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Después de la muerte de ‘Alfonso Cano’, el Gobernador del Cauca, donde fue abatido el jefe guerrillero, dijo que entre la población de su departamento se percibía un "soplo de alivio, de tranquilidad". Sin embargo, La Silla Vacía pudo averiguar que, de hecho, es todo lo contrario

 

Después de la muerte de ‘Alfonso Cano’, el Gobernador del Cauca, donde fue abatido el jefe guerrillero, que entre la población de su departamento se percibía un "soplo de alivio, de tranquilidad". Sin embargo, La Silla Vacía pudo averiguar que, de hecho, es todo lo contrario

 

El miedo a represalias de las Farc ha aumentado la tensión en la región, causando que varias familias se desplacen, lo que se ha sumado a que trece municipios ya hayan sido puestos en “alerta temprana” por la Comisión de Alertas Tempranas de la Defensoría y Ministerio del Interior.

Según el Gobernador Guillermo Alberto González, el Ejército envió dos mil hombres al Cauca "en busca de prevenir cualquier retaliación contra la población civil". Pero, según le contaron pobladores de la zona a La Silla Vacía el jueves, la seguridad no se ha sentido, pues las operaciones militares, los ataques de la guerrilla y las amenazas de actos terroristas han aumentado en los últimos días.

González también opinó que "lo que les queda (a las FARC) es mostrar hechos de paz" y que la muerte de Cano era una “oportunidad para llegar a un proceso de paz".

Pero tan sólo un día después de la de '', las Farc emitieron un a través de Anncol que decía que “La paz en Colombia no nacerá de ninguna desmovilización guerrillera, sino de la abolición definitiva de las causas que dan nacimiento al alzamiento".

Y al día siguiente, guerrilleros de las Farc lanzaron tres cilindros explosivos a la estación de Policía de Piendamó, un municipio al norte del Cauca. La Secretaria de Gobierno de este municipio, Aura María Aguilar, que se sentía incertidumbre en la zona y que se habían tomado medidas como cerrar los establecimientos nocturnos a medianoche, o restringir el tránsito de parrilleros hombres en motocicletas.

En Jambaló, otro municipio indígena del norte, un carrobomba , matando a un policía e hiriendo a tres civiles.

La semana pasada las Farc también con explosivos contra el Alcalde de Toribío, Carlos Alberto Banguero, hiriéndolo a él y a once personas más.

Esto ha hecho que el miedo aumente en el departamento, principalmente en Morales, un municipio al norte del Cauca. Desde la vereda El Chirriadero, donde fue abatido ‘Cano’, se han desplazado hacia la cabecera municipal unas 40 familias, principalmente indígenas paeces, quienes temen que las Farc tomen retaliaciones, porque crean que los indígenas delataron al jefe guerrillero o quieran volver a ganar terreno en su región, recrudeciendo el enfrentamiento con las Fuerzas Armadas.

Estas familias, que ya habían soportado los enfrentamientos que fueron aumentando en intensidad este año mientras el Ejército cercaba a ‘Cano’, dicen que no quieren volver a su hogar, pues están seguros de que han minado los caminos. Han visto artefactos y municiones sin explotar abandonadas. Están seguros de que próximamente se dará un enfrentamiento duro en la vereda, por lo que prefieren esperar en la cabecera municipal hasta después de que eso ocurra.

Y pueden tener razón. Soldados que se encuentran en la zona rural de Morales le a El País de Cali que se suspendieron los permisos en espera de posibles nuevos enfrentamientos.

Y en la cabecera las cosas no mejoran. Hace poco, la Secretaria de Gobierno y la Personera del municipio denunciaron que habían recibido amenazas de carrobombas, al parecer de las Farc. Y la situación de las familias desplazadas empeora, pues ya el municipio no tiene dónde alojarlos, ni tiene víveres para entregarles.

Se fue Cano, pero no las Farc

Aunque ya no esté ‘Cano’, las Farc siguen allí, repartidas entre varios frentes y regiones del departamento, en particular hacia el nororiente, cerca a la frontera con el Tolima y el Valle del Cauca, donde se encuentra el Cañón de las Hermosas, uno de sus refugios históricos.

Desde allí crearon una red de colaboradores que se extendía a los municipios aledaños, logrando tener influencia en buena parte del nororiente del Cauca. Los muncipios en los que hay alerta temprana (es decir, en los que no se puede garantizar la seguridad debido al conflicto armado) están repartidos algunos al sur (Balboa, Argelia y El Tambo), algunos hacia el Pacífico (Guapi, López de Micay y Timbiquí) y algunos en el Norte (Silvia, Jambaló, Caldono, Toribío, Caloto, Corinto y Buenos Aires).

Y, de todas maneras, aunque el jefe que los guerrilleros estuvieron protegiendo por un poco más de dos años ya no está, las Farc de tal manera que se pueden rearmar fácilmente. Así que, a pesar de que las Farc ahora estén replegadas por las acciones de las Fuerzas Militares, no han perdido su capacidad de hacer daño y en el Cauca lo saben de primera mano.

La tensión silenciosa

Las Farc ya han atacado varios municipios, pero en otros, donde no ha habido atentados, la aparente calma esconde una tensión por lo que pueda pasar en los próximos días.

En Suárez, un municipio aledaño a Morales y cercano a la vereda El Chirriadero, por ejemplo, los desplazamientos ocurrieron unas semanas antes de la muerte de Cano, cuando el Ejército comenzó a cerrar el cerco sobre él. Pobladores de la región le dijeron a La Silla Vacía que, aunque algunas familias ya están volviendo a Suárez, son muchos los que todavía tienen miedo de que sigan los combates.

Héiber Trujillo, el Secretario de Gobierno de Suárez que los días inmediatamente anteriores y posteriores a la muerte de ‘Cano’ “fueron días de mucha tensión”. También ha dicho que existe la sensación de que “puede haber una retaliación, una venganza, cuyo blanco podría ser la población civil”.

Pero, aunque según Trujillo en la cabecera municipal “no ha pasado nada, no hemos tampoco escuchado nada que nos alerte, la gente desplazada ya regresó a sus lugares”, en la zona rural el miedo persiste y en el municipio se recomienda no salir de la cabecera.

Por otra parte, el General Leonardo Alfonso Barrero Gordillo, Comandante del Comando Conjunto del Pacífico, recordó que ya se fueron de Suárez las Fuerzas Especiales que abatieron a ‘Cano’ y quedaron las tropas regulares, pero que "todo está en calma y se tiene la certeza de que de la población civil no ha resultado nadie herido".

Sin embargo, el coordinador en el Cauca de la Campaña Colombiana Contra Minas, Paulo Lasso, le dijo a La Silla Vacía que recientemente había trabajado en una campaña con personas de El Chirriadero, entre Suárez y Morales, y que el miedo era palpable.

Lasso recordó que las víctimas civiles de minas en el Cauca subieron de 12 el año pasado a 20 en lo que va corrido de este año y dijo que cree que ese número aumentará todavía más, pues es muy probable que los operativos aumenten y las Farc, para proteger sus zonas y sus caminos, siembren más minas.

Así que, aunque analistas, como Ariel Ávila de la Corporación Nuevo Arco Iris, el ex ministro de Defensa Camilo Ospina y el ex comandante de las Fuerzas Militares, el general (r) Fernando Tapias hayan que la calma eventualmente llegará al Cauca, para los habitantes del departamento ese día todavía parece estar lejano.

Actualización del 22 de noviembre: Los problemas de orden público continúan en el Cauca. Hoy un petardo en el centro de Popayán, a por lo menos tres personas.