El clan Aguilar se aferra al Partido Conservador para sobrevivir

El clan Aguilar se aferra al Partido Conservador para sobrevivir
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José Alfredo Marín, candidato al Senado del clan Aguilar, junto a David Barguil y Luis E, Díaz, candidato a la Cámara por Santander y hermano de Iván Díaz Mateus.

Hace 10 días, el candidato presidencial por el Partido Conservador, David Barguil, visitó Santander. Las bases azules del departamento lo recibieron en la Casa Conservadora, una casona antigua en el centro de Bucaramanga adornada con retratos gigantes de los políticos emblemáticos de esa colectividad. 

Detrás de una mesa de manteles blancos, se sentó Barguil, junto al presidente del directorio conservador regional, Rafael Serrano Prada. A un lado, estaban sentados los precandidatos a la Cámara por Santander y el candidato al Senado del gobernador Mauricio Aguilar, José Alfredo Marín Lozano. Unas cien personas los escuchaban.

Serrano abrió el evento con un saludo protocolario. Habló de los protagonistas de los cuadros, casi todos muertos. Después, lanzó un discurso de unidad.

“No hemos podido ponernos de acuerdo. Yo le hice una manda (promesa) a la Virgen de Chiquinquirá para que la unidad conservadora se mantenga con el fin de tener un gran resultado electoral”, dijo. Ese partido, que hace 20 años tuvo dos senadores y tres representantes por Santander, hoy no tiene ninguno. En buena parte, por las divisiones internas.

Acto seguido, remató diciendo: “Agradezco el aporte que hace la familia del doctor Orlando Aguilar Naranjo a la causa del Partido Conservador. Yo pido un aplauso para él”. El auditorio le hizo caso.

Orlando Aguilar Naranjo es el hermano del exgobernador condenado por parapolítica Hugo Aguilar Naranjo y tío del exgobernador y exsenador preso e investigado por corrupción Richard Aguilar, y del actual gobernador, Mauricio Aguilar.

Así, frente al candidato presidencial, quedó claro que el trampolín de los conservadores en Santander para volver al Congreso es la maquinaria del clan Aguilar.

Al tiempo, se ratificó que esta familia, que ha puesto tres gobernadores en 16 años y hoy está contra las cuerdas por líos judiciales, necesita que su apellido esté presente en esta contienda para endosarle los votos a su candidato que no es de la familia y así garantizar su continuidad en el Congreso.

Los Aguilar han pasado por el extinto PIN, el Partido de La U, ASI, Cambio Radical y hasta han recogido firmas. En estas elecciones, competirán de la mano del Partido Conservador que representará Barguil en la contienda.

Buscando salir a flote

Orlando Aguilar Naranjo no ha sido candidato de ese clan, pero hace años es un poderoso.

En la gobernación de Mauricio Aguilar, Orlando tiene representación directa. Su pareja sentimental, Andrea Blanco, es secretaria de la Mujer, y su nuera, Luz Nidia Cote, es asesora del despacho.

Más allá de eso, desde que el condenado Hugo Aguilar inició su carrera política ha sido su fiel compañero. No es de echar discursos en la tarima ni de tomar decisiones. Su papel ha sido tras bambalinas: organiza la logística y entrega razones.

Tal y como nos dijeron tres fuentes que conocen el clan Aguilar por dentro, ahora Orlando es el puente para llegar a Hugo Aguilar en la cárcel.

Y en esta contienda, con Hugo y Richard presos, Mauricio sin poder hacer campaña de frente (y también en la mira de entes de control) y sin un Aguilar en el tarjetón porque Angela Hernández —la hija mayor de Hugo Aguilar— tuvo un percance de salud y no pudo lanzarse, Orlando se volvió la cara visible de la familia y quien acompaña en los eventos públicos a José Alfredo Marín, para recordarles a todos que aunque no lleve su apellido es de los Aguilar.

Marín es adminsitrador de empresas agropecuarias, hijo de un exconcejal de vieja data en Floridablanca, Santander. Pero, ante todo, es amigo cercano del gobernador Mauricio Aguilar.

“Es su amigo de parranda”, nos dijo una fuente que hizo parte del grupo de los Aguilar hasta hace unos meses. “Más que eso, es un amigo que le ha demostrado lealtad a Mauricio y al coronel y tiene su confianza”, nos dijo otra fuente cercana al gobernador.

Marín fue el gerente de la campaña a la Gobernación de Mauricio y durante sus primeros meses de gobierno, fue asesor de su despacho. Desde que renunció, sonaba como candidato a la Cámara de Mauricio.

Y en medio de la angustia de la clase política tradicional santandereana por mantener el poder ante la creciente consolidación del voto de opinión, la curul de Marín, catapultada por la maquinaria de la Gobernación, era la única asegurada.

Sin embargo, un acuerdo político previo de los Aguilar le enredaba el camino.

Un acuerdo entre maquinarias

Cuando el Partido Conservador avaló a Mauricio Aguilar a la Gobernación en 2019, el grupo del exsenador condenado por yidispolítica Iván Díaz Mateus le dio su apoyo a cambio de que el clan Aguilar no llevara un candidato propio a la Cámara en 2022 por el partido, pues le enredaba el camino a Luis Eduardo Díaz, hermano del exsenador.

Hasta septiembre pasado, parecía que los Aguilar iban a incumplir el pacto. Pero como Ángela no pudo lanzarse, los Aguilar decidieron no lanzar candidato propio a la Cámara como un gesto de buena voluntad con la clase política.

“Como están las cosas, ellos no se van a desgastar buscando gobernador propio en 2023. Quieren tener representación eso sí, en la futura administración y para eso la clave es no atravesarse a ningún político en las legislativas” nos dijo una fuente cercana a Mauricio Aguilar.

Los Aguilar, entonces, hicieron una nueva movida.

Una fórmula conveniente pero no tan sólida

Lograron el aval conservador al Senado para José Alfredo Marín, con un acuerdo de por medio: ser la fórmula de Luis Eduardo Díaz Mateus, que irá a la Cámara.


Aunque llevan semanas acompañándose en correrías por pueblos, fuentes de las bases conservadoras y del grupo de los Aguilar auguran que ese matrimonio no durará mucho.

Del lado de los Aguilar, nos dijeron que dada la rivalidad pasada entre ambos grupos, hay mucho recelo de que sus bases se conozcan y que los Díaz Mateus les terminen “robando” líderes y luego no les pongan los votos de sus propias maquinarias.

“El círculo de los Díaz Mateus es muy cerrado, ellos siempre trabajan para ellos únicamente. En el grupo muchos sentimos que no hay ni la más mínima motivación para ayudarle (a Luis Eduardo)”, nos dijo una fuente del grupo de los Aguilar.

Por el lado de los Díaz Mateus, dos fuentes que han trabajado con ellos nos dijeron que aún cuando José Alfredo es la fórmula oficial, ellos tienen compromisos con otros candidatos al Senado.

Mencionaron con nombre propio a la candidata al Senado de David Barguil, Liliana Bitar.

“Iván (Díaz Mateus) se comprometió a ponerle 3 mil votos en Santander a la candidata (de Barguil)”, nos dijo una de esas fuentes.

En 2018, la exrepresentante Lina Barrera, exesposa de Iván Díaz y quien trabaja con él, lideró la campaña al Senado de Barguil en Santander, donde sacó casi 2 mil votos.

Además, Barrera, quien hoy es gerente de Enterritorio, (Empresa Nacional Promotora del Desarrollo Territorial), hasta hace poco fue viceministra del Deporte del gobierno Duque, como cuota del conservatismo y con el respaldo de Barguil.

Los Aguilar, por ahora, están concentrados en sacar su Senado y no se están moviendo a favor de Barguil.

De modo que la unión del conservatismo en Santander por la que rezó el presidente del directorio departamental puede que no dure. 

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