto al principio que tratamos de borrar todo eso, de volverlo el presidente, no de corbata, siempre estadista, autoridad. Y la verdad es que sí era eso, pero también era el presidente más joven de Colombia. Y también al presidente que le gusta la música, que le gusta el fútbol”.
Qué consejo le hubiera dado a la María Paula de 16 años:
“Como consejo es que si te metes en esto sabes a lo que vienes (...) yo decía: “yo voy a estar detrás, the power behind, nadie se va a tener que meter conmigo. Yo soy buena en lo que hago, entonces nadie me va a criticar ni nada. Olvídalo. Estás expuesta, no importa. Y creo que eso es algo que la gente debe saber cuando se mete en esto. Pierdes totalmente tu privacidad, tu vida privada. Te van a criticar, así tu sientas que estás haciendo todo bien, que estás dejando tu vida entera en el trabajo, porque habrá gente que piense que lo que has hecho está mal en todo sentido, que te van a criticar siempre. Entonces uno tiene que estar muy equilibrado y muy, muy bien en toda su personalidad y sus aspectos para tener un cargo de estos. Creo que eso sería lo más importante.”