En ese momento, Pino Ricci, el abogado que hoy representa a Intec de la Costa en el lío con MinTic, estaba del otro lado. Se desempeñaba como asesor de la Gobernación del Huila.
Entre sus funciones estaba el “asesorar a las dependencias de la entidad durante la etapa precontractual, contractual y postcontractual de los procesos de selección que le corresponda adelantar a la entidad, así como el acompañamiento a los procesos contractuales en ejecución”.
Un abogado que trabajó en la Gobernación en esa época y un diputado cercano a esa administración, le confirmaron a La Silla que Pino Ricci tenía influencia en el andamiaje jurídico y contractual de esa administración.
“En la parte final del Gobierno al hombre sí le consultaban bastante. Casi todo era por teléfono porque él casi no iba a Neiva”, le dijo a la Silla el abogado, quien pidió omitir su nombre porque aún hace parte del equipo político de los González Villa.
Los contratos de asesoría en la Gobernación, el abogado Pino Ricci los hizo a nombre propio y a través de su empresa Pino Ricci SAS.
Según la SIH los conceptos de la oficina jurídica de la Gobernación direccionaron el proceso a favor del Consorcio Huila con Futuro.
“Al momento de entrega de las propuestas se presentaron cuatro, y tres de ellas ni siquiera cumplieron la experiencia específica en lo correspondiente a las cantidades de obra; es decir se presume que se reunieron para aumentar el número de propuestas generando con ello a los organismos de control una supuesta pluralidad de oferentes que no hubo”.
Los conceptos jurídicos y académicos de Pino Ricci también fueron usados por la Gobernación del Huila para resolver cuestionamientos en otra licitación de 34 mil millones para construir unas carreteras rurales en las que también solo hubo un proponente.
“El doctor Pino Ricci era la última palabra en lo jurídico, era el norte y la luz jurídica de la Gobernación de Carlos Julio. Era al último que le preguntaban las cosas antes de aprobar los estudios. Incluso él estuvo muy de cerca del proceso de licores y en la Asamblea fue el que frenteó esas dudas. El tipo era muy consultado por Carlos Julio”, nos dijo el diputado.
Sobre este asunto el abogado Pino Ricci le respondió a La Silla que aunque tenía contratos de asesoría en la Gobernación del Huila no tuvo que ver en la licitación que ganó Intec de la Costa.
"Efectivamente fui asesor del Departamento del Huila bajo la administración del Doctor Carlos Julio González. Sin embargo, no asesoré la licitación a la que se refiere este artículo, por lo que no emití concepto para su adjudicación. Simplemente el Departamento para responder una observación presentada a los pliegos, utilizó opiniones generales contenidas en mi libro", dijo.
"Por otra parte no es cierto que en materia de contratación yo tuviera la última palabra en el Departamento del Huila. Simplemente era consultado en algunos casos especiales. Quiero dejar constancia que siempre he creído en la transparencia y pulcritud del Dr. González Villa", añadió.
"En consecuencia la relación que se hace en este artículo del caso de Mintic con la licitación en en Huila es perversa y mal intencionada", señaló.
Además de asesor de contratación, el vínculo del abogado Pino Ricci con la familia del gobernador González Villa tiene más historial. Pino Ricci fue abogado de la Gobernación de Cielo González Villa entre 2013-2014. En una investigación por presunta cartelización en el programa de alimentación escolar, la Superintendencia de Industria y Comercio lo menciona como el abogado de la empresa Multiactiva Surcolombiana.
Esa empresa es de propiedad de Germán Trujillo conocido en el país como el zar de los programas de alimentación escolar, esposo de Cielo. "Mi relación con Multiactiva Surcolombiana fue solamente eso, un concepto", dice Pino.
"De eso será uno siempre víctima en este país. La falta de seriedad de la prensa y de los periodistas. No invierten en eso. No se forman. Le disparan a las sombras. Y, como una balacera en un bar de mala muerte, de malas", remató el abogado.
Volviendo al Consorcio Huila, pese a los ruidos denunciados en la licitación, se quedó con el contrato de los colegios del Huila.
Ese contrato, igual que el que tiene con el MinTic, también arrastra muchos inconvenientes.
Se repite la historia
El plazo inicial de ejecución que le dieron a Intec de la Costa y compañía para construir los colegios fue de 12 meses y empezó a contar desde el acta de inicio que se firmó en marzo de 2019. Es decir, los nuevos colegios debían estar listos en marzo de 2020.
El proceso arrancó bien porque la Gobernación les aprobó un anticipo de 17 mil millones de pesos, casi un 40 por ciento del total de la obra.
Pero empezaron a aparecer los retrasos. Justificando demoras por temas financieros, errores de diseño y actualizaciones de estudios de suelo, Intec de la Costa y sus socios han pedido tres prórrogas. El plazo inicial de 12 meses ya va en 26 meses con el visto bueno de la Gobernación.
Incluso, Intec de la Costa y sus socios lograron que les dieran más plata de la acordada inicialmente. En 2019, en el último año de Gobernación de Carlos Julio González Villa, en el que Pino Ricci aún seguía como asesor, les aprobaron dos adiciones de plata que suman más de 10 mil millones de pesos. Es decir, el contrato total creció de 35 a 45 mil millones.
Dos años y medio después del acta de inicio, y un año después del plazo inicial, el avance de las obras de los colegios es del 60 por ciento, según reportes de la interventoría. Las sedes educativas aún no son funcionales.
"Los avances que reportan en los informes son muy altos comparados con lo que uno ve en terreno. En el colegio de El Pital los salones que dicen estar construidos parecen más galpones de gallinas", dijo el diputado Armando Acuña.