Baraja gente de dentro de Palacio y de aliados que tuvo en el Congreso. No es claro que la entidad siga en manos de La U. Después del 20 de julio presentaría nombres.
En 10 días, cuando el presidente Iván Duque instale un nuevo periodo del Congreso, comenzará la cuenta regresiva de una puja que en la Cámara ya calienta motores: la elección del próximo Defensor del Pueblo, que por ley tiene que escoger esa plenaria en los 15 días siguientes a la instalación.
Y como por ley Duque envía la terna, es él quien tiene la sartén por el mango.
La Silla Vacía pudo confirmar con 11 fuentes (entre congresistas, políticos y miembros del alto Gobierno) que el Presidente ha hecho varias movidas que evidencian que buscará darles contentillo a aliados de su coalición, más puntualmente a La U -que tiene la relación política con el actual Defensor y aún no aterriza del todo en el Gobierno- y a los conservadores, que solo hasta este año lograron recuperar un Ministerio propio.
Pero que, al menos por ahora, no tendrá en cuenta a su partido, el Centro Democrático, tal y como ya está pasando en la definición de su ternado a la Procuraduría que elegirá el Senado este semestre.
Según confirmamos por medio de una alta fuente del Gobierno que sabe de la movida, el mandatario enviará la terna precisamente después de la instalación del Legislativo.
Los de Duque y los demás
Desde hace dos semanas, armar la terna en Palacio es un tema de filigrana política, en el que juegan los intereses no solo del Presidente sino de su coalición, que pondrá a prueba con esta elección y la del Procurador en el Senado.
Según pudimos confirmar con dos políticos uribistas con entrada a Palacio y una alta fuente del Gobierno pendiente de la movida de la conformación de la terna, Duque ha barajado dos nombres de su gabinete para el cargo: el de la consejera de derechos humanos y exministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez; y el de la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez.
Sin embargo, el de la primera comenzó a perder fuerza en los últimos días por dos razones: la compulsa de copias del Tribunal de Justicia y Paz a la Corte Suprema para que reviva la investigación en contra de Gutiérrez por parapolítica. “Él iba a ternar a Nancy Patricia, pero con esto de la Corte se cae”, nos dijo la fuente de Gobierno.
Y otra, más política, es que Gutiérrez en la Cámara no tiene acogida.
Como contamos, cuando era Ministra de la política, sus relaciones con los congresistas eran frías. Y hoy, tal y como lo constatamos con 10 políticos de diferentes bancadas, continúan así, especialmente en el Centro Democrático, el partido de Duque.
“Sería mentiroso decir que eventuales candidaturas (de Gutiérrez) provienen del partido. Su nombre no tiene origen acá más allá de que a Nancy nos la endilgan”, nos dijo el vocero del CD de la Cámara, Gabriel Vallejo Chujfi, quien agregó, además, que de Palacio no lo han llamado a concertar o avisarle de nombres, por lo que él comenzó a hablar con otros partidos para tantear aspirantes.
Con ese nombre prácticamente descartado, esta semana cobró fuerza el de la Ministra de Cultura, según nos confirmaron dos fuentes conocedoras.
Vásquez está en el cargo desde el inicio del Gobierno luego de ser ministra plenipotenciaria ante la OEA y viceministra de participación y minorías en el Ministerio del Interior, ambos cargos en el Gobierno Santos y por cercanías con los liberales.
Precisamente, por esa ascendencia liberal, es que, según una fuente al interior del Gobierno, el Presidente piensa en su nombre para que obtenga el respaldo de esa colectividad. Sin embargo, desde la dirección roja nos negaron alguna movida de la Ministra en ese sentido y la funcionaria no respondió nuestras llamadas para corroborar esa información.
Más allá de eso, el solo hecho de que haya sonado la salida de la Ministra ya había creado un ruido liberal.
Ocurrió hace dos semanas, cuando el humorista Daniel Samper dijo en redes que a ese cargo llegaría María Paz Gaviria, la directora de Artbo e hija del jefe liberal y expresidente, César Gaviria. La dirección del Partido negó tal llegada.
Pero Duque no solamente ha estado barajando nombres dentro de su gabinete, sino que tiene en la mira a políticos de La U y godos, para armar una terna que refleje lo amplia que es su coalición que, como hemos contado, no le ha funcionado mucho en su primer tiempo de Gobierno.
Al menos en el primero de esos partidos, ya se armó la de Troya.
Con La U fue Troya
Hace dos semanas, el presidente de la La U, Aurelio Iragorri, y Duque tuvieron una reunión en Palacio, pedida por el primero, para hablar, entre otros, de la terna, porque incidir en la misma se volvió un punto de honor para esa colectividad y una de las formas de definir si sigue -a medias- en la coalición de Gobierno.
Eso porque consideran a la entidad como propia tras la elección hace cuatro años de Carlos Negret, quien era el secretario general del partido; y porque no consideran como propio el Ministerio de Trabajo que supuestamente es suyo en cabeza del exsenador de La U -y amigo del Presidente- Angel Custodio Cabrera, debido a que, como contamos, ellos esperaban era el Ministerio de Salud para la exgoberandora y baronesa electoral de la colectividad, Dilian Francisca Toro.
Luego de la reunión, en un encuentro semivirtual de la bancada, Iragorri les dijo a los congresistas que “el Presidente me pidió que le enviaran unas hojas de vida para definir la terna”, como nos dijo uno parlamentario de La U y, de forma casi exacta, nos repitieron los otros tres.
Así las cosas, la semana pasada, Iragorri envió oficialmente a Palacio tres nombres, de la entraña de La U, y que comenzaron a moverse para buscar respectivos apoyos si Duque los elige:
Alvaro Echeverri, actual secretario general de La U. Conoce a todos los congresistas y tramita los avales para las candidaturas. Según tres fuentes de la colectividad, llegó al cargo vía el senador Roy Barreras, opositor al Gobierno y su nombre fue impulsado por Iragorri. Precisamente por la cercanía con Barreras, una alta fuente de Palacio nos dijo que el Presidente no lo tendría en cuenta.
Carolina Carrillo, directora administrativa de la Cámara. Fue impulsada en su gran mayoría por el grupo de la exgobernadora Toro que en la Cámara tiene a cuatro congresistas. Además, la conocen en toda la Cámara porque desde su cargo define desde el internet de las oficinas hasta que tengan espacio en el noticiero público de esa entidad.
Angelino Lizcano, exsecretario general de la Cámara. Fue impulsado por un grupo de 10 congresistas, entre ellos el caucano JJ Cárdenas. Otros nueve congresistas de otras bancadas consultados nos dijeron que lo conocen los más veteranos allá porque fue secretario general de esa entidad por 12 años y además fue magistrado de la Judicatura. Sin estar oficialmente en la terna presidencial, el político ya ha hablado con Cambio Radical para lograr su apoyo, que aún no está confirmado plenamente, de acuerdo con tres fuentes de ese Partido.
Y ahí fue Troya dentro del partido, porque dentro de los nombres que barajaron hubo uno que Iragorri no mandó: el de Elizabeth Martínez Barrera, quien desde hace 24 años es la secretaria de la Comisión Tercera de la Cámara, lo que le da renombre y reconocimiento en todo el Congreso.
Ella contó con el apoyo de la bancada de mujeres, en especial de la atlanticense Martha Villalba. Luego de que se enteraron de que Iragorri no envió su hoja de vida, publicaron una carta en la que se quejaron públicamente de la decisión del director y exigían meterla entre los candidatos.
Carta respaldo La U by La Silla Vacia on Scribd
Pese al apoyo de la bancada de mujeres, otros dos congresistas nos dijeron por aparte que Martínez también tenía apoyo en el alto Gobierno, vía el ministro de Trabajo Ángel Custodio Cabrera.
Cabrera y la secretaria Martínez son amigos desde que el primero llegó a la Comisión Tercera como Representante. De esa misma forma, como esa Comisión define temas económicos en sesiones conjuntas con la del Senado, conoció al hoy presidente Duque y también se hicieron cercanos.
Según una alta fuente del Gobierno que lo supo de primera mano, era ella la carta que Duque quería ternar a la Defensoría con el beneplácito de La U.
“El Presidente quería a Elizabeth, ella es amiga del Presidente, pero quería que la promocionaran dentro del partido”, nos confirmó esa fuente. “El Presidente sabe que allá hay una división tenaz”.
Hasta la publicación de esta historia, el nombre de Martínez seguía sin ser enviado oficialmente a Palacio. Iragorri no respondió nuestras llamadas y mensajes para saber la razón. A dos congresistas les dijo que no la había metido porque “creyó que Duque le dijo que eran tres personas las que debía enviar”, según nos dijo uno de ellos.
Pero si en La U llueve, en el conservatismo son solo aplausos por su posible candidato, sin certeza de que Duque lo incluya.
Con los godos son guiños y aplausos
En dos reuniones de la bancada de Cámara, los godos comenzaron a mover su propio nombre, el del presidente de la Federación de Departamentos, Carlos Camargo Assis, quien, según cuatro fuentes enteradas, comenzó a moverse para la terna.
En esas dos reuniones, por Zoom, congresistas azules como Wadith Manzur, Ape Cuello y Juan Carlos Wills, hablaron de la posibilidad de armar un bloque para apoyarlo, según cuatro políticos godos.
No obstante, ninguno nos confirmó que Camargo se esté moviendo porque el Presidente lo pidió, aunque nos dijeron por aparte, que consideran que si lo hace es porque “hubo guiño”, como nos dijo uno.
Camargo ya fue presidente del Consejo Nacional Electoral, secretario de la Registraduría y es familiar de los barones azules cordobeses Nora García y David Barguil; además en la pandemia es un alfil de la defensa de las políticas de Duque desde su cargo, para alinear a los gobernadores con el fin de que no critiquen al Presidente.
La Silla no pudo confirmar si Duque le propuso estar en la terna. Camargo no respondió a nuestras llamadas para confirmar su aspiración.
Todas estas movidas muestran el interés del Presidente de injerir en la elección, ya sea poniendo a los suyos, tendiendo puentes con los partidos, o incluso, dividiéndolos más.
Eso sí, al menos por ahora, sin tener muy en cuenta al uribismo.
