El partido Liberal tiene la bancada más grande en la Cámara de Representantes y por tradición legislativa el derecho a poner su presidente en el primer año. Esa dignidad se la están disputando cinco congresistas que representan dos líneas diferentes del partido: una más cercana a César Gaviria y a congresistas que no apoyaron a Petro, y otra que sí se la jugó con él.
El dilema Liberal en la Cámara: un presidente cercano o lejano a Petro

La definición de qué línea se impone es clave para el primer año de gobierno de Petro en el que el Congreso debatirá temas gruesos como la reforma tributaria. Quien preside la Mesa Directiva maneja el orden del día, define la prioridad de los proyectos, y da y quita la palabra. Este jueves en una reunión en Quindío con César Gaviria los liberales empezarán a decantar ese escenario.
El Pacto Histórico se lo pidió, la tradición dice que no
Después de la victoria de Gustavo Petro, el Pacto Histórico reclamó el derecho a tener la presidencia de la Cámara de Representantes tal como ya lo logró en el Senado con Roy Barreras. El representante de Bogotá, David Racero, fue el primero en levantar la mano para tener esa dignidad, luego entró al pulso Katerine Miranda, que aunque es del Verde, fue una de las jefes de debate de Petro.
Sin embargo, una norma no escrita, pero sí respetada entre los congresistas, dice que la presidencia de Cámara en el primer año corresponde al partido que sacó el mayor número de curules.
“Es el deber ser”, dice Alfredo Deluque, representante de La U.
El Pacto Histórico no cumple ese requisito porque aunque sacó 27 curules está por debajo del partido Liberal que logró 32. Por eso, el partido de César Gaviria está reclamando ese derecho tal como lo hizo en 2018 en el primer año del Gobierno de Iván Duque cuando eligieron a Alejandro Carlos Chacón.
Y ya se están moviendo para lograrlo.
En una reunión de bancada Gaviria preguntó quiénes querían aspirar a esa presidencia y cinco levantaron la mano;
- Jazmy Barraza representante del Atlántico y la liberal más votada del país con 87 mil votos.
- Julián Peinado representante de Antioquia y cercano a Gaviria.
- Carlos Ardila de Putumayo y actual vicepresidente de la Cámara.
- Álvaro Monedero del Valle y de la línea gavirista.
- Andrés Calle de Córdoba y uno de los primeros liberales que se la jugó en campaña por Petro.
Los cinco representan dos líneas del partido. La más cercana a Petro y otra más distante e institucional.
“Quiero ayudar a impulsar la agenda ambiciosa que tiene el Gobierno del Presidente Petro y siento que tengo una buena relación con mis compañeros de bancada. Aspiro tener ese respaldo”, dice Calle, quien es el único del grupo que le movió votos a Petro.
Calle tiene a su favor que esa cercanía con el nuevo presidente - además de que los dos son de Córdoba- puede ayudarle a tender puentes con los representantes del Pacto Histórico. Pero a su vez le resta porque para algunos congresistas liberales sería darle más poder al partido de gobierno aparte del que tiene con la presidencia del Senado con Roy Barreras.
El otro ala tiene ventaja entre la bancada y los otros partidos porque lo ven más independiente de Petro. “Yo no voté por Petro, pero soy neutral y estoy en capacidad de dar las garantías al debate que es lo que se necesita”, dice Carlos Ardila. “Un presidente de Cámara debe ser garantista, objetivo. No soy autoritario y mi ejercicio en el Congreso lo reconocen mis compañeros de otros partidos”, comenta por su parte Monedero.
“Al final quien sea elegido va a representar el estilo que quiere tomar el partido: si cercano al gobierno o más distante”, añade Calle.
Por ahora el liberalismo ha mostrado su intención de ser parte de la coalición de gobierno de Petro. La foto de la reunión entre César Gaviria y Petro en Italia ha ambientado ese respaldo. Sin embargo, el tener un presidente de Cámara distante puede ser clave ante una ruptura o discrepancia.
“El partido ha dicho que quiere estar en gobierno, pero aún estamos esperando que lleguen los textos y los alcances de las reformas que quiere para saber en qué condiciones podemos apoyar”, añade Monedero.
La discusión sobre el camino a elegir se va a empezar a decantar desde este jueves en Quindío, donde el expresidente Gaviria armó un retiro espiritual para hablar con la bancada. El tiempo corre porque lo que se defina ayudará a acelerar las negociaciones que hay entre los partidos para armar la composición de las siete comisiones y la repartición de las otras dignidades porque, por ejemplo, otra regla no escrita, señala que quien es presidente de Cámara no puede estar en una de las comisiones peleadas como la Primera o las económicas de Tercera y Cuarta. "El fin de semana debe haber humo blanco", dice Calle.
Si la línea gavirista gana el pulso tendrá cómo hacerle contrapeso al gobierno, pero si se impone Calle, Petro hará moñona con los presidentes de las dos cámaras así no lleva la chapa del Pacto Histórico.
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