La Silla Vacía revisó los posibles conflictos de interés de los 50 congresistas de las Comisiones Terceras de Senado y Cámara, que serán protagonistas de la discusión sobre la reforma tributaria. Estos conflictos vienen de las contribuciones de campaña que recibieron de personas naturales y jurídicas y de los negocios propios y de familiares que declararon los congresistas.
La investigación identificó a 83 financiadores que aportaron 3.611 millones de pesos a las campañas de 31 congresistas, desde cacaos hasta pequeños empresarios que aportaron y que podrían salir afectados por la reforma tributaria tal y como la presentó el Gobierno de Gustavo Petro.
Aunque los congresistas deben registrar los potenciales conflictos de interés que les generarían sus financiadores, ninguno de las comisiones terceras lo ha hecho. En todo caso, cuando arranque formalmente el trámite del proyecto, debido a un fallo de la Corte Constitucional del año pasado, deberán hacerlo para que los demás congresistas decidan si aceptan o niegan el potencial impedimento. Usualmente los niegan.
No se trata de una práctica irregular, más bien, tiene que ver con el reconocimiento de que el Congreso es un foro donde pueden ser representados los intereses empresariales. En ese sentido, el que no queden impedidos, permite que los intereses de esas empresas sean representados de manera transparente, precisamente al hacer pública la información de cómo se financian las campañas de los legisladores.
Estas son las principales conclusiones sobre sus conflictos: