El asesor Nicolás Perez y dos de los senadores uribistas que lo critican.

En plena crisis, dirigentes de la Federación Nacional de Cafeteros y congresistas culpan al enlace entre el gremio y el Gobierno, el asesor Nicolás Pérez, de que los recursos del Gobierno sean insuficientes.

Hoy, en medio de la primera cosecha de café del año y de las protestas de los caficultores, parte de las directivas de la Federación Nacional de Cafeteros y algunos congresistas señalan al asesor del Ministerio de Hacienda, Nicolás Pérez, como el culpable de que el Gobierno no les entregue más ayudas.

Eso es porque Pérez, quien le habla al oído al ministro Alberto Carrasquilla para el tema cafetero, considera que los costos de producción de una carga de café son inferiores a los que la Federación dice, y eso hace que los subsidios del Gobierno sean poco para el gremio.

Aunque el malestar con Pérez es viejo -pues está en el cargo desde el primer año de Presidencia de Juan Manuel Santos y durante ese Gobierno ya se habían quejado de él- es apenas ahora, con el uribismo en el poder, que las críticas están haciendo eco.

Y una de las principales municiones para criticarlo es justamente porque es “santista”.

Su lastre, el sello santista

Nicolás Pérez es el enlace entre el gremio y el Gobierno, y por lo general, es el que le toca negociar los temas de plata en incentivos o subsidios cuando hay crisis.

Como es la representación del Ministro de la chequera, pocas veces da la razón cuando le piden más plata al Gobierno.

El cargo se lo inventó hace más de treinta años el expresidente Virgilio Barco para tener un experto que le ayudara al jefe de cartera de Hacienda a tomar decisiones sobre cómo manejar el dinero del Fondo Nacional del Café que administra la Federación a través de un contrato.

Tiene un sueldo por encima de los 40 millones de pesos al mes y tres asistentes a su cargo, según tres fuentes que han trabajado allí. Casi todos los que han pasado por el puesto son economistas de mucho prestigio como el presidente de Asofondos, Santiago Montenegro, o el ex codirector del Banco de la República y presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras Anif, Sergio Clavijo.

Pérez es economista de la Universidad de los Andes con maestría en Política Pública de Duke University.

Un hecho que muestra su poder ocurrió el pasado 4 de abril, cuando el Comité Directivo de la Federación Nacional de Cafeteros esperaba recibir del Ministerio una buena noticia: que reconocería que el costo de producción de una carga de café es de 782 mil pesos -el precio que ellos defienden- y no de 715 mil pesos como dice el Gobierno, y que aumentaría los subsidios para los caficultores. 

Esa ilusión también la tenía la bancada cafetera, que reúne 12 congresistas y que lideran Álvaro Uribe y el risaraldense Alejandro Corrales. 

Pero lo que recibió el Comité fue una llamada del asesor Pérez, quien les dijo que el costo se mantendría en lo que dice el Gobierno, un monto que ya había definido antes, pese al malestar de los cafeteros.

Con eso, dirigentes del gremio en el Eje Cafetero y Antioquia le echaron la culpa a Pérez de la decisión. 

“Él no conoce nada del café, no creo que conozca un árbol de café, desconoce la realidad en los municipios”, le dijo a La Silla Paisa Eugenio Vélez, representante de Caldas en el Comité Nacional.

Incluso algunos, como el comité departamental de cafeteros de Quindío, liderado por Carlos Alberto Cardona, pidieron su renuncia a través de una carta a la Federación por esos mismos días.

Mientras que senadores como Uribe y Corrales recargan ese malestar haciendo énfasis en que Pérez viene del Gobierno Santos y que está asesorando mal al ministro.

“Yo no entiendo cómo llega un nuevo Gobierno de oposición al anterior y este asesor todavía no lo cambian”, le dijo a La Silla un miembro del Comité Directivo de la Federación que nos pidió no citarlo por respeto a la asociación. 

Aunque Pérez tiene cercanía con los Ministros que lo han nombrado, su plus es ser más técnico que otra cosa.

El asesor que no se va

Aunque los asesores de los ministros suelen irse cada que hay cambio de Gobierno, Pérez es una excepción, pues logró mantenerse allí con el cambio de Santos a Duque.

“Eso nunca había pasado en la historia de ese cargo”, nos contó Felipe Robayo, el exgerente de Comercio de la Federación Nacional de Cafeteros, y quien también fue asesor cafetero en el gobierno de César Gaviria.

De hecho, como nos contó una fuente del Gobierno que lo sabe de primera mano, han sido los mismos ministros de Hacienda los que le han pedido a Pérez que se quede.

Llegó al Ministerio de Hacienda en 2011, nombrado por Juan Carlos Echeverry, cuya esposa Verónica Navas es cercana a la hermana de Pérez; juntas trabajaron como asesoras de Carrasquilla, cuando era ministro de Hacienda de Álvaro Uribe.

Continuó con Mauricio Cárdenas, a quien acompañó en los seis años que estuvo en esa cartera, y con quien enfrentó el paro cafetero del 2013, que le costó 1,2 billones de pesos al Gobierno Santos.

Cuando se acabó ese Gobierno, y los cafeteros esperaban un asesor nuevo, el ministro Carrasquilla le propuso a Pérez que se quedara con él.

Que haya logrado mantenerse en ese puesto puede tener varias explicaciones.

Una, que le ayudó al Gobierno Santos en temas gordos de agricultura.

“Al principio Nicolás no solo estaba metido con el café, estuvo muy metido en todo el sector agropecuario, en formalización de productores campesinos y en todas las reformas tributarias de Santos”, nos explicó una fuente cercana que trabajó cerca de Pérez y que nos pidió no citarla por prudencia.

La segunda razón es que fue quien estuvo al frente y negoció con las dirigencias de la Federación y de Dignidades Cafeteras en el paro de 2013.

Por eso, tres exfuncionarios de la Federación, dos altas fuentes del Gobierno y dos personas que también trabajaron como asesores coincidieron que Pérez, aunque tenga la marca santista, es más técnico que otra cosa.

La vieja piedra en el zapato

Los roces y desacuerdos de los dirigentes gremiales de la Federación con Pérez no son nuevos. 

Desde el 2012, un año antes del paro nacional, la Federación decía que producir una arroba de café costaba 70 mil pesos y Pérez decía que valía 32 mil, según el cafetero Cardona, miembro del Comité Nacional. Hasta entonces no había estudios rigurosos que sustentaran ninguna de las dos posiciones.

En 2013 apareció un tercer actor que enredó más la pita: Dignidades Cafeteras. El movimiento conformado por cafeteros que no se sentían bien representados con la Federación y exigieron que el Gobierno negociara con ellos directamente, cosa que nunca antes había pasado.

El senador uribista Alejandro Corrales le dijo a La Silla Paisa que quien ocasionó ese paro fue Pérez por llamar mentirosos a los cafeteros y desconocer los costos de producción en ese momento. 

La molestia revivió el año pasado, cuando Duque apenas empezaba su Gobierno y el precio del café volvió a bajar por debajo de un dólar. 

Justo en ese momento, la Federación hizo pública una nueva cifra de costos de producción, que salió de un estudio hecho por ellos mismos y que comenzó en 2015 con el seguimiento de gastos de dos mil fincas cafeteras.

Los dirigentes gremiales se desinflaron cuando Pérez no aceptó la cifra que arrojó el estudio. “Le hemos dado de mil maneras nuestros costos de producción y él se niega a creer que esos son. Es muy fácil dar otros desde una oficina en Bogotá”, nos dijo el cafetero José Eliecer Sierra, presidente del Comité Nacional. 

Pérez, aunque toma como referencia ese estudio, también tiene “otras fuentes independientes”, según una fuente off del Gobierno, como estudios de economistas y de firmas privadas, porque el funcionario cree que la Federación está dando cifras exageradas.

En eso coincidieron tres exfuncionarios de la Federación que consultamos por aparte.

“Prefabricaron un estudio de costos con los grandes productores de Caldas, que tienen unos costos altísimos, y los están manipulando para hacerle creer al Gobierno otra cosa”, nos dijo Guillermo Trujillo, quien fue secretario de la Federación por diez años. 

La molestia con el asesor también puede ser porque “Nicolás tiene un desgaste, porque siempre le toca ser la persona que dice que no, que limita las pretensiones de los cafeteros y representa los intereses del Gobierno”, nos dijo el exasesor Robayo.  

Por ahora, Pérez sigue siendo el que se sienta en la mesa con el Comité Nacional de Cafeteros y quien, además de esos roces con los dirigentes, tiene encima otro chicharrón: el paro que las Dignidades Cafeteras ya anunciaron la semana pasada.

Para esta historia intentamos conseguir declaraciones oficiales del asesor Pérez, pero no lo logramos.